La Generalitat avisa a la DGT que seguirá incorporando víctimas de accidentes en los cursos para recuperar el carné de conducir

La Conselleria d'Interior y el Servei Català de Trànsit (SCT) exigirán a los centros que realizan los cursos de recuperación del permiso de conducir una serie de condiciones para preservar la metodología vigente y garantizar la participación de las víctimas en el proceso. Lo ha anunciado el conseller Joan Ignasi Elena que ha defendido la "dimensión transformadora" del modelo catalán. Estas declaraciones llegan después de que en marzo el Tribunal Supremo dictara una sentencia que confirmaba la nulidad del sistema que la DGT aplicaba al resto del Estado porque favorecía a los monopolios. Fruto de la decisión judicial, este organismo sustituyó al régimen de concesiones por uno de autorizaciones que permite el libre mercado y que ahora también afectará a Catalunya.

Joan Ignasi Elena se ha reunido este miércoles con el director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel y representantes de las asociaciones de víctimas de tráfico Stop Accidents y Prevención de Accidentes de Tráfico, para abordar la decisión del la DGT de liberalizar esta actividad. El conseller ha explicado que durante más de 17 años Cataluña ha tenido un modelo propio que "ha funcionado con éxito", que ha garantizado una educación de calidad y que tenía el consenso del sector de las autoescuelas y de las asociaciones de víctimas. "Estos cursos no eran sólo un aprendizaje, estaban planteados como una experiencia transformadora para que la persona viera las consecuencias y la gravedad de los hechos que había cometido", indicó. Así, ha apuntado que a lo largo de este tiempo 240.000 ciudadanos han participado.

El pasado mes de marzo, el Tribunal Supremo dictó una sentencia que confirmaba la nulidad del sistema creado por la Dirección General de Tráfico (DGT) por repartir los cursos para recuperar los puntos de los permisos de conducir al resto del Estado. El alto tribunal consideró que la regulación estatal favorecía la aparición de monopolios, dado que para la licitación de éstos sólo se contemplaban cuatro lotes territoriales. Todo ello hizo que la DGT decidiera convertir el modelo basado en concesiones en uno que se rige por autorizaciones. Según Elena, este hecho supone una liberalización de esta actividad, lo que imposibilita que exista un control público de la formación que se da.

Aunque inicialmente el cambio dejaba al margen a Cataluña y País Vasco, dos territorios que funcionaban con un sistema propio y que en el caso catalán suponía que existían 38 lotes territoriales, recientemente la DGT ha publicado en el Boletín Oficial del Estado ( BOE), un Real Decreto que también establece la suspensión de estos modelos. Elena aseguró que esta decisión se ha tomado de forma "unilateral", sin ninguna comunicación previa y consideró que "la DGT podría haberse comunicado con los demás operadores del Estado y podría haber incorporado una serie de exigencias en las autorizaciones".

"Ha establecido el sistema a través de un decreto sobre las medidas por la Guerra de Ucrania y sin decirnos nada a nosotros que somos los que tenemos las competencias de tráfico en Catalunya", ha revelado el titular de Interior. Para Elena, la situación actual es "surrealista". Lamentó que no haya existido un debate previo: "La DGT es un sistema en quiebra como la Renfe", aseguró. En este sentido, ha recordado que en Catalunya hay 60.000 personas con la teórica del permiso de conducir aprobada y que no pueden presentarse a los exámenes prácticos por falta de personal. "Les hemos ofrecido alternativas y la respuesta es que sigamos igual", criticó.

Blindar el modelo catalán

Ante esta situación, el conseller ha asegurado que Interior y el SCT "blindarán" el modelo catalán y garantizarán los aspectos claves de la metodología actual, es decir que sea presencial y en grupo, que incluya un análisis de las sensaciones de riesgo de los participantes y sobre todo que garantice el contacto con víctimas de accidentes de tráfico. "Tenemos competencias para hacerlo", aseveró.

Explicó que tal y como ocurría con el modelo basado en concesiones, con el nuevo sistema de autorizaciones hay margen suficiente para que el SCT pueda dictar cómo debe ser la metodología. "Hay una serie de condiciones que fija el Estado sobre los formadores o los metros de los espacios donde deben impartirse los cursos pero el método lo determina la Generalitat", ha afirmado.

Dinámicas de grupo

En este sentido, se han establecido una serie de requisitos que pasan, en primer lugar, para que el centro disponga de un espacio idóneo para las dinámicas de grupo. Además, la formación deberá constar de doce horas para la recuperación de seis puntos y de 24 horas para la recuperación del permiso. Las sesiones se harán en grupos de sensibilización de como máximo de dieciocho personas y se basarán en el proceso de sensibilización del infractor hacia una movilidad segura diseñado por la Universidad Autónoma de Barcelona.

El grupo analizará los hábitos de conducción de los participantes. Posteriormente, intervendrán las víctimas de tráfico con su testimonio y finalmente los alumnos escribirán su compromiso personal de mejora. Además, un psicólogo trabajará con ellos estos aspectos, en caso de que tengan que recuperar el permiso de conducir.

Fuentes de la DGT apuntaron que la decisión judicial es lo que les obligó a cambiar el sistema. También defendieron que la disposición que se publicó en el BOE lo que hace es "cumplir la sentencia". Además, advirtieron de que este texto especificaba que Cataluña y el País Vasco empezarían con este sistema de autorización cuando terminaran los contratos de concesión respectivos. La DGT ha asegurado que la ciudadanía no percibirá ningún cambio.