Directiva europea

Guerra a las 'fotopollas': Europa pide reforzar la normativa sobre ciberviolencias contra las mujeres

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Una mujer mira su teléfono móvil mientras toma el sol en una playa.

Una mujer mira su teléfono móvil mientras toma el sol en una playa. / Manuel Bruque

Valentina Raffio

Valentina Raffio

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El Parlamento Europeo se prepara para librar una nueva batalla: la lucha contra el envío no solicitado de imágenes de genitales (un fenómeno que técnicamente que se define como 'cyberflashing' pero que popularmente se conoce  como 'fotopollas' o 'fotopenes'). Según apuntan algunos estudios, al menos el 50% de las mujeres han recibido imágenes no solicitadas de genitales. El porcentaje es aún mayor en franjas más jóvenes, donde se calcula que casi el 75% de las niñas de entre 12 y 18 años han recibido este tipo de contenido en sus móviles.

"Tenemos que luchar contra todo tipo de violencia que afecta a las mujeres. La lucha contra los ciberdelitos es fundamental, sobre todo entre las franjas jóvenes, porque sabemos es ahí donde germina otro tipo de violencia hacia las mujeres", ha explicado la eurodiputada Frances Fitzgerald en una comparecencia pública celebrada este miércoles en Estrasburgo. 

"Tenemos que luchar contra todo tipo de violencia que afecta a las mujeres"

Frances Fitzgerald

Este es uno de los temas que ahora mismo se están debatiendo en la Eurocámara en el marco de las negociaciones sobre la nueva directiva contra la violencia de género. El Parlamento ya ha adoptado su mandato para iniciar las negociaciones en esta materia. Una de las principales líneas de acción de la nueva normativa será contra los ciberdelitos que afectan a las mujeres. En este sentido, se espera endurecer la normativa europea contra la violencia y el acoso en línea hacia las mujeres, así como la divulgación de material íntimo a través de internet. Solo en España, según alerta un reciente estudio del Instituto de las Mujeres, se estima que más del 80% de las mujeres ha sufrido alguna situación de acoso en redes sociales. "Este tipo de delitos pueden desembocar en situaciones muy graves. Hay mujeres que se han suicidado debido a la divulgación de imágenes íntimas", ha añadido Fitzgerald.

La eurodiputada española Eugenia Rodríguez Papop también reclama abordar "todas las formas de ciberviolencia conocidas, desde el acoso hasta la difusión de imágenes sexuales sin el consentimiento de la persona grabada".  "Estamos ante un tipo de delitos que ahora mismo no están recogidos en la legislación de todos los estados europeos. Necesitamos homogeinizar y endurecer la normativa en esta materia. Sobre todo teniendo en cuenta la prevalencia de estos delitos entre las jóvenes menores de 25 años e incluso entre las menores", ha explicado Rodríguez en declaraciones a EL PERIÓDICO. 

"Estamos ante un tipo de delitos que ahora mismo no están recogidos en la legislación de todos los estados"

Eugenia Rodríguez Palop

Nueva normativa

Según han explicado este miércoles los impulsores de esta normativa, el objetivo es forjar más medidas de prevención, protección de las víctimas y persecución de los autores. La lucha contra los delitos virtuales que afectan a las mujeres es solo una parte de un plan mucho más ambicioso para "garantizar que todas las mujeres de Europa, estén donde estén, tengan asegurados sus derechos y que, en caso de que estos sean vulnerados, la ley las ampare de forma correcta", ha explicado la diputada Evin Incir durante una comparecencia de prensa organizada en Estrasburgo para abordar el inicio de las negociaciones en la Eurocámara. 

"Queremos garantizar que todas las mujeres de Europa, estén donde estén, tengan asegurados sus derechos"

Evin Incir

A partir de este jueves, el Parlamento, el Consejo y la Comisión europea iniciarán la negociación conjunta para cerrar el texto final de esta nueva normativa. Se trata de primer trílogo que se realiza durante la presidencia española. El objetivo de este es crear un marco unitario para hacer frente a "todo tipo de violencia contra las mujeres". Para ello se prevé endurecer las leyes europeas contra la violencia sexual, el acoso en el entorno laboral y otros ámbitos como la mutilación genital intersexual, la esterilización forzosa y los matrimonios forzados. También se plantea la creación de nuevos mecanismos para garantizar la seguridad y la salud de las víctimas y brindarles asistencia legal gratuita. 

El que por ahora parece que será el principal escollo de estas negociaciones es el debate entorno a la violación y su tipificación penal. Las impulsoras de esta directiva apuestan por promover una definición basada en la ausencia de consentimiento (siguiendo el modelo irlandés o el español de la ley 'solo sí es sí'). Esta posición, sin embargo, parece que se enfrenta al rechazo de una buena parte de los países en la Eurocámara.