La cremación de los difuntos sigue al alza

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Archivo - Tanatorio-Crematorio de Manresa (Barcelona)

Archivo - Tanatorio-Crematorio de Manresa (Barcelona) / MÉMORA - Archivo

EFE

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La cremación de los difuntos se ha consolidado en los últimos años, especialmente desde la pandemia, como la opción mayoritaria en Catalunya frente al entierro. En 2022 este porcentaje era del 53%, cifra muy alejada del escaso 25% de hace quince años.

Según los datos facilitados por Asfuncat, patronal funeraria catalana, en la víspera del Día de Todos los Santos, los 60 hornos crematorios de Catalunya incineraron el pasado año un total del 52,91% de los 70.743 fallecidos.

Esta cifra contrasta mucho con la del año 2008, cuando no se llegaba ni al tercio de las 59.485 personas muertas, con un porcentaje del 29,25%.

Barcelona es la provincia donde más se elige esta opción, ya que casi seis de cada diez difuntos son incinerados (un 57,71% en 2022). Le siguen Girona con un 47,32% y Tarragona con un 41,35%.

En contraste, la provincia de Lleida parece seguir optando por la opción del entierro clásico, puesto que el porcentaje de difuntos incinerados es apenas del 26,63%.

El presidente de las funerarias públicas y privadas que se agrupan en Asfuncat, Josep Maria Mons, ha vuelto a insistir en la reducción del IVA funerario, "que es del 21% y uno de los más altos de Europa".

El responsable de Asfuncat ha señalado que el 42 % del total de factura de un servicio funerario corresponde a impuestos, productos y servicios de otras actividades económicas y que los gastos propios de la actividad funeraria, por tanto, solo suman poco más de la mitad (el 58 %), según datos de la patronal funeraria estatal, Panasef, difundidos en Catalunya por Asfuncat.