La Arrabassada, las curvas de Agell y la BV-5001 en Martorelles: los 3 puntos negros de la red viaria catalana

La carretera de la Arrabassada (BP-1417), la vía que conecta Sant Cugat y Barcelona por Collserola, persiste como el principal punto negro de la red viaria catalana. Se trata de uno de los tres tramos más críticos que existen en Catalunya con riesgo "muy alto" de sufrir siniestros, principalmente por la elevada accidentabilidad de motoristas: en el 91% de los accidentes registrados con muertos o heridos graves,  a lo largo de sus 11'5 kilómetros, se ha visto implicado una motocicleta o un ciclomotor. 

Las motos están implicadas en un 44% de los accidentes mortales o con heridos graves

En nueve de cada 10 accidentes graves en la Arrabassada, se ha visto implicada una moto

Así lo indica el estudio EuroRap que presenta anualmente el RACC sobre el análisis de la accidentalidad en la red viaria catalana. En esta ocasión, se ha analizado el último trienio, pero en el anterior informe publicado el año pasado, en el 88% de los siniestros graves o mortales en la Arrabassada estaba implicada una motocicleta.

El segundo punto negro en la red viaria catalana es el tramo de la B-502 entre Vilassar de Mar y Argentona, conocido como las 'curvas de Agell', que circula por la zona interior y boscosa del Maresme. Este tramo no aparecía en estudios anteriores del RACC y ha registrado un incremento de accidentes graves y mortales en los últimos años. El tercero, y último, con riesgo "muy alto" en Catalunya está en la BV-5001 entre Martorelles y Vilanova del Vallès. Se trata de 6,5 kilómetros con una media superior a los dos accidentes anuales graves o mortales. 

10 tramos

En su estudio, el RACC establece 10 tramos con mayor riesgo de accidente, tres de ellos "muy alto", todos en la demarcación de Barcelona, y el resto "alto", que corresponden a vías con calzada única como la BV-1201 en Olesa de Montserrat; la GI-641 en L'Estartit; la C-63 en Lloret de Mar; la TP-7225 en Reus; C-243a en Vilafranca del Penedès, la C-13 en Lleida y la BP-2151 en Sant Sadurní de d'Anoia. Cuatro de estos 10 tramos ya aparecían en el listado de las 10 vías con mayor riesgo de accidente grave o mortal en el último Estudio EuroRAP.

Se trata de la 22ª edición de este estudio con el que el RACC, junto con la Federación Internacional del Automóvil (FIA), evalúa cada año con esta metodología las redes viarias de países de todo el mundo. En Catalunya, el estudio cuenta con la colaboración del Servei Català de Trànsit, del Departamento de Territorio de la Generalitat y de la Diputación de Barcelona. 

22 informes

EuroRAP es un consorcio europeo que analiza el riesgo de accidentalidad de las carreteras con el objetivo de mejorar la seguridad vial. Su metodología compara el número de accidentes graves y mortales que existen. En Catalunya se realiza desde 2002 y analiza más de 6.300 kilómetros de carreteras interurbanas de titularidad estatal, autonómica y de las diputaciones, donde se concentra el 92% de la movilidad del territorio y donde ocurren el 74% de los accidentes con heridos graves y víctimas mortales.

En su estudio de este año se concluye que la red catalana cuenta con un 24% de tramos con kilómetros de riesgo “alto” y “muy alto”, lo que representa un punto porcentual menos que en el trienio anterior. Lleida repite como la demarcación con el porcentaje más elevado de kilómetros con riesgo “alto” y “muy alto” (28%), mientras que Tarragona y Girona empatan con el porcentaje más bajo (21%). Tarragona es la única demarcación donde aumenta el número de kilómetros con riesgo “alto” y “muy alto” (de 20% a 21%). En Barcelona es donde disminuye más (3 puntos).

Descenso

Además, el informe señala que entre 2020 y 2022, en Catalunya los accidentes graves y mortales han bajado un 7% y la movilidad global en carretera ha aumentado el 0,4%, pese a sufrir una pandemia y un confinamiento por covid que limitaron los desplazamientos. De esta forma el riesgo de sufrir un siniestro viario ha bajado un 7,4 en el global analizado.

Entre las conclusiones del estudio también figura que en el 44% de todos los accidentes de tráfico con muertos y heridos graves ha estado involucrada al menos una moto o un ciclomotor, el 30% en el caso de los accidentes mortales. Hay que tener en cuenta que esta tipología de vehículos de dos ruedas representaría solo el 2,3% de la movilidad global en carretera.

Principales víctimas: los motoristas

En la red EuroRAP, el 50% de los accidentes graves y mortales de moto se concentran en el 13,6% de los kilómetros (868 km). Los 10 tramos con más accidentes graves y mortales de moto se concentran en la Región Metropolitana de Barcelona. El riesgo de sufrir un accidente grave o mortal en una carretera convencional es cuatro veces más alto que en una carretera desdoblada. Este año, 795 kilómetros tienen un riesgo igual a cero. Por tanto, en el 12,5% de la red analizada por EuroRAP no ha ocurrido ningún accidente mortal o grave en el último trienio.

El tramo que acumula mayor accidentalidad grave por kilómetro (sin tener en cuenta el tráfico que hay pasa) se encuentra en la A2 entre el enlace con la AP2 y el enlace con la B-20, B-10 y C-32 (se trata de la continuación de la ronda Litoral a su paso por el Baix Llobregat). En los 10 tramos con más accidentes se observa una elevadísima presencia de siniestros de motocicletas y ciclomotores (81%).

El tramo con mayor concentración de accidentes de vehículos pesados se encuentra en la AP7, entre el enlace de la C60 y el enlace del Papiol. En la red EuroRAP, el 50% de los siniestros graves de este tipo de camiones se concentran en tan solo el 12,3% de la red (786 km). Seis de los 10 tramos con más accidentes graves y mortales se encuentran en la demarcación de Barcelona, que también concentra 8 de los 10 tramos con más siniestros de bicicleta.

Bajan las víctimas mortales

El estudio EuroRAP ha analizado 6.373 km de la red viaria catalana (carreteras interurbanas y travesías), que representan el 53% del total (12.064 km). Esta red se divide en 428 tramos bajo estudio. El análisis de los tramos tiene en cuenta todos los accidentes graves y mortales de los últimos tres años (2020, 2021 y 2022), pero no este 2023.

En este sentido, este año han bajado un 7% las víctimas mortales en accidentes de carretera, ya que hasta el 30 de noviembre han muerto 139 personas en 126 accidentes mortales en la red viaria interurbana de Catalunya. También hay un 7,5% menos de siniestros mortales respecto al mismo periodo de 2022. Sin embargo, las víctimas que pertenecen a colectivos vulnerables -motoristas, peatones y ciclistas- aumentan y representan el 48% del total hasta el 30 de noviembre de 2023 (44% el pasado año).