Un simulacro de accidente químico pone a prueba a 12 municipios del área de Barcelona

Protecció Civil de la Generalitat ha realizado este miércoles un simulacro de accidente químico en 12 municipios del Vallès, La Selva, el Bages, Berguedà y la Vall d'Aran. A las 11.00 horas, han sonado 21 sirenas de riesgo químico y se han enviado mensajes de alerta a los teléfonos móviles de los ciudadanos de estas poblaciones. En concreto, se han activado en Castellgalí, Granollers, Gualba, Les, Montornès del Vallès, Parets del Vallès, Polinyà, Puig-Reig, Riells i Viabrea, Sant Celoni, Sant Vicenç de Castellt y Santa Perpètua de Mogoda, municipios que incluyen un censo de más de 110.000 personas. La prueba también se ha escuchado en los municipios de Barberà del Vallès, Canovelles, Les Franqueses del Vallès, Lliçà de Vall, Montmeló y Vilanova del Vallès por proximidad a los municipios que tienen sirenas.

Según un primer balance de Protección Civil, el envío de alertas a los móviles se ha realizado correctamente. Sin embargo, en el caso del municipio de Les (Aran) parece que no ha tenido una buena recepción.

El simulacro ha servido para que los centros escolares de estos municipios pusieran a prueba sus protocolos de confinamiento. En el momento en que han sonado las sirenas, los responsables de estos centros han procedido a trasladar al alumnado al interior de las aulas, cerrar persianas y abordar la situación con calma. El objetivo es familiarizar al alumnado con lo que hay que hacer ante un posible riesgo real, concienciar a los más pequeños y comprobar las carencias que se puedan dar, como la rapidez del cierre o el mal funcionamiento de puertas o ventanas.

Confinamiento en los colegios

La escuela Lluís Piquer de Parets del Vallès ha sido una de las que se ha puesto a prueba. Aquí, la sirena ha pillado a una parte de los niños en el patio. Por megafonía, se ha comunicado a docentes y alumnos que debían trasladarse a las aulas. El procedimiento estaba estudiado, dado que muchos centros tienen previsto realizar un simulacro de confinamiento o evacuación a lo largo del primer trimestre: "Hemos ido hacia el interior y hemos hecho lo establecido, cerrar las puertas y las ventanas", relataba Laia, una estudiante de 6º de primaria.

Una vez en las aulas, los maestros han indicado a los alumnos las actividades a realizar, siempre de una manera tranquila y calmada. Algunos han aprovechado para hacer lectura, mientras que otros han desayunado o jugado en el aula.

"Es muy importante concienciar a la ciudadanía sobre cómo hacer un confinamiento, aquí estamos rodeados de polígonos y tenemos muchas industrias químicas", destaca Maria Lanza, directora de la escuela. Por eso, la de este miércoles era una buena oportunidad para testar si los mecanismos que tienen previstos son efectivos.

Y la prueba ha ido bien. "Los niños que estaban fuera han podido confinarse en el interior, han cerrado puertas y ventanas, y la escuela ha podido probar su protocolo de emergencia y detectar carencias", destaca la jefa de la Unidad de sensibilización de Protección Civil, Xesco Barón.

Los propios niños han sabido ver algunas cosas que no han terminado de funcionar. "La mayoría ha entrado caminando, pero algunos se han puesto nerviosos y lo han hecho corriendo", reconoce Helena, quien considera que alumnos como ella deben perfeccionar un momento clave como es el del traslado al interior del edificio .

También el centro ha podido ver qué hay que mejorar, como los cierres de puertas o ventanas, pero también las pautas a seguir, claras sobre el papel pero que no se sabe lo efectivas que pueden llegar a ser hasta que se deben hacer servir de verdad. Protecció Civil también hará los deberes: "Hemos hecho una encuesta y valoraremos las respuestas para ver si las sirenas se han sentido bien, y perfeccionar y pulir los cambios necesarios", destaca Baró.