Cae una banda que robó en nueve cajeros automáticos con "pizzas explosivas"

Se dedicaban a colocar artefactos explosivos artesanales en el hueco del dispensador del dinero de cajeros automáticos para así fracturarlos y acceder a los billetes. Es la técnica de “Pizza Slide” o “pala del pizzero” y de esta forma cometieron nueve robos en localidades de las provincias de Granada, Córdoba, Málaga, Almería y Badajoz. La Policía Nacional arrestó siete miembros de esta banda acusados de los delitos de robo con fuerza, pertenencia a grupo criminal, estragos, hurto de placas de matrícula, falsedad documental, atentado a agente de la autoridad y lesiones. Cuatro de ellos ingresaron en prisión provisional. 

En siete entradas y registros en los domicilios de los sospechosos, los agentes requisaron dos artefactos explosivos preparados para un uso inmediato, diverso material para llevar a cabo los asaltos, munición para armas largas y dinero efectivo.

La investigación se inició el pasado mes de septiembre cuando en la localidad granadina de Motril se cometió un robo con este sistema. Los sospechosos habían introducido material explosivo a través del hueco dispensador de dinero del cajero automático y se apoderaron de casi 40.000 euros, causando además daños por un importe similar en la estructura de la entidad. 

Según la policía, los artefactos explosivos tenían un contenedor metálico cuadrado o “petaca” con pólvora que se mete en el cajero automático mediante una varilla metálica que tiene enroscada. Por eso se llama “la pala del pizzero”. Al artefacto le acompaña un cableado especial de longitud extensa que conecta la “pizza” explosiva con un iniciador para ser detonada a distancia. La banda usaba pólvora pirotécnica prensada para confeccionar las bombas.

Los investigadores se centraron en las técnicas empleadas así como en las localidades en las que se cometían los robos y un perfil de los sospechosos. Así, identificaron a un padre y a su hijo residentes en Córdoba como presuntos integrantes del grupo criminal. Además, se pudo situar en la misma ciudad a un tercer miembro de la estructura criminal y a un cuarto en Almería, participaba presuntamente en algunos de los asaltos y conseguía vehículos de alquiler de alta gama para utilizarlos durante los robos a los que cambiaban las placas de matrícula.

Los investigadores también pudieron constatar como la organización utilizó a tres intermediarios aprovechando su situación de necesidad, conocidos en la banda como “hombres de paja” o “bombas”, que permitían hacer uso de sus identidades para alquilar los vehículos y firmar sus pólizas de seguro aprovechando su situación de necesidad económica.

La Policía detectó que el grupo no solo estaría planificando una nueva acción delictiva para finales del mes de enero de este año, sino que también estarían evolucionando hacia una actividad criminal más violenta, ya que pretendían adquirir armas cortas, armas largas, granadas y chalecos antibalas, que presuntamente habría encargado el líder del grupo al integrante de la estructura criminal ubicado en Almería.

Los agentes detuvieron a siete personas, entre ellas los cuatro autores materiales de los robos así como a los otros tres 'hombres de paja'. Se registraron seis viviendas en Córdoba y una en Almería en las que se requisaron dos artefactos explosivos listos para ser utilizados, munición para armas largas, accesorios para cometer los asaltos y 1.000 euros en efectivo.

La investigación ha permitido esclarecer nueve robos en cajeros automáticos con explosivos en los municipios granadinos de Motril y Puerto Lope-Moclín, en Villa del Río (Córdoba), en la localidad de Azuaga (Badajoz), y en las ciudades de Almería, Córdoba, Huelva y dos en Málaga. El juez ordenó el ingreso en prisión de los cuatro principales acusados.