Alimentación

Un informe atribuye al sistema alimentario un tercio de las emisiones de CO2

Tractor aplicando pesticidas en un cultivo

Tractor aplicando pesticidas en un cultivo / Agencias

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La producción, el transporte y el almacenamiento de alimentos es responsable de más de un tercio de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, según un informe hecho público este jueves por la Alianza Global para el Futuro de la Alimentación. El informe constata que el consumo energético del sistema alimentario es cada vez mayor debido al aumento al uso creciente de fertilizantes y anima a hacer un cambio en el sistema, igual que están acometiendo otros sectores productivos.

La directora de programas de la Alianza Global para el Futuro de la Alimentación, Patty Fong, ha denunciado que "los combustibles fósiles son una problemática para los sistemas alimentarios industriales. Para evitar un colapso climático catastrófico debemos erradicar urgentemente los combustibles fósiles de los sistemas alimentarios, al igual que de otros sectores económicos".

Dar paso a la agroecología

"Pasar de la dependencia de los combustibles fósiles a las energías renovables y la agricultura regenerativa y agroecológica no solo protegería nuestro planeta, sino que conseguiría que los alimentos fueran más asequibles, aumentaría la seguridad alimentaria, crearía empleo, mejoraría la salud y ayudaría a combatir el hambre", ha añadido Fong.

Dado que se prevé que la demanda mundial de alimentos se duplique hasta un 56% de aquí a 2050, los autores proponen desvincular la producción de alimentos del uso de combustibles fósiles cambiando radicalmente la forma de producir y consumir alimentos; adoptar prácticas como la agroecología y los enfoques regenerativos de la tierra; y dietas sostenibles ricas en vegetales.

De cara a la próxima cumbre del clima de la ONU, la COP28, el informe pide a los políticos y a quienes donan fondos que eliminen progresivamente el uso de productos agroquímicos fabricados a partir de combustibles fósiles, que recurran a las energías renovables para la transformación alimentaria, y que reevalúen las subvenciones a las empresas productoras de biogás y biocombustibles.