Entender más

Daniel Crespo, rector de UPC: "El oro del siglo XXI es el talento de las personas"

Daniel Crespo, rector de la UPC

Daniel Crespo, rector de la UPC / Ferran Nadeu

Marta López

Marta López

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) hay matriculados este curso un total de 18.684 alumnos en grados. De ellos, 5.770 son mujeres, apenas el 30,8%, un porcentaje que progresa cada año, pero lo hace muy lentamente. Acabar con esa brecha de género es uno de los retos de la UPC, como explica su rector, Daniel Crespo.

-La igualdad entre hombres y mujeres avanza pero no en el caso de las carreras tecnológicas, en general. ¿Cuál es la situación concreta en la UPC?

-En la UPC el tema de la brecha de género es un tema que nos preocupa mucho y es una de nuestras políticas más importantes. Estamos realizando muchas acciones en lugares donde realmente pensamos que tienen efecto, que es en la enseñanza secundaria, y estamos llegando también a la enseñanza primaria porque la información que tenemos nos dice que a menudo las chicas deciden hacia donde orientarán su futuro profesional antes del bachillerato. Por lo tanto, hemos de mostrarles interés por la tecnología a estas edades. Y es una de las cosas que estamos haciendo. La realidad es que la situación está mejorando. Nosotros, hace seis años, teníamos alrededor del 25% de mujeres matriculadas en nuestras carreras y desde hace seis años estamos incrementando el porcentaje de las que entran en la universidad un 1% anual. El año pasado pasamos del 30% del nuevo ingreso, pero aún no llegábamos al 30% del total. Estábamos en el 29% del total. Este año, como hemos vuelto a incrementar un 1% el nuevo ingreso, ya pasamos del 30% en la proporción del nuevo ingreso como en el global de la universidad. Evidentemente, esto es un trabajo lento. No es tan fácil.

-¿Tiene que ver esa brecha con la imagen muy masculina que se tiene la tecnología en la sociedad?

-La tecnología está mejorando mucho su imagen en la sociedad. En Barcelona y Catalunya está cuajando la percepción de que la tecnología está ofreciendo lugares de trabajo de muy buena calidad y con buenos salarios. Y eso ayuda. Y yo siempre insisto en que la sociedad tiene una cierta visión de lo que es la tecnología quizá asociada a una tecnología relativamente antigua y lo que no piensa es que la tecnología de hoy en día tiene un componente creativo que la gente desconoce bastante. ¿Cuál es el trabajo de un ingeniero? Pues bueno, ingenieros son los que han hecho los móviles, que ahora son imprescindibles. Esto no existía, no es producto de la naturaleza. Aquí hay un trabajo creativo. Y este componente creativo de la tecnología, que es el mismo cuando estás haciendo un programa, desarrollando una aplicación o diseñando el nuevo modelo de Apple, es muy gratificante.  Y es una de las cosas que nos hemos de preocupar de transmitir a todo el mundo pero en particular a las chicas. Yo soy físico y me he pasado toda la vida haciendo lo que me gusta. Y la mayor parte de los ingenieros se pasan la vida haciendo cosas que les gustan. Y esto no es fácil de transmitir. La persona que diseña un móvil, el día que este sale a la venta puede sentirse muy contenta y exclamar: ¡Esta es mi obra! Lo que pasa es que no la ha firmado.

-Se ha referido a acciones de la Universidad para romper la brecha de género. ¿Cuáles son?

-Una es el programa ‘Aquí estem’ orientado a chicas de secundaria al que me refería antes. Tenemos además un programa de mentorías para chicas, para ayudarlas durante la carrera y después a ingresar en el mundo laboral. Tenemos diversas acciones. Has de trabajar a diferentes niveles, a diferentes edades y lo mejor que podemos decir, es que si cada año tenemos un incremento del 1% de matriculaciones de chicas, estamos en el buen camino. También es cierto que como pasa en todo el sistema universitario, no tenemos un 30% de mujeres en todas las carreras, hay carreras que tienen más y hay carreras que tienen menos. Tenemos otro programa que es que cuando los investigadores acaban su baja por paternidad o maternidad, durante un cuatrimestre les liberamos de la docencia para que solo hagan investigación y puedan recuperar el tiempo que han estado de baja.

-¿La buena salida laboral de las carreras técnicas es otro de los incentivos?

-Según un informe de la Generalitat hecho con estudiantes a los dos años de acabar la carrera, en la UPC tenemos el nivel de ocupación más alto y nuestros titulados tienen el salario medio más alto de todas las universidades catalanas. Es lo lógico porque estamos en un momento en que la tecnología está tirando de la economía en Barcelona. La proyección profesional de los ingenieros y de los tecnólogos es muy interesante y muy buena.

-Si la tecnología es el futuro, pero las mujeres se incorporan demasiado lentamente a este futuro que ya es presente, ¿haría falta medidas gubernamentales para acelerar esta tendencia?

-Hay un argumento muy interesante. El 50% de los usuarios de la tecnología son mujeres y a la hora de enseñar esta tecnología, se ha de tener en cuenta la perspectiva de estas usuarias. Y, por tanto, este es un argumento muy potente para fomentar que más mujeres participen sobre todo en el diseño de las nuevas tecnologías. Las medidas de tipo ‘obligatorio’ yo diría que no funcionan. Yo no creo que sea una buena idea obligar a una persona a estudiar un grado o un máster que no es su prioridad. Estudiar una carrera universitaria siempre requiere un esfuerzo. Si tú estás estudiando eso que te interesa, el esfuerzo vale la pena. Si no es así, aumenta la posibilidad de abandono. No se trata de implementar medidas de tipo obligatorio, sino de estímulo.

-No se trataría tanto de medidas obligatorias pero sí de discriminación positiva a través de becas, por ejemplo.

-Se podría, sí. Ahora mismo la ley de universidades que se ha de aprobar nos permite por primera vez en la historia que en los concursos de provisión de plazas de profesor se apliquen medidas de discriminación positiva. ¿Se podría hacer una línea de becas para facilitar la entrada de chicas en la tecnología? Se podría. La universidad no puede porque no tiene recursos, pero la Administración podría, sí.

-¿Nuestro país va por detrás con relación a otros a la hora de valorar la tecnología? Buena parte de ingenieros titulados aquí que se marchan Alemania.

-Vivimos en un mundo global y es evidente que el oro del siglo XXI es el talento de las personas. Hoy en día lo que realmente buscan las empresas a nivel global es gente con creatividad, talento y capacidad de trabajo para hacer muchos productos o servicios de calidad porque competimos todos con todos. Es evidente que hay ofertas de trabajo en Alemania o EEUU que pueden ser atractivas para nuestros ingenieros y es evidente que una parte se va. También se van los médicos y los científicos. A mí no me importa que se vayan los científicos al extranjero. Lo que es importante es que seamos capaces de ofrecerles alicientes para que vuelvan. Cuando una persona se va a hacer un trabajo fuera o una investigación fuera y vuelve, enriquece el país. A mí, que haya movimiento de personas no me parece nada mal. Pero hemos de ser también atractivos para atraer personas, una parte de los que se han marchado y otra parte que vendrán de otros países a aquí. Es positivo que haya movimiento de personas, es muy positivo que haya movimiento de ideas. Lo malo sería que los estudiantes de la UPC no se fueran porque no los quieren en ningún país. Nuestros ingenieros, allí donde van, nos hacen quedar muy bien. Y me doy cuenta de que el prestigio de la UPC va más allá de lo que es Catalunya.

Suscríbete para seguir leyendo