En Londres

Detenidos los dos activistas que han atacado a martillazos la 'Venus del Espejo' de Velázquez, la misma que acuchilló una sufragista

Del tartazo a la Mona Lisa a la sopa contra Van Gogh: los activistas redoblan las protestas en los museos ante la cumbre del clima

La protesta climática se multiplica en los museos y abre un agitado debate sobre su utilidad

Activistas rompen 'La Venus en el espejo' de Velázquez

Activistas rompen 'La Venus en el espejo' de Velázquez. / VÍDEO: JUST STOP OIL

Valentina Raffio

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Dos activistas de la plataforma 'Just Stop Oil' han irrumpido en la National Gallery de Londres y han atacado a martillazos al emblemático cuadro de 'La Venus en el espejo' de Velázquez. Según ha denunciado la entidad ecologista en un comunicado publicado en redes sociales, el objetivo de la protesta es denunciar la expansión de las licencias petroleras firmadas por Reino Unido. El museo, por su parte, afirma que los implicados han sido detenidos y el cuadro ha sido retirado y trasladado a la zona de restauración. El 'ataque' en el museo responde a la misma estrategia utilizada el año pasado por activistas ecologistas para llamar la atención sobre la falta de acciones para detener la crisis climática. 

Hace justo un año, en vísperas del arranque de la cumbre del clima de Sharm el-Sheikh, activistas de todo el mundo irrumpieron en los museos para protestar contra la inacción climática tanto del mundo político como, en general, de la sociedad. Entre los episodios más famosos de estas protestas destacan, por ejemplo, el lanzamiento de una lata de sopa de tomate contra 'Los girasoles' de Van Gogh y de puré de patatas a un Monet. El tartazo a la 'Mona Lisa' de Da Vinci expuesta en el Louvre. O el momento en que dos activistas españolas se pegaron a los marcos de 'Las majas' de Goya expuestas en el Museo del Prado. Ahora, cuando tan solo faltan unos días para el inicio de la cumbre de Dubái, parece que las protestas ecologistas en los museos han vuelto.

En esta ocasión, la protesta ha sido encabezada por dos jóvenes activistas de la plataforma británica 'Just Stop Oil': Hanan, de 22 años, y Harrison, de 20. "Cuando era niña soñaba con ser astronauta o cantante. Me imaginaba un futuro, por ridículo que fuera. Ahora todos esos sueños han terminado. La crisis climática ya no deja espacio para imaginar un futuro", han clamado los activistas justo antes de golpear el cuadro de Velázquez ante la atónita mirada de los visitantes del museo. El grupo ecologista también ha protagonizado este lunes una marcha por el centro de Londres en la que, entre otros, unos activistas se han pegado al famoso Cenotafio de Whitehall.

El cuadro 'atacado'

No es la primera vez que 'La Venus en el espejo' es objeto de una protesta. El 10 de marzo de 1914 este mismo cuadro también fue 'atacado' por la periodista y sufragista Mary Raleigh Richardson. En aquella ocasión, el lienzo recibió siete cuchillazos limpios para protestar contra las discriminaciones estructurales que sufrían entonces las mujeres. La protesta logró dar la vuelta al mundo y, en medio de tanto revuelo, consiguió poner sobre la mesa hasta qué punto las activistas feministas estaban dispuestas a arriesgar para que sus reivindicaciones se escucharan. El cuadro, finalmente, pudo repararse sin problemas y volvió a exponerse en la National Gallery. 

¿Qué vale más, el arte o la vida? ¿Qué nos preocupa más, la protección de una pintura o la protección de nuestro planeta y de la gente?

El debate sobre la efectividad de estas protestas arrojó todo tipo de opiniones, desde quienes tachaban de "demasiado drásticas" este tipo de acciones hasta quienes afirmaban que, en cierto modo, estaban justificadas para llamar la atención sobre la gravedad de la crisis climática. Los activistas que protagonizaron estas acciones, por su parte, lanzaron el siguiente mensaje: "¿Qué vale más, el arte o la vida? ¿Qué nos preocupa más, la protección de una pintura o la protección de nuestro planeta y de la gente?". A partir de ahí la discusión estaba servida. 

Como era de esperar, la protesta de este lunes ha causado gran revuelo en redes sociales. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha mostrado su "profundo rechazo" ante esta reivindicación. "La destrucción nunca ayuda nada a nadie", ha afirmado al respecto.