Educación

Inglaterra prohibirá los móviles en el colegio: los profesores podrán registrar las mochilas

El Gobierno británico presenta las nuevas directrices para prohibir los 'smartphones' en las aulas y el patio

Catalunya aprueba prohibir el móvil en primaria y restringir su uso en secundaria

Los móviles en los institutos también estarán prohibidos en el patio, las salidas y el comedor

La amenaza de cierre pende sobre decenas de escuelas londinenses.

La amenaza de cierre pende sobre decenas de escuelas londinenses. / Reuters

Lucas Font

Lucas Font

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El Gobierno británico ha presentado este lunes las nuevas directrices para prohibir el uso del teléfono móvil en los colegios de Inglaterra, tanto en las aulas como en el recreo. La decisión, anunciada a finales de octubre del año pasado por la ministra de Educación, Gillian Keegan, tiene por objetivo acabar con las distracciones y las interrupciones de los alumnos en clase, así como reducir el riesgo de ciberacoso entre compañeros. Un 97% de los estudiantes de al menos 12 años tienen un dispositivo propio y cerca de un tercio de ellos admiten utilizarlo en clase, según datos del propio Ejecutivo.

El nuevo documento da cierto margen a los colegios para aplicar la normativa, que recoge cuatro posibles escenarios: la prohibición total de los dispositivos en los centros; la obligación de entregarlos a los profesores al inicio del día; el uso de taquillas para guardar los aparatos o la posibilidad de guardarlos en la mochila, bajo el compromiso de no utilizarlos en ningún momento del día. En este último caso, los colegios deben asegurarse de que los padres y los alumnos “comprenden claramente las sanciones que pueden aplicarse” en caso de incumplimiento, con el objetivo de establecer una sólida cultura de “no utilizar el teléfono”.

Los colegios podrán adaptar las directrices a sus propios centros y podrán determinar las “circunstancias excepcionales” bajo las que sí estará permitido su uso

Entre las posibles sanciones mencionadas en la normativa están las confiscaciones y retenciones, así como la protección de los profesores ante cualquier pérdida o deterioro de los dispositivos, siempre que hayan actuado acorde con la normativa. También corresponderá al personal del colegio decidir la duración de las sanciones, siempre dentro de la proporcionalidad. “Al considerar si una confiscación es una sanción proporcionada, las escuelas deben considerar qué resultado disciplinario se pretende lograr con ello y si hay otras maneras de lograr el mismo resultado”, reza el documento.

Registros a los alumnos

Para garantizar el cumplimiento de la normativa, el Gobierno permitirá a los jefes de estudios y al personal autorizado registrar a los alumnos, siempre que tengan “motivos razonables para sospechar que el alumno está en posesión de un objeto prohibido, según lo establecido en la legislación”. Los colegios tendrán libertad, sin embargo, para adaptar las directrices a sus propios centros y podrán determinar las “circunstancias excepcionales” bajo las que sí estará permitido el uso de los teléfonos, como por ejemplo en el caso de los alumnos con discapacidades que los utilicen como complemento del aprendizaje. 

Asociaciones de profesores advierten de que el uso abusivo no ocurre en las escuelas, sino en casa, y emplaza al Gobierno a regular las plataformas

La nueva directiva se aplicará a todos los colegios de Inglaterra, aunque algunos de ellos ya habían puesto en marcha restricciones antes de su publicación. “Creo sinceramente que esto tendrá éxito, porque, en los casos en que ya se ha implementado, hemos podido comprobar una mejora en el comportamiento y en el rendimiento [de los alumnos], así como la mejora en la filosofía de las escuelas”, ha asegurado Keegan este lunes en una entrevista a la BBC. “Realmente tenemos que cambiar la norma social y asegurarnos de que damos poder a los directores para que garanticen que no se utilizan los teléfonos en las escuelas”. 

Presión al Gobierno

La presión sobre el Gobierno para limitar el acceso de los menores a los teléfonos móviles ha ido en aumento en los últimos meses tras el dramático caso de Brianna Ghey, una joven transexual de 16 años que fue apuñalada hasta la muerte, a plena luz del día, por una compañera de instituto y por otro joven de la misma edad. La madre de la víctima, Esther Ghey, ha sido una de las voces más críticas con el uso de las redes sociales entre los jóvenes, a las que responsabiliza por dejar a su hija “vulnerable” y por facilitar el acceso a contenidos violentos a sus asesinos, quienes fueron condenados a más de 20 años de cárcel a principios de febrero.  

La presión sobre el Gobierno para limitar el acceso de los menores a los móviles ha aumentado en los últimos meses tras el asesinato de una joven transexual

A pesar de los esfuerzos del Ejecutivo, las asociaciones de profesores advierten de que gran parte del problema seguirá existiendo, ya que muchos colegios ya estaban aplicando restricciones. "El uso compulsivo de estos dispositivos no es algo que ocurra en las escuelas, donde ya se aplican políticas sólidas, sino cuando los niños están fuera del colegio”, ha asegurado a través de un comunicado Geoff Barton, secretario general de la Asociación de Dirigentes Escolares y Universitarios (ASCL, en sus siglas en inglés). "El Gobierno sería mucho más eficaz si dedicara sus energías a combatir las plataformas en línea, a través de las cuales los niños pueden acceder a contenidos perturbadores y extremos".

Además de la publicación de la nueva normativa, el Gobierno ha anunciado la inversión de 10 millones de libras (11,7 millones de euros) para la creación de grupos de trabajo que prestarán apoyo a cerca de 700 colegios en todo el país, con el objetivo de mejorar el comportamiento y el rendimiento de los alumnos en las aulas.