En Estrasburgo

Seis jóvenes portugueses sientan en el banquillo del TEDH a 32 países por su inacción climática

Niños y jóvenes de Montana derrotan al Estado en un juicio histórico para proteger el medio ambiente

El 82% de los jóvenes españoles ha sufrido ecoansiedad

De izquierda a derecha, André Oliveira, Sofia Oliveira, Catarina Mota, Cláudia Agostinho y Martim Agostinho.

De izquierda a derecha, André Oliveira, Sofia Oliveira, Catarina Mota, Cláudia Agostinho y Martim Agostinho. / EFE / Finn Halloran/Stéphanie Caligara– Global Legal Action Network

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El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha empezado a estudiar este miércoles la denuncia presentada por seis jóvenes portugueses contra 32 países por no hacer lo suficiente para detener el calentamiento global. "El caso concierne el impacto del cambio climático que los demandantes consideran imputable a los Estados, especialmente el calentamiento global traducido en olas de calor e incendios forestales que afectan a sus vidas y su salud", ha señalado Siofra O'Leary, presidenta de la Gran Sala del tribunal.

Los jóvenes, de entre 11 y 24 años, aseguran que sufren ansiedad por su salud ante la crisis climática y ante la inacción de los gobiernos. "Teníamos miedo, pero no nos arrepentimos", aseguran los jóvenes. Si el tribunal, cuyas decisiones son vinculantes, les da la razón, los países implicados tendrán que reducir sus emisiones de gas invernadero. Es lo único que exigen estos chicos y chicas en su denuncia, ya que no han pedido ningún tipo de compensación económica.

Les acusan de violar sus derechos y exigen que tomen medidas y reduzcan las emisiones de efecto invernadero

Cláudia (24 años), Martim (20) y Mariana Agostinho (11), Sofia (18) y André Oliveira (15) y Catarina Mota (23) han decidido llevar ante el TEDH a los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE), el Reino Unido, Suiza, Noruega, Rusia y Turquía, tras los devastadores incendios que sufrió Portugal en 2017. Algunos de ellos alegan haber sufrido alergias y problemas respiratorios tanto durante los incendios como después, unas dolencias en riesgo de persistir si el planeta sigue calentándose.

Cuatro de los jóvenes viven en el distrito de Leiria, a unos 140 kilómetros al norte de Lisboa y una de las zonas afectadas por la ola de incendios de 2017, que dejaron más de un centenar de muertos en distintas partes de Portugal. La tragedia motivó a los seis a llevar ante la Justicia a esos países por no hacer lo suficiente para protegerlos de la crisis climática.

En su demanda, defienden que se han violado algunos de sus derechos, como a la vida o a estar libre de tortura y de un trato degradante o inhumano, recogidos en la Convención Europea de los Derechos Humanos.

"No podemos dormir porque hace mucho calor, no podemos salir y sufrimos ansiedad por el clima"

"Teníamos miedo, porque estamos nerviosos, pero nunca nos arrepentimos (de presentar la demanda), porque sabemos que estamos luchando por nuestras vidas", ha explicado Cláudia. Más de 80 abogados y juristas de los estados incriminados han acudido a la audiencia, salvo Ucrania, contra quien los demandantes retiraron su denuncia, y Rusia, que no ha tenido representación.

Las resoluciones del TEDH son vinculantes, por lo que si les da la razón, los países tendrán que reducir sus emisiones

Otra de las denunciantes, Catarina, ha indicado que han optado por demandar a esos Estados porque las consecuencias de la crisis climática sólo van a empeorar y necesitan que los gobiernos actúen para protegerlos ahora. "No podemos dormir porque hace mucho calor, no podemos salir y sufrimos ansiedad por el clima", se quejó Catarina.

Ante el reto que tienen por delante los jóvenes se muestran optimistas. Saben que si ganan en Estrasburgo (Francia), el impacto será "enorme": "32 gobiernos serán forzados a reducir drásticamente sus emisiones", recordó, por su parte, Cláudia.

Examinar la admisibilidad de la demanda

"Significa mucho para nosotros que el caso vaya a la gran sala (del TEDH). Es un gran paso y estoy muy emocionado. Creo que va a ir muy bien", augura André. No será fácil. En esta primera sesión, el TEDH ha catalogado el caso como "cuestión prioritaria" y lo ha encomendado a la Gran Sala, la de más jerarquía dentro del tribunal, integrada por 17 jueces. Pero antes que nada, los jueces deben examinar la admisibilidad de la demanda, dado que los jóvenes recurrieron directamente al TEDH sin haber pasado por los tribunales estatales.

Los denunciantes argumentan que intentar presentar casos separados en los 32 países sería una "carga excesiva y desproporcionada" en un caso que requiere atención urgente. Por su parte, los abogados de los Estados han admitido la importancia del cambio climático, pero han defendido que la lucha de estos jóvenes no corresponde al tribunal europeo.

Es probable que pasen varios meses antes de que el tribunal decida si puede admitir el caso.

El predecente de Montana

En este caso de David contra Goliat, los demandantes han tenido el apoyo de la asociación sin ánimo de lucro Global Legal Action Network, con fondos procedentes de donativos y de una campaña de crowdfunding. Y esperan que su ejemplo motive a otros jóvenes a tomar acciones legales por el clima. Martim recordó que hay chicos como ellos preocupados por su futuro y preparados para luchar. "En Corea del Sur, Rusia, Vanuatu y otros países -mencionó-, muchos están usando el poder de la ley para responsabilizar a los gobiernos".

El pasado julio, sin ir más, lejos, un grupo de jóvenes de Montana (EEUU) logró que el tribunal del estado les diera la razón en su derecho a tener un clima limpio.

Antes, otros dos casos relacionados con el clima ya llegaron ante el TEDH, aunque no de la misma magnitud: una demanda contra Suiza presentada por una asociación de mujeres mayores y otra contra Francia impulsada por un parlamentario del mismo país. El TEDH todavía no se ha pronunciado sobre ellos, y no se descarta que pueda haber una decisión conjunta sobre los tres casos de aquí a unos meses.