Agenda interrumpida

El papa Francisco, obligado a suspender un discurso por motivos de salud

Archivo - El Papa Francisco en una foto de archivo.

Archivo - El Papa Francisco en una foto de archivo. / Evandro Inetti/Zuma Press Wire/D / Dpa - Archivo

Irene Savio

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Susto por el papa Francisco. Las condiciones de salud del líder católico de 86 años volvieron a suscitar temor el lunes después de que él mismo asegurara que no se sentía bien y, por ello renunciaba a leer un discurso que tenía previsto pronunciar ante una comunidad de rabinos europeos. No obstante, tras ello, el portavoz vaticano, Matteo Bruni, ha asegurado que el pontífice solo tiene “un poco de resfriado" y hoy tenía "un largo día de audiencias" en su agenda. Por esto, el resto de sus actividades del día “se mantienen, como previsto”, según confirmó Bruni también a este diario. 

“Gracias por esta visita que aprecio mucho, pero sucede que no me encuentro bien de salud, por lo que prefiero no leer el discurso, sino entregárselo a ustedes para que lo transmitan”. Así se había expresado, con voz muy cansada, en la mañana el Papa durante una reunión con miembros de la Conferencia de rabinos europeos, lo que suscitó una inmediata preocupación en torno a su estado de salud, también dados los ya tres ingresos hospitalarios que el pontífice ha tenido que enfrentar en lo que va del año.

Sin embargo, poco después, el Papa retomó su agenda pública, que este lunes incluía siete reuniones presenciales en la mañana con prelados y autoridades de distintos países, entre ellos también con el presidente de la GeneralitatPere Aragonès. En la tarde, además, Francisco también participó en un mega-encuentro, celebrado en el aula Pablo IV de El Vaticano, con 7.000 niños procedentes de 84 países.

Desde la muerte de Benedicto XVI hace casi un año, la salud del Papa argentino ha generado mayor preocupación ya que el propio Francisco ha dicho, en más de una ocasión, que si se viera gravemente afectado por alguna enfermedad, podría renunciar al papado, como hizo precisamente el hoy difunto Papa alemán nueve años antes de morir, en 2013.