Begoña Casanova, 'rompesoledades': "A veces expresa más un silencio o una mirada que todo lo que puedas decir"

La obra social Sant Joan de Déu inicia este viernes 20 de octubre la segunda edición de la campaña 'Cafè Solidari' para combatir la soledad no deseada, una pandemia silenciosa que en Europa afecta a más de 30 millones de personas y que multiplica por cinco las probabilidades de desarrollar depresión y ansiedad. Y no solo afecta a mayores: un 26% de jóvenes afirman sentirse solos. Begoña Casanova (Bilbao, 1953), vecina de la Barceloneta, es voluntaria en el centro Sant Joan de Déu Serveis Socials desde hace casi 25 años y está considerada como una 'rompedora de soledades'. Romper la soledad le "da tranquilidad", explica a EL PERIÓDICO.

Esta vecina de la Barceloneta lleva 25 años "acompañando y aprendiendo" de personas que sufren soledad no deseada

¿Qué es para usted la soledad no deseada?

Para mí la soledad no deseada es algo muy duro porque no trata del hecho de estar solo, sino de encontrarse solo. A través de mi experiencia como voluntaria he comprobado lo complicado que puede llegar a ser.

¿Cómo se siente al ser considerada 'rompedora de soledades'? ¿Cómo lo hace?

Me da tranquilidad intentar sacar a estas personas de esa situación. Para ayudarles busco no invadir su espacio comprendiendo que existen momentos en los que no todo se basa en hablar. A veces expresa más un silencio o una mirada que todo aquello que puedas decir. El hecho de que sepan que simplemente estás ahí ya lo es todo. Es muy complicado lograr esa confianza, por eso me da tranquilidad cuando la consigo.

"Todos somos distintos pero tenemos muchas cosas en común, como los mismos miedos o sentimientos"

¿Qué le motiva a ayudar a estas personas?

En algún momento dado yo también he sentido esta soledad por lo que para mí el voluntariado es recíproco. Yo doy compañía pero ellos también me la dan a mí, por eso me implico y lo hago de manera muy enriquecedora porque yo también aprendo mucho de ellos. Me han dado una experiencia de vida muy importante. Hacen que valore cada detalle mucho más.

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¿Se puede romper este tipo de soledad?

Sí, en muchos casos. Yo les demuestro que me siento bien con ellos, que tengo confianza y que no les tengo miedo. Normalmente ellos se sienten muy rechazados por lo que yo les hago ver que somos distintos pero tenemos muchas cosas en común, como por ejemplo los mismos miedos o sentimientos. Al final todos buscamos querer y ser queridos. 

"Hay que hablar más de la soledad no deseada, hacerla visible y atreverse a relacionarse en momentos de debilidad"

¿Qué perfil de persona se suele encontrar?

Me encuentro bastante diversidad, pero la mayoría suelen ser personas mayores muy vulnerables con un recorrido complicado en la calle o con enfermedades mentales. Es muy importante comprender y empatizar con su situación. Al final es lo que más valoran porque se sienten muy solos.

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También existen personas no tan vulnerables que se sienten solas. ¿Qué les aconseja?

Intentar estar ocupado y hacer actividades porque en algún momento todos hemos estado solos. Hay que hablar más de esta soledad, hacerla visible y atreverse a llamar, a relacionarse en momentos de debilidad.

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La soledad no deseada está cada vez más extendida entre las personas jóvenes. ¿Cree que el uso masivo de las tecnologías está asociado a este tipo de soledad?

En mi opinión sí que tiene mucho que ver. Las tecnologías son útiles pero no deberían de ser tan necesarias todo el tiempo. En mi caso veo que mucha gente joven ha perdido la naturaleza a la hora de interaccionar y eso les afecta socialmente.

¿Cómo explicaría la importancia de la campaña 'Cafè Solidari'?

La idea del acto de sentarse alrededor de la mesa y compartir es una manera de romper esa soledad. Es necesario tener una mayor implicación a la hora de relacionarnos. Creo que se ha perdido el contacto físico en las relaciones como quedar con una persona cara a cara. Romper la soledad es practicar esas relaciones.