Salud

Arsénico en el agua: ¿qué efectos tienen sobre la salud un nivel elevado como el detectado en Ripoll?

Ripoll recomienda no consumir agua del grifo para beber ni cocinar por el elevado nivel de arsénico

Una mujer abre un grifo de la cocina

Una mujer abre un grifo de la cocina / DDG

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El Ayuntamiento de Ripoll ha emitido un bando municipal en el que recomienda no consumir agua de la red para beber ni cocinar. El motivo es el elevado nivel de arsénico que se ha detectado y que supera los 10 microgramos por litro (μg/l).

Se trata de un elemento químico que se encuentra de forma natural en el agua pero que, a causa de la sequía, se ha visto incrementado. El agua del grifo sí se puede utilizar para ducharse, lavar la ropa o la cocina, sin riesgo alguno para la salud.

El arsénico es un químico tóxico natural que en altas concentraciones puede causar graves problemas de salud, incluyendo enfermedades del corazón, diabetes, neuropatías y varios tipos de cáncer. Pero, ¿sabías que el arsénico con frecuencia se encuentra en el agua potable? En todo el mundo, muchas personas beben agua con niveles peligrosamente altos de arsénico sin darse cuenta.

El arsénico es inodoro e insípido. Entra en el agua potable de los depósitos naturales de la tierra o de las prácticas agrícolas e industriales.

Los efectos de este elemento químico pueden incluir engrosamiento y decoloración de la piel, dolor de estómago, náuseas, vómitos; diarrea; entumecimiento en las manos y los pies; parálisis parcial; y la ceguera. El arsénico se ha relacionado con el cáncer de la vejiga, los pulmones, la piel, los riñones, las vías nasales, el hígado y de próstata.

El arsénico inorgánico está presente en altos niveles en aguas subterráneas. Las principales fuentes de exposición son: el agua que es destinada al consumo humano, el agua para riego de cultivos y los alimentos que son preparadas con agua de cultivo.

También los mariscos, el pescado, las aves de corral, la carne de vaca, los productos lácteos y los cereales pueden ser fuentes de arsénico. La exposición en estos alimentos es mucho menor a la que representa el agua contaminada. En los mariscos el arsénico suele estar en su forma orgánica la cual es menos toxica.

Estar expuesto al arsénico por un largo tiempo puede provocar síntomas como cambios de pigmentación en la piel, lesiones cutáneas, callosidades en las palmas de la mano y las plantas de los pies. Estos efectos se producen tras estar expuesto por alrededor de 5 años y pueden ser precursores del cáncer de piel.

Otro efecto negativo puede ser el cáncer de vejiga y de pulmón. El centro internacional de investigaciones sobre el cáncer (CIIC) ha identificado al arsénico y los compuestos del arsénico como cancerígenos para los seres humanos.

Ingerir arsénico también puede provocar problemas relacionados con el desarrollo, neurotixidad, diabetes, enfermedades pulmonares e incluso se le ha relacionado con problemas de gangrena. El arsénico está relacionado con casos de desenlaces adversos del embarazo y mortalidad infantil.