Trànsit alerta de circular con "golpes de calor": "En un motorista es como conducir borracho"

La colocación de sensores meteorológicos para alertar a los conductores de los peligros de la climatología despunta como una de las medidas incluidas en la estrategia que prepara el Servei Català de Trànsit para mejorar la seguridad en las carreteras. La advertencia no solo se activará cuando llueva o nieve, que son los fenómenos atmosféricos más susceptibles de poner en riesgo la circulación, sino también ante nuevos factores como el calor extremo que cada vez están más presentes.

"Los golpes de calor son importantes en la conducción", ha señalado este lunes el director del Servei Català de Trànsit (SCT), Ramon Lamiel, quien ha añadido que hay estudios que demuestran que "cuando un motorista circula con un golpe de calor es como si condujera ebrio". Por eso, ante un episodio de altas temperaturas, se informará a los conductores de los riesgos y se les recomendará que paren y se refresquen. 

Lamiel también ha remarcado que estos sensores meteorológicos serán importante ante graves inundaciones de la vía en poco tiempo, como la que se registró meses atrás en el sur de Catalunya y que afectó a la AP7 y a la N340. De esta forma, también se informará a los usuarios de carretera sobre si hay niebla, viento o lluvia con el fin de garantizar una circulación segura. Trànsit colocará estos dispositivos y otros más habituales, como radares, en los cuatro ejes viarios principales catalanes (Pirenaico, Transversal, Diagonal y Ponent), con sus ramificaciones en vías secundarias.

Acciones en vías secundarias

Uno de ellos, con un presupuesto de 22 millones de euros, será el Eix Pirenaic –por la N260 principalmente–, desde Vall d'Aran hasta Portbou, y cuya primera fase empezará a ejecutarse este año. "Queremos coser la seguridad en la red viaria secundaria", ha señalado Lamiel, quien ha añadido que se instalarán sistemas de detección de velocidad variable por si entra fauna en la vía o si hay ciclistas, con el objetivo de que los conductores moderen su velocidad.

Más allá de los otros tres ejes en los que actuará Trànsit, también se mejorarán 200 kilómetros de vías de alta capacidad, como la AP7, la C32, la C33, la C58 y la C31. En este sentido se pretende implantar medidas en la AP7 con carriles adicionales y control de acceso. Precisamente, Lamiel ha recordado que "la AP7 es una vía segura" y ha remarcado la reducción de un 9% de víctimas mortales en esta autopista entre 2022 y 2023, por lo que se seguirá actuando, con controles, radares y paneles informativos, para seguir bajando la siniestralidad. También se incorporará un sistema de predicción de retenciones y de los accidentes.

Trànsit también pretende instalar sistemas inteligentes de control y gestión de vehículos pesados en las 'fronteras' de Catalunya –en la Aldea y la Jonquera–, así como seguir con los sistemas de Inteligencia Artificial que promueven rutas seguras para ciclistas y motoristas. Además, se invertirán seis millones de euros en un simulador del área metropolitana, como una réplica virtual, que permitirá prever situaciones relacionadas con la congestión del tráfico y así actuar antes de que pasen.

Más víctimas en zonas urbanas

El objetivo de Trànsit con esta "inversión potente" en infraestructuras tecnológicas es reducir la mortalidad más de un 20% en 2026 y un 50% en 2030 en comparación al inicio de la década. Por el momento, el año pasado descendieron en un 14,3% las víctimas mortales en vía interurbana respecto a los datos de 2019, mientras que los accidentes bajaron un 16,8%. En vías urbanas se ha producido un incremento de fallecidos un 16,5% respecto a 2019 y un 6,6% de heridos graves. 

La demarcación de Barcelona, que concentra un 75% de víctimas mortales, es la que registró más siniestros en vías urbanas, aunque en las interurbanas es donde se produjo un descenso "importante" respecto a 2023 (un 24% menos). La AP7, la N2 y la A2 son las vías que registran más fallecidos en este tipo de carreteras. Lamiel también ha expresado su preocupación ante el repunte de motoristas fallecidos, que han pasado de 46 en 2022 a 52 en 2023.

En concreto, el año pasado murieron 150 personas en 134 accidentes mortales en las carreteras catalanas. El mes de julio (con 20 víctimas mortales) y los meses de abril (17), enero y marzo (14) han sido los periodos con peor siniestralidad. En cambio, febrero (6 fallecidos) y mayo y junio (10) han sido los meses en los que la siniestralidad ha sido menor, con porcentajes de reducción respecto al 2019 de hasta el 40%.

Más atropellos

En 2023, el 79% de las víctimas mortales en zonas interurbanas son hombres, frente al 21% de mujeres. En cuanto a los varones, ha habido una reducción de casi el 14% respecto a 2019, porcentaje que asciende a un 16% en el caso de las mujeres.

De los 13 peatones atropellados mortalmente en zona interurbana en 2023, 8 eran hombres y 5 mujeres. Trànsit remarca que han aumentado un 9% respecto a 2019. En 2023, los colectivos vulnerables –motoristas (52 muertos), ciclistas (4 muertes) y peatones (13 muertos)– sumaron 69 víctimas mortales, lo que representa un 46% del total de muertos en carretera. 

Lamiel ha remarcado la importancia de incidir en actuaciones para combatir la siniestralidad en fines de semana, desde el viernes a las 15 horas, o en festivo, ya que es cuando más víctimas mortales se acumulan. En 2023 se registró una reducción del 45% de las víctimas mortales en sábado y del 24% en domingo respecto a 2019. Sin embargo, el año pasado la probabilidad más alta de sufrir un accidente mortal es por las tardes y los domingos.