El papa Francisco reestructura el colegio de cardenales cara a preparar su sucesión

El papa Francisco ha logrado este fin de semana que la Iglesia católica se acerque un poco más al modelo que él promueve. Con una nota publicada en el boletín oficial, Francisco ha anunciado el nombramiento de 21 nuevos cardenales, de los cuales 18 tienen menos de 80 años y, por tanto, podrán integrar el próximo cónclave que elegirá a su sucesor. El colegio cardenalicio queda así integrado por 243 miembros, con una mayor presencia de figuras de países emergentes, casi un tercio de los cuales proceden de América Latina o España.  

El Papa, el excardenal Jorge Mario Bergoglio de Buenos Aires, cumple así los 10 años como Pontífice apuntalando su nueva geografía dentro de la Iglesia. La aritmética lo evidencia con calidad. Este próximo otoño, la cifra de cardenales electores creados por él ascenderá a 99 de los 137 totales con derecho a voto (de los 243), equivalente al 72%. En cambio, los nombrados por los fallecidos Benedicto XVI y Juan Pablo II se quedarán, respectivamente, en 29 y 9. 

El próximo 30 de septiembre se celebrará el acto en el que serán creados los nuevos purpurados. Ese día oficialmente se llegará a los 137 cardenales electores, condición 'sine qua non' para ser elegido sucesor de San Pedro. De hecho, para ser designado Papa es necesario obtener, en los primeros tres días de votaciones, los dos tercios de los votos de los presentes. A partir de la cuarta jornada, los dos candidatos más votados en la elección anterior deben lograr la mayoría cualificada de los dos tercios.

Nuevo guiño al sur y periferias

El anuncio supone -sin duda- un nuevo guiño a los países del sur y a las periferias del mundo. Con los nuevos nombramientos, de hecho, se reduce la brecha entre países ricos y en vías de desarrollo: 53 serán europeos; 15 procederán de América del Norte; 24 de América Latina; 19 de África; 23 de Asia y 3 de Oceanía. Entre ellos también habrá nuevos cardenales de áreas que tenían poca o ninguna presencia en anteriores cónclaves. Entre ellos, el nuevo cardenal de Juba, en Sudán del Sur; el de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica; el de Tabora, en Tanzania, así como el de Penang, en Malasia, y Hong Kong.

La novedad también ha sido festejada particularmente en Argentina, país natal de Francisco. De este país proceden tres nuevos purpurados. Se trata del arzobispo de Córdoba, el jesuita Ángel Rossi, del nonagenario fray capuchino Luis Pascual Dri y de Víctor Manuel “Tucho” Fernández, flamante prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Este último es una figura que ha irrumpido en Roma con mensajes muy cercanos a Francisco. “Más poder a las mujeres. Y sobre los gays, la Iglesia no puede solo prohibir”, ha dicho, en una de las su primeras entrevistas. 

Con todo, el Papa, que sabe que no puede alterar completamente ciertos equilibrios, sigue manteniendo una buena presencia de países que son considerados grandes donantes o caladeros de católicos, como Estados Unidos, Italia y España. País que, con el nuevo consistorio, sumará otros tres cardenales: el arzobispo de Madrid, José Cobo, el rector mayor de la Congregación de los Salesianos, Ángel Fernández Artime, y el franco-español François-Xavier Bustillo, obispo de Ajaccio, en la isla de Córcega.