Así celebra la comunidad musulmana sus funerales en Barcelona: lavado ritual y entierros mirando a la Meca

Los servicios funerarios de la ciudad se han adaptado progresivamente a las nuevas necesidades

Mémora cuenta, entre otras, con salas adaptadas al ritual del lavado musulmán

Musulmanes orando durante un funeral

Musulmanes orando durante un funeral / Shutterstock

Xavier Pareja

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La multiculturalidad se ha convertido en algo natural e inherente a la sociedad catalana actual. Personas de diferentes orígenes, culturas y religiones conviven en ciudades como Barcelona, en sus escuelas, en los centros de trabajo, o, por ejemplo, en la oferta gastronómica, con múltiples opciones como la comida japonesa, china, india, marroquí o la africana.

Y los datos son el mejor reflejo de esta realidad. Según el último padrón elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona, la población extranjera ya suponía el 30% de la ciudadanía de la Ciudad Condal. Una cifra diez puntos mayor que en la década anterior. La Oficina Municipal de Datos también señalaba que entre las comunidades más numerosas destacaban la italiana, la colombiana, la pakistaní o la china, entre otros.

La globalización de la población catalana ha supuesto retos. El más importante, sin lugar a dudas, ha sido la integración. La sociedad se ha tenido que ir adaptando a las demandas de esta nueva realidad, abordándola con cambios en las escuelas o en la sanidad pública, entre otras. Adaptaciones que han servido para ir abriendo a la sociedad hacia el multiculturalismo.

Pero más allá de la vida, también se ha tenido que abordar el proceso final de esta. En una sociedad mayormente laica y cristiana, atender la pluralidad religiosa ha sido uno de los temas clave. En ese terreno, el trabajo de la Asociación de Amigos de la UNESCO para el Diálogo Interreligioso (AUDIR) ha sido muy relevante. En 2013 editaron una guía para la atención plurirreligiosa a pacientes terminales y, en 2016, junto a Mémora y el Departamento de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya, editaron la guía “Duellum: no tan sols”, que abordaba la celebración de funerales según cada rito.  

“La atención plurirreligiosa al final de la vida es una forma de mejorar el morir, pero también de dar valor a la vida de los que estamos aquí. Los pacientes viven mejor los últimos momentos, los profesionales de la salud se sienten más a gusto con su trabajo, al respetar los deseos de la otra persona y los familiares se muestran satisfechos de que se respeten las convicciones del paciente”, aseguraba Francesc Torradeflot, fundador de Audir, en un artículo en El Periódico.

¿Cómo entierran a sus muertos otras religiones en Barcelona?

Cada comunidad religiosa tiene sus propios rituales fúnebres. Así pues, los musulmanes lavan el cuerpo del difunto antes del entierro. Un ritual que llevan a cabo los adultos del mismo sexo de la familia o comunidad y que tiene un gran valor. No solo eso, el cuerpo se entierra mirando a la Meca, siempre en el suelo y señalizado con lápidas sobrias. La cremación, por ejemplo, está prohibida. 

En el caso de la comunidad judía, la Jevrá Kadishá, que traducido significa sociedad sagrada, juega un papel relevante. Este grupo, formado por miembros voluntarios de la comunidad, acompaña al difunto y a la familia. Se encargan del lavado ritual (Taharah) y de preparar sus mortajas. Según la tradición judía, el cuerpo nunca debe quedar solo y siempre debe haber un adulto con él. El féretro no se puede abrir y el entierro se lleva a cabo a las 24 horas del fallecimiento y, al igual que en la costumbre musulmana, se entierra en el suelo y no se admite la cremación. 

Zona para musulmanes habilitada en el cementerio de Collserola.  

Zona para musulmanes habilitada en el cementerio de Collserola. / GUILLERMO MOLINER

Pero más allá de las religiones abrahámicas, hoy en día en Barcelona también conviven otras religiones con sus propias particularidades. En el Budismo, por ejemplo, el cuerpo debe tocarse mínimamente y se vela durante, al menos 72 horas, antes de incinerarlo. El hinduismo también crema el cuerpo, pero marca unos tiempos de velar más cortos, concretamente, 8 horas. También hay presencia de personas seguidoras de la fe Sij, o de otros credos cristianos como la iglesia Ortodoxa o diferentes iglesias protestantes, entre otros.  

La importancia de la atención plurreligiosa en los servicios funerarios

Las creencias religiosas en el proceso de final de vida son muy importantes, puesto que muchísimas personas se acogen a ellas. “Es, probablemente, uno de los momentos en los que emerge con más fuerza la religiosidad o convicciones y pensamientos más profundos”, apunta Josep París, director de desarrollo de Serveis Funeraris de Barcelona – Mémora.  

La compañía funeraria barcelonesa cuenta, por ejemplo, con espacios dedicados al rito musulman. Tanto en el Tanatorio de Collserola como en el de l’Hospitalet (Santa Eulàlia – Gornal) disponen de una sala para preparación y lavado de la persona difunta y una gran sala que actúa como oratorio musulmán. En el caso del oratorio multiconfesional de Collserola, recientemente remodelado, se han habilitado dos espacios: uno para hombres y otro para mujeres, para que puedan realizar el lavado de pies, rezos y plegarias de forma separada, según dicta las tradiciones de religiones como el Islam. Todo ello con el objetivo de dar respuesta a todas las demandas espirituales generadas por la diversidad religiosa.  

 “Nuestras instalaciones son multiconfesionales y están adaptadas para poder cubrir las demandas de las diferentes comunidades religiosas. Hemos adaptado los féretros a las múltiples iconografías, con o sin simbología”, asegura París. Pero en Mémora también se han adaptado a las ceremonias laicas, cada vez más presentes en la sociedad, siendo pioneros en ello y que lidera su equipo de protocolo. Tan solo un dato: el 34% de los servicios ya lo son

Una ceremonia laica

Una ceremonia laica / Cedida / Mémora

Porcentualmente,  según los datos de Mémora, el 60% de las ceremonias siguen siendo católicas, seguidas por las civiles y un 6% pertenecerían a otras religiones. De estas últimas, el 80% son musulmanas, seguidas de protestantes, Testigos de Jehová, judíos, evangelistas y muy pocas veces budistas o hinduistas.  

Un servicio de repatriaciones

A pesar de que la sociedad va evolucionando y se va adaptando a las nuevas necesidades multiculturales, muchas personas siguen queriendo ser repatriadas al morir. Mémora, por ejemplo, a través de su plataforma Mémora International, ofrece todas las gestiones y trámites necesarios para repatriar difuntos. Este servicio, además, también se encarga de la recogida y traslado, la reserva aérea o el transporte por carretera. Todo ello, gracias a los acuerdos de colaboración con los principales operadores nacionales e internacionales del sector, colectivos y comunidades, consulados y embajadas, y las principales compañías de transporte aéreo.