La Catalunya vaciada

El municipio de Bot ofrece vivienda al personal sanitario que quiera trabajar en la Terra Alta

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Pueblos con empleo en la Catalunya rural, pero sin habitantes

Multimedia | La sanidad vaciada: diario de un médico rural

Una enfermera ausculta a un paciente en un CAP.

Una enfermera ausculta a un paciente en un CAP.

EFE

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El Ayuntamiento de Bot (Terra Alta) ofrece vivienda al personal sanitario que esté dispuesto a trabajar en la comarca, una iniciativa que quiere solucionar el problema de falta de médicos y enfermeras en esta zona interior de la provincia de Tarragona. De momento, solo ofrecen una vivienda, que es la antigua casa del doctor, adosada al consultorio médico, de dos plantas, tres habitaciones, luminosa y con jardín.

"Teníamos médico cinco días, y ahora solo tenemos tres"

Núria Mulet

— Alcaldesa de Bot

"La ofrecimos a nuestro médico, pero no estaba interesado, por eso la ofrecemos ahora al personal sanitario que quiera venir, que aunque no trabaje en Bot, si hay más médicos en la comarca, nos repercutirá positivamente", cuenta la alcaldesa del municipio, Núria Mulet.

"Pedimos médico en cada pueblo los cinco días de la semana, que es lo que teníamos hace unos años".

Lluís Agut

— Consell Comarcal de la Terra Alta

La alcaldesa de Bot sabe que la iniciativa de ofrecer casa tiene un alcance limitado, pero defiende la importancia de proponer medidas como esta mientras no llegue una intervención estructural del problema que sufren también otras comarcas despobladas. "Quien tiene el deber de asegurar la presencia de personal sanitario es el Departament de Salut, pero nosotros ponemos un grano de arena", defiende Mulet.

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En Bot, como en la mayoría de municipios de la Terra Alta, el consultorio ha pasado a abrir menos días durante los últimos años: "Teníamos cinco días de médico a la semana, y ahora solo tenemos tres, y si el doctor tiene guardias o hace una sustitución en otro pueblo, solo abre dos días o incluso uno", continua la alcaldesa.

Solo la capital comarcal, Gandesa, y dos municipios más tienen visitas médicas cada día laborable: "Todos tenemos médico, el problema es cuándo", lamenta Mulet. "Y antes, entre todos los pueblos teníamos dos pediatras, ahora solo uno y cuando hace vacaciones, ninguno", añade, por su parte, el presidente del Consell Comarcal de la Terra Alta, Lluís Agut, que resume así sus exigencias al Departament de Salut: "Pedimos médico en cada pueblo los cinco días de la semana, que es lo que teníamos hace unos años".

Comarca envejecida

La Terra Alta es una de las zonas de Catalunya que más sufre las consecuencias de la despoblación y, además, es la comarca con un índice de envejecimiento más alto: un 29,2% de sus habitantes tienen 65 años o más.

"Nuestra gente mayor ya no conduce y, en la mayoría de casos, sus hijos no viven en la comarca", señala la alcaldesa para justificar la importancia de tener más médicos y enfermeros.

El envejecimiento también afecta directamente al personal sanitario -"se han jubilado los doctores que había y nadie lo ha previsto"-, sentencia Agut, que asegura que durante los próximos años se seguirán jubilando otros médicos en la comarca y, así, se enquistará el problema.

Esta situación, sumado a que "las tareas de un consultorio rural son poco atractivas", según sospecha Mulet, hace que la población de la Terra Alta no vea una solución inmediata a esta situación.

Opción de profesionales jóvenes

Aun así, desde el Col·legi Oficial de Metges de Tarragona aseguran que hay una tendencia que da esperanza a estas áreas despobladas: "Estamos viendo que gente joven coge las plazas de médico en el mundo rural, valoran que es un puesto que les permite la conciliación familiar", explica la vicepresidenta de la institución, Mireia García Villarrubia. "Eres uno más del pueblo, y vives una relación diferente entre médico y paciente, y esto gusta a quien se dedica a la medicina de familia", destaca García.

A pesar de esta consideración optimista, la vicepresidenta del colegio tarraconense reconoce el problema de la falta de personal sanitario en la Terra Alta. García asegura que la Generalitat debe abordar el problema mejorando sus condiciones: "Compatibilizar las tareas en el consultorio con la posibilidad de hacer investigación, y asegurar que estas plazas tienen las mismas opciones de ascenso laboral que las demás", sugiere.