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UNA JOVEN JUNTO A UNA PISCINA PORTATIL

UNA JOVEN JUNTO A UNA PISCINA PORTATIL / EPC

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Con la llegada de las altas temperaturas, los ciudadanos buscan todo tipo de formas para refrescarse y combatir el calor sin necesidad de salir de casa. Una de las alternativas para muchos es instalar piscinas portátiles en terrazas, balcones y azoteas de sus hogares. Pero esta práctica, según ha anunciado en un comunicado el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) puede suponer un "riesgo" para las infraestructuras de la gran mayoría de edificios porque "no están preparados para soportar las grandes cargas de agua".

Desde el COAM explican que la estructura de la gran mayoría de edificios de la Comunidad de Madrid está preparada para soportar una sobrecarga de uso de entre 100 y 200 kilogramos, pero el agua de una piscina supone una importante carga extra para soportarlo. Ponen un ejemplo para que los ciudadanos sean más conscientes: "una pequeña piscina de un metro cuadrado, con una profundidad de 20 centímetros, ya llegaría a 200 kilos, pudiendo producirse daños visibles en el techo inferior. La misma piscina, pero con una profundidad de 50 centímetros, hace que la sobrecarga de peso ascienda hasta los 500 kg, media tonelada, con lo que los posibles daños serían más intensos, comprometiéndose la estructura del edificio".

También hay que ser conscientes de la antigüedad de la construcción, ya que muchos de los edificios existentes se llevaron a cabo hace décadas, bajo una normativa menos exigente que la actual. Si no se realiza un mantenimiento regular durante el año y se desconoce el estado físico de sus elementos resistentes, instalar una piscina puede comprometer la seguridad de las construcciones.

Según Fernando Landecho, arquitecto y vocal de la Junta de Gobierno del COAM, "cuanto más profunda sea la piscina, el riesgo y la posibilidad de un accidente grave aumenta exponencialmente" y añade que reparar las afectaciones de peso del inmueble supone un "elevado coste: cuanto mayor sea el daño de la estructura, más costosa será su reparación".

Por todos estos motivos, desde el COAM recomiendan no instalar piscinas portátiles ni elementos similares sobre las cubiertas, forjados y balcones de los edificios, especialmente en aquellos que no sean de reciente construcción.