Drones y multas para evitar el llenado de piscinas en Catalunya

La sequía persiste y la normativa que impide llenar piscinas particulares también. Para evitar que los ciudadanos incumplan esta medida, varios ayuntamientos catalanes han puesto en marcha iniciativas para impedir el llenado de piscinas en sus municipios. El consistorio de Calafell ha puesto en marcha un dispositivo de vigilancia aérea, con drones, para tomar imágenes de las piscinas y se irá comprobando que el estado de estas piscinas no cambie. El ayuntamiento de Palafrugell, por su parte, ha impuesto la primera multa por el llenado de una piscina. 

Según la normativa vigente, la Generalitat deja en manos de los ayuntamientos la aplicación de medidas para comprobar si los usuarios cumplen o no con las restricciones impuestas por la situación de sequía extrema, entre las que también destacan la prohibición de regar el césped con agua corriente o limpiar vehículos fuera de los establecimientos autorizados. Por ahora, el uso de drones y la imposición de multas están siendo las principales herramientas aplicadas por los ayuntamientos catalanes.

En el caso de Calafell, en este municipio del Baix Penedès hay unas 2.500 piscinas particulares, una cantidad que, según un comunicado del ayuntamiento, sería imposible de vigilar. Por eso mismo, el ayuntamiento ha querido apostar por la vigilancia aérea. Los responsables de este proyecto aseguran que los drones solo volarán de día y que si se sacan imágenes privadas de personas bañándose se eliminarán.

Busca si tu municipio gasta más agua de lo permitido en sequía

Calafell es una de las ciudades de Tarragona con más piscinas por habitante y con un consumo elevado de agua. Hay otras ciudades con situaciones similares, de hecho, casi un 30% de los municipios catalanes incumplen con las dotaciones máximas de agua previstas.

Aseguran desde el ayuntamiento que los drones solo volarán de día y que si se sacan imágenes privadas de personas bañándose se eliminarán

El ayuntamiento se ha propuesto reducirlo a través de varias medidas. Han cancelado actos festivos que implicaban consumo de agua elevado, no funcionan las fuentes ornamentales ni las de beber que no tienen cierre automático y el riego de parques y jardines está restringido. Además, se han puesto en marcha acciones de concienciación.

El concejal de Ecologia Urbana Aron Marcos destaca que la situación en Calafell no es preocupante, de momento: "Sin embargo, esta crisis provocada por la sequía es general y solo saldremos adelante si nos implicamos todos los municipios. Nos tenemos que esforzar de verdad".

Multa de 500 euros

En Palafrugell, el ayuntamiento ha optado por luchar contra el llenado de piscinas imponiendo la primera sanción a un usuario que había infringido la normativa. El municipio del Baix Empordà lleva desde el pasado mes de marzo en fase de excepcionalidad y con restricciones en el uso de agua. El denunciado deberá pagar un total de 499 euros por la infracción. 

La actual normativa prevé sanciones entre los 150 y los 3.000 euros

Según la normativa actual, el incumplimiento de las medidas de ahorro hídrico conlleva sanciones desde los 150 y a los 3.000 euros. Las multas van desde los 150 a los 750 euros por infracciones en los municipios en fase de alerta, de los 750 a los 1.500 en los que están en fase de excepcionalidad y de entre los 1.501 a los 3.000 para los que ya hayan llegado a la fase de emergencia.