Interior ha cobrado 11.700 euros por rescates por negligencias en la naturaleza desde 2011

El pasado 23 de agosto los Bomberos de la Generalitat rescataron a un ciudadano francés que se había tirado al mar en el Cap de Creus. Apareció frente a un acantilado en la llamada Cova de l’Infern. Esta zona del litoral tiene acceso restringido dentro del parque natural, como indicaban varios carteles, además de que solo se puede llegar por mar y "no es apto para la visita", según los servicios de emergencia.

Sin embargo, el hombre se lanzó al mar y se hizo daño en una pierna, además de quedar atrapado en las rocas en un lugar innaccesible. En la operación de rescate, los bomberos desplazaron cuatro efectivos y un helicópeto del Grup d’Actuacions Especials (GRAE) para rescatarlo. Estuvo conscicente en todo momento. Los servicios de emergencia lo trasladaron hata la zona del Cap de Creus y una ambulancia del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) lo llevó al hospital.

Los responsables de Bombers de la Generalitat consideraron que el hombre herido cometió una imprudencia. Pese a la señalización que alertaba de los riesgos, decidió tirarse al mar en una zona rocosa. Por eso, el Departament d'Interior consideró que el hombre debe pagar 7.088 euros en concepto de tasa por el rescate, ya que entiende que su negligencia obligó a activar el sistema de emergencias. El ciudadano francés puede recurrir esta decisión dentro del proceso administrativo, por lo que todavía no se ha cobrado la cantidad.

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Tres criterios

De hecho, desde octubre de 2009, la Dirección General de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos (DGPEIS) del Departament de Interior puede cobrar los rescates o salvamentos en la naturaleza, tanto de personas como de bienes, cuando se dan tres criterios "objetivos y evidentes". 

El primero es cuando los accidentes ocurren en zonas señaladas como peligrosas o de acceso prohibido; el segundo alude a si las personas rescatadas o salvadas no llevan el equipamiento adecuado para la práctica de la actividad, y el tercero hace referencia a cuando se solicita el servicio sin que existan motivos objetivamente justificados. Los responsables de la administración catalana en materia de emergencia añaden que "no se valoran" otros conceptos que "puedan resultar subjetivos o que puedan ser cuestionados".

Siempre se activan

Los bomberos recuerdan que "siempre se activan en todos los rescates y salvamentos solicitados, sin cuestionar a priori si el servicio pertenece" a una de estas tres conductas punibles. También señalan que el objetivo de la tasa es "concienciar a la población" de que es necesario "tener una buena preparación e información antes de emprender cualquier actividad" en la naturaleza.

El coste del salvamento, según el baremo actualizado en julio del año pasado y que aumentó el precio anterior, establece que el desplazamiento de bomberos tiene un importe de 43,05 euros per unidad y hora; el de vehículos, 55,90, y el de helicópteros, 3.245,85. Los bomberos también cobran 209,85 euros por participar en accidentes de tráfico, un precio que deben abonar las entidades aseguradoras de los vehículos implicados en el siniestro.

Cobradas 11 actuaciones

Según datos de los bomberos, entre 2011 y 2023 se realizaron 15 rescates en la naturaleza en Catalunya sobre los que se aplicó la tasa al considerar que existía una negligencia. Se han cobrado en 11 de estas actuaciones, con un importe de unos 11.700 euros, mientras que en el resto se está pendiente de ejecutar el pago, como es el caso de un falso aviso de rescate de una mujer que supuestamente había caído al río, en Torres de Segre (Lleida) en 2018, y que activó un dispositivo valorado en 9.870 euros. 

El marido alertó al 112 de que su mujer se ahogaba, pero los mossos la localizaron una hora después en su puesto de trabajo. En concreto, Interior ha reclamado el embargo de estos 9.870 euros por vía judicial y, en caso de cobrarse, sería la cantidad más alta obtenida con la aplicación de esta tasa de rescate de personas y bienes.

'Buscador de bolets'

Tampoco se pudieron cobrar los casi 5.000 euros por la búsqueda de un 'cazador de setas' en noviembre de 2018 en la zona de la Pola, en Mura (Barcelona), ya que no se le pudo notificar la tasa. Estas sanciones pueden ser recurridas y la administración puede estimar las alegaciones, como pasó con un ciclista accidentado en una pista forestal en Llagostera en marzo de 2020, cuando estaba en vigor el confinamiento y no se podía salir de casa por la pandemia de covid, y cuyo rescate costó 6.420 euros.

Entre los dispositivos cobrados figuran los rescates de tres personas que intentaron cruzar el río Muga en 2011 pese a haber barreras por la crecida del caudal; el de un esquiador que quedó atrapado por un alud fuera de las pistas, en una zona con acceso cerrado en la Masella en 2011, y el de un coche que cruzaba el Segre en Lleida en 2013. También se ha cobrado por la búsqueda de dos personas que se perdieron en una ruta en Ribes de Freser en 2014 y que no alertaron de que habían conseguido llegar a su coche, por lo que el dispositivo continuó, así como por el salvamento en una zona cerrada y señalizada como peligrosa en una vía ferrata en Montserrat en 2018. 

A la vez, se han recibido varios falsos avisos de incendios en viviendas particulares de Berga, Vic, Badalona o Girona que fueron cobrados, ya que se activó un dispositivo de bomberos. 

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