Tecnología de última generación

Catalunya avanza en la detección de drogas, clave para los casos de sumisión química

El Departament de Justícia contará con equipos que podrán descubrir rastros de drogas en sangre y orina a muy baja concentración

Los derivados del fentanilo o las anfetaminas son activos a concentraciones tan bajas que pueden pasar desapercibidos

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Laboratorio de medicina legal y forense situado en el complejo de la Ciutat de la Justícia, en Barcelona.

Laboratorio de medicina legal y forense situado en el complejo de la Ciutat de la Justícia, en Barcelona.

EFE

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El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Catalunya (IMLFC) ha incorporado unos equipos que permiten identificar -tanto en sangre como en orina- drogas nuevas o activas a muy baja concentración, lo que resulta clave, por ejemplo, para investigar denuncias por sumisión química que quedan impunes ante la dificultad de detectar las sustancias tóxicas presuntamente utilizadas. Los nuevos equipos, de última generación y con un coste de 1,8 millones de euros por seis años de alquiler, suponen una mejora en la calidad de los estudios bioquímicos, biológicos y toxicológicos que llevan a cabo los forenses por encargo judicial.

Así, estos nuevos recursos facilitarán la resolución de causas judiciales sobre delitos relacionados con el uso de sustancias tóxicas complejas. Además de los avances en la investigación de agresiones sexuales, también resultarán útiles para otras investigaciones como accidentes de tráfico provocados por conductores drogados u otras muertes causadas por el consumo de sustancias psicotrópicas.

Según la doctora Geli Gallego, responsable del Servicio de Laboratorio Forense del IMLCFC, en los últimos años ha habido una "evolución" en el consumo de drogas de abuso: si hasta ahora las más habituales eran el alcohol, la cocaína, la heroína o las anfetaminas, en los últimos años han aparecido otras sustancias, conocidas como "emergentes" o "psicoactivas".

Más difíciles de detectar

Ese tipo de drogas se basan en sustancias que ya existían o que se sintetizan mediante modificaciones químicas, como los derivados del fentanilo o las anfetaminas, que según la doctora "son activos a concentraciones tan bajas que la cantidad presente en una muestra de sangre, por ejemplo, puede pasar desapercibida".

"Tenemos noticia constantemente de la aparición de nuevas drogas en el mercado, se parecen a las anteriores pero son más potentes, así que son activas en concentraciones muy bajas. Conocerlas y detectarlas es un reto para los laboratorios de toxicología forense", añade la experta. Otra de las capacidades de los nuevos equipos es que permiten detectar diferentes sustancias, a baja concentración, en los casos de personas que han consumido varias drogas, lo que provoca una "acción sinérgica con una afectación global en el organismo", precisa Geli Gallardo.

Equipos de última generación

Los nuevos equipos son cuatro aparatos cromatógrafos de elevado nivel tecnológico y alta resolución que se basan en las técnicas de toxicología forense para la detección de alcohol, drogas de abuso y psicofármacos, entre otros. Tres de ellos son similares a los aparatos de que ya dispone el IMLFC, pero más modernos y con capacidad para detectar más sustancias y más rápido, mientras que el cuarto es un equipo de alta resolución que incorpora la tecnología actualmente más avanzada en toxicología forense, que permite rastrear tóxicos a muy baja concentración.

El IMLCFC, que recibe peticiones de informes forenses de juzgados de toda Cataluña, llevó a cabo a lo largo del año pasado 6.055 analíticas, lo que supone un aumento del 70,2 % respecto a los casos atendidos en 2010.