Entorno laboral

La salud emocional, una pieza clave para el bienestar de los trabajadores

AENOR ha creado una certificación que permite a las organizaciones identificar y abordar de manera estratégica los riesgos psicosociales en el trabajo

El nuevo certificado busca fortalecer la confianza de los empleados y proporcionar a las empresas buenas prácticas

Carolina Soto, Manager Healthcare and Health para EU and Latam de AENOR

Carolina Soto, Manager Healthcare and Health para EU and Latam de AENOR / AENOR

B.C.

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La salud laboral trasciende la seguridad física y las condiciones del trabajo, extendiéndose al bienestar psicológico de los profesionales. Este aspecto ha cobrado aún más relevancia desde el inicio de la pandemia en 2020, la cual ha generado un estado de fatiga pandémica definido por la OMS, caracterizado por ansiedad, tristeza, desánimo, apatía y desesperanza, que afecta significativamente al entorno laboral.  

Evaluar los riesgos psicosociales en las empresas es crucial para fomentar el bienestar mental de los trabajadores. AENOR, líder en generación de confianza en España, ha desarrollado esta nueva certificación enfocada en cómo las organizaciones abordan las cuestiones relacionados con la salud mental y el bienestar emocional en el entorno laboral. 

Carolina Soto, Mánager de Sanidad, Salud y Seguridad de AENOR, explica que el nuevo certificado “busca fortalecer la confianza de los empleados y otras partes interesadas, y proporciona a las organizaciones seguridad en cuanto a estar aplicando las mejores prácticas para la gestión de los riesgos psicosociales”. Asimismo, “este enfoque enriquece los procesos de gestión preventiva de la salud en general y promueve un método proactivo que trasciende el simple cumplimiento reglamentario”, añade.

Salud psicosocial en el trabajo

Antes de la pandemia, ya se reconocía la importancia de la salud psicosocial en el ámbito laboral. Inspirándose en la publicación de la OMS de 2010, Entornos de trabajo saludables, AENOR desarrolló la certificación de “Modelo de empresa saludable”, que incorporó la salud psicológica y social al bienestar laboral.

Esto se complementa con la UNE ISO PAS 45005 y la Norma UNE-ISO 45003, publicadas en diciembre de 2020 y junio de 2021, respectivamente. Además, en abril de 2021, el Ministerio de Trabajo y Economía Social publicó el Criterio Técnico 104/2021 sobre actuaciones de la inspección de trabajo y Seguridad Social en riesgos psicosociales. 

Un enfoque integral

La certificación de Gestión de Riesgos Psicosociales de AENOR, basada en la Norma UNE-ISO 45003, proporciona directrices para identificar los riesgos psicosociales de los trabajadores en las empresas. Esta certificación se suma a las soluciones de la Plataforma de Confianza de AENOR "Fomentar la seguridad y salud en el trabajo". Su objetivo es promover un enfoque estratégico de las organizaciones en la gestión de los riesgos psicosociales, más allá de la perspectiva tradicional del departamento de Seguridad y Salud o de Gestión de Personas. 

Para las organizaciones, contar con esta certificación significa “reforzar la confianza de los empleados en la organización, al establecer e implementar iniciativas centradas en el bienestar psicosocial”, asegura Soto, así como, “proyectar una imagen positiva hacia las partes interesadas externas, demostrando que la organización no solo cumple con las normativas legales, sino también que va más allá”.

Las 4 fases del éxito

Para obtener el certificado, durante la auditoría se verifica cómo las organizaciones abordan la gestión de los riesgos psicosociales, en cuatro fases. En primer lugar, se identifican los factores sociales, organizativos y del entorno laboral de la empresa. En la segunda fase, se lleva a cabo un análisis de datos y evaluación, donde se analizan la información recabada para evaluar resultados y establecer prioridades de acción. En tercer lugar, se verifica el plan de acción en el que, basándose en la evaluación de riesgos y los resultados obtenidos, se definen acciones y medidas que se someten a un seguimiento para garantizar su implementación. Y, finalmente, la cuarta fase se verifica la evaluación de la eficacia, de las medidas definidas para reducir los factores de riesgo identificados. 

“Para asegurar el éxito en cada una de estas fases, es crucial que el sistema de gestión incluya procesos de apoyo como liderazgo, asignación de recursos, y consulta y participación activa de los trabajadores. Asimismo, dado que se trata de un proceso de mejora continua, la norma establece mecanismos para ello, incluyendo auditorías internas y revisiones periódicas del sistema de gestión”, explica Soto. Además, la auditoría no se limita a revisiones documentales, sino que también implica conversaciones con empleados y mandos intermedios, así como observaciones directas mediante visitas a las instalaciones.