Daniel Sancho se gastó 40 euros en un cuchillo de carnicero y objetos de limpieza un día antes del crimen

Daniel Sancho gastó casi 40 euros en objetos de limpieza y un cuchillo de carnicero en la víspera de la llegada de Edwin Arrieta. La factura, a la que EL PERIÓDICO DE CATALUNYA ha tenido acceso, revela que compró un cuchillo con una hoja de 34 centímetros de largo y 9 de ancho, tres paquetes de bolsas de basura, dos paquetes de guantes de plástico, un paquete de bolsas de asas, dos paquetes de esponjas metálicas, tres paquetes de papel transparente para embalar y tres paquetes de gomas para atar, entre otros productos.

Este es el cuchillo de siete euros con el que Daniel Sancho confesó haber descuartizado a Edwin Arrieta

La factura fue clave para la resolución del crimen. Estaba en una de las bolsas con restos humanos encontradas en un vertedero de Koh Panghán, isla meridional de Tailandia. En ella figura el nombre del establecimiento, Big C, el mayor supermercado de la isla, y la fecha, el 1 de agosto a las 5.04 PM. La policía pidió las grabaciones del establecimiento y descubrió al comprador: un joven con melena recogida, camiseta blanca, bermudas y mochila a la espalda. Otra cámara situada en la calle registró la matrícula de su moto alquilada, el vehículo más habitual de los turistas en el sudeste asiático y para el cual es preceptivo dejar en depósito el pasaporte. La policía acudió al negocio e identificó al joven como Daniel Sancho.

La prensa tailandesa ya había mencionado la factura y concretado que incluía guantes de plástico, bolsas de basura y un cuchillo. Se desconocían las cantidades industriales de objetos de limpieza, extraños en quien pernocta en un hotel, y las enormes dimensiones del cuchillo. La compra se efectuó en la víspera del desembarco en Kho Panghán de Arrieta. Según la versión de Sancho, filtrada por la prensa local, este intentó cerrar su relación con el cirujano colombiano en varias ocasiones pero el último le advirtió de que revelaría fotografías comprometedoras. Este diario reveló que en los chats del teléfono de Sancho, en poder de la policía, también constaban amenazas de muerte. El desenlace fatal llegó, según Sancho, cuando Arrieta insistió a su llegada a Koh Panghán en mantener relaciones sexuales. El chef español perdió la cabeza y golpeó a Arrieta.

La factura complica la defensa del crimen por arrebato que sostiene Sancho. La policía local ya repetía esta semana a este diario que estaba segura “al 100 %” de que fue planeado y que confiaba en que el juicio corroborará sus conclusiones. El martes ha sido convocada una rueda de prensa en la comisaría local y no es descartable que la policía anuncie el final de sus investigaciones. Después enviará sus conclusiones a la Fiscalía para que pueda empezar el juicio. Su duración dependerá de si Sancho repite su declaración de culpabilidad o se desdice: tres meses en el primer caso, más del doble en el segundo. El juez que ordenó su prisión provisional el pasado lunes ya le informó de que la admisión de culpa recorta sustancialmente la pena en Tailandia.

Desde el Despacho Criminológico-Jurídico Balfagón-Chipirrás, contratado para la defensa de Sancho, aseguran a este diario que les llama la atención “la ausencia de lejía u otros productos corrosivos que son empleados habitualmente para limpiar las evidencias de un crimen”. El despacho esperará a recibir todas las diligencias policiales y judiciales del caso antes de decidir la estrategia. Desconocen aún cómo se declarará su defendido en la apertura de la fase oral o si intentarán demostrar que el delito no fue premeditado. En las últimas horas apuntan a una autoría compartida. La sostienen en dos aspectos. Por un lado, en la dispersión de los restos del cadáver: unos fueron lanzados al mar desde un kayak por Sancho; los otros, en bolsas de basura repartidas por el litoral. Y, por el otro lado, las escasas horas en las que fue troceado el cuerpo, insuficientes a su juicio para una sola persona, incluso en tan excepcional forma física como el sospechoso. “El personal sanitario tailandés que recogió los restos afirma que los cortes son muy distintos en las diferentes partes y que, en base a su experiencia, hay más de una persona involucrada”, añaden desde el despacho.