Cómo una marca de coches puede ser sostenible

Las fechas están fijadas y los compromisos firmados: en las cumbres del Clima, en los acuerdos políticos internacionales, en la UE, en el marco legal de cada país, en las empresas y, por descontado, también en los fabricantes de automóviles. Mazda ha anunciado que sus fábricas producirán sin impacto ambiental en 2035 y que la compañía al completo, sus modelos y todas sus actividades, serán neutras en carbono en 2050.

Y se está trabajando desde hace ya años para conseguirlo, reduciendo el consumo de energía y utilizando más fuentes renovables en la producción, y también mejorando la eficiencia de los automóviles, con mecánicas híbridas de mínimas emisiones y vehículos eléctricos que no dejan huella ambiental alguna durante su circulación.    

Pero para alcanzar los objetivos se está operando en múltiples ámbitos, y uno de los últimos proyectos en marcha se sitúa en España y resulta de la colaboración entre Mazda Automóviles España y la fundación Cesefor, una organización sin ánimo de lucro centrada en la gestión de masas forestal y la investigación ambiental.

Bosques antiemisiones

El proyecto se materializará en la reforestación de un terreno degradado, que permitirá, con su crecimiento, retirar de la atmósfera de 10 a 20 toneladas de C0₂ por año. La absorción no será lineal, porque según madure la plantación aumentará su efecto de pulmón verde, pero se calcula que en 50 años habrá retirado del aire hasta 1.000 toneladas de dióxido de carbono.

El terreno se ubica en San Pedro Manrique, provincia de Soria, y tendrá una extensión de seis hectáreas, que equivale a la superficie conjunta de siete campos de fútbol. Allí se plantarán, a partir de otoño de 2024, coníferas y plantas frondosas autóctonas y de origen local, reforzando así además el desarrollo social y económico de este entorno rural.  

La tecnología de última generación se integra también en este plan de actuación, porque gracias a sensores, IoT (Internet de las Cosas, en inglés) y Big Data, se podrá monitorear en tiempo real la evolución del suelo y la arboleda, garantizando así la efectividad del proyecto a largo plazo y la consecución de los esperados beneficios medioambientales.

Calcular, reducir y compensar

Estas son las tres fases a cumplir en cualquier iniciativa que persiga la neutralidad ambiental. Primero se recaban los datos de consumo energético y emisiones, después se trabaja para reducirlos al mínimo posible y, finalmente, se actúa para compensar la parte restante y alcanzar la neutralidad final.

Mazda España han cubierto ya las dos primeras etapas, y se alía ahora con Cesefor para avanzar en la consecución de la meta definitiva. Y así quedó acordado entre los máximos responsables de ambas partes: José María Terol, presidente y consejero delegado de Mazda Automóviles España, y Pablo Sabín Galán, director de la fundación Cesefor.

El objetivo del proyecto Mazda y Cesefor es recuperar un espacio degradado, digitalizar más procesos de gestión de los espacios naturales y contribuir asimismo a la consolidación del ‘Modelo Soria’, que hoy es un ejemplo de gestión, cooperación y consenso social. El plan se integra dentro de los denominados “Proyectos Clima” impulsados por el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO).

Soria: la referencia

Las dos organizaciones comparten valores de respeto y sostenibilidad y entienden la tecnología como una herramienta al servicio de la mejora de la calidad de vida. Y los bosques sorianos, actores destacados de esta nueva serie que ahora comienza, también se suman, gracias a una gestión sostenible de referencia nacional: aportan 280.000 m³ de madera para la industria y otros 72.000 m³ para biomasa, y tras este abastecimiento, mantiene un volumen de crecimiento anual de 680.000 m³.