Reclamación al Govern

Renfe impone un contrato específico y el compromiso de pago para asumir el refuerzo de la línea de Rodalies Lleida-Cervera

Un tren de Rodalies

Un tren de Rodalies / MANU MITRU

Carlos Márquez Daniel

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El mismo día que Sants acoge un simulacro de atentado terrorista, y a escasos 200 metros, los responsables de la Rodalies, tanto de Territori como de Renfe se han visto las caras este jueves en una nueva edición del órgano mixto de coordinación del sistema ferroviario en Catalunya, un ente creado en enero de 2010 cuando se produjo el primer traspaso de las cercanías. El encuentro se ha producido con la negociación de la investidura como telón de fondo, y con el Govern reclamando, por enésima vez, la entrega total del servicio. Quizás por eso el resultado es más bien tímido: los detalles para reforzar el servicio de Rodalies de Lleida a partir del 1 de enero de 2024. Y la sospecha de que habrá polémica.

Ante la asunción del nuevo servicio, que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, pactó con la 'consellera' de Territori, Ester Capella, el 13 de septiembre, Renfe ha reclamado que el refuerzo de trenes de la línea Lleida-Cervera, valorado en 1,8 millones de euros, venga acompañado de un "contrato programa específico" que recoja los siguientes puntos: "Concretar las necesidades técnicas (parque móvil y personal) y el compromiso de pago" por parte del Govern. Como telón de fondo, la reciente sentencia del TSJC que condena a la Generalitat a pagar a Renfe una deuda de 81 millones de euros por los servicios no incluidos en el traspaso de 2010.

Que pague el Gobierno

El director general de Transports i Mobilitat, Oriol Martori, ha aplaudido el buen tono de la reunión y ha reclamado que el dinero para cubrir esta ampliación de trenes (tres más para el Lleida-Cervera y cuatro más en sentido contrario) corra a cargo del presupuesto que el Gobierno destina a Rodalies de Catalunya. Un montante que, a falta de contrato programa entre la Generalitat y el operador público, no se entrega al Govern, sino que va directamente a Renfe. Así las cosas, puede suceder que el 1 de enero la empresa esté lista para operar pero no lo haga porque no se ha cumplido la condición de asegurar la financiación.

Para una segunda fase se deja el refuerzo de la línea Lleida-Manresa, que el Govern quiere que Ferrocarrils asuma a partir de 2025. Mientras eso no sucede, se intentará que lo asuma Renfe. Pero primero una cosa (Lleida-Cervera) y luego la otra.