Indignación por la picaresca de turistas de la Cerdanya para evitar colas en la C-16: "Nos colapsan los pueblos"

El trayecto de Berga a Cercs es de unos 10 minutos en coche. Pero la situación es totalmente diferente si es viernes, domingo o hay puente. Entonces, el recorrido, de menos de 10 kilómetros, puede superar la hora. "Es una verdadera tortura", lamenta el alcalde de Cercs, Urbici Malagarriga. Y parte de la culpa la tienen, en su mayoría, los turistas de la Cerdanya y algunos de Andorra, que hacen la picaresca de pasar por dentro los pueblos para ahorrarse las colas en la autovía. En algunos casos, como en Guardiola de Berguedà, llegan a colapsar la carretera que pasa por el centro del pueblo y que es paralela a la C-16. Los alcaldes reclaman medidas para un problema que se agrava en otoño y en invierno, pero avisan de que ampliar la C-16 no es la solución.

Los alcaldes piden medidas para evitar una situación que se agrava en temporada de otoño e invierno

Pasar por el centro de Berga, por la carretera vieja o, incluso, por el camino rural que comunica Vilada con La Nou, de poco más de tres metros y medio de ancho. Algunos turistas de la Cerdanya y Andorra se las ingenian todas para ahorrarse unos minutos de cola en la C-16, aunque esto les suponga recorrer más kilómetros o colapsar pueblos enteros.

Es el caso de Guardiola de Berguedà. La carretera que atraviesa el pueblo pasa paralela a la C-16, y muchos conductores optan por pasar para tratar de ganar tiempo. No lo consiguen, pero sí colapsan la carretera porque después deben volver a incorporarse y eso genera más colas.

El alcalde, Ferran Sayes, lamenta que esto les supone un problema de movilidad interna pero, por encima de todo, un problema de seguridad: "Los coches pasan con la idea de ganar tiempo y no lo hacen a la velocidad que les tocaría".

Cerrar accesos

Para evitarlo, el ayuntamiento está estudiando aplicar medidas como, por ejemplo, cerrar los accesos del pueblo para evitar la picaresca de los conductores. Igualmente, Sayes asegura que todo esto les condiciona el fin de semana. "De entrada, ya sabes que los viernes por la tarde no puedes subir de Berga y los domingos no puedes bajar", añade.

En la Nou de Berguedà la situación es aún más rocambolesca. Algunos turistas optan por pasar por el camino rural que comunica Vilada con La Nou. Se trata de una carretera asfaltada, pero con muchas curvas y muy estrecha, de poco más de tres metros y medio de ancho. Entre semana es una vía que sólo utilizan algunos vecinos de La Nou que no quieren correr o quieren disfrutar del paisaje, pero el fin de semana y festivos es otra historia: los turistas la colapsan. Además, al ser una carretera estrecha, hay vehículos con problemas para pasar si coinciden con otro coche en contradirección. "Más de una vez hemos tenido que ir a socorrerlos", lamenta el alcalde, Josep Maria Peixó.

El alcalde de Guardiola lamenta que se trata de "un problema de país y estructural". "Hay una macrocefalia, que es Barcelona y su área metropolitana y hay unos movimientos de poblaciones muy marcados", explica. La Cerdanya ha basado su modelo de crecimiento en el turismo estacional y de fin de semana, y las comarcas vecinas sufren sus consecuencias. En este sentido, para Sayes, la ampliación de la C-16 no es la solución: "Esto sólo traería más coches", asegura.