Familia y educación

Así puedes ayudar a prevenir que tus hijos adolescentes consuman alcohol

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Beber

Beber / Manu Mitru

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La familia representa las dos caras de la moneda cuando hablamos de la prevención del consumo de alcohol. Puede convertirse tanto en una fuente destacada de factores de riesgo, como de factores de protección. Xavier Pons Diez, profesor del departamento de Psicología Social de la Universidad de València, analiza en su investigación 'Aproximación psicosocial al consumo de alcohol en la adolescencia' la influencia que tiene la familia en los hábitos de consumo de los jóvenes. 

La buena comunicación, el afecto y el apoyo positivo mejoran la autoestima de los jóvenes y les ayudan a resistir la presión social

Nuestro entorno familiar es uno de los agentes primarios de socialización más importantes, aprendemos e interiorizamos conductas y roles sociales a través de nuestros padres. Así lo afirmaba el psicólogo y filósofo George-Herbert Mead. La forma de educar juega pues un papel clave en dos aspectos: el ajuste socioemocional del niño y el buen desarrollo de su autoestima. Ambos tienen relación directa en los hábitos de consumo de bebidas alcohólicas.

Familias que reducen el riesgo

Según el trabajo de Xavier Pons, los padres que se implican en las actividades de sus hijos, comunican expectativas de comportamiento claras y recompensan las conductas ajustadas contribuyen a disminuir la probabilidad de consumo alcohólico. Un apoyo familiar positivo aumenta la autoestima del niño, cosa que le hará más resistente a la presión social que les puede llevar a consumir alcohol en la adolescencia. 

Además, la cohesión familiar y la consistencia en los valores de educación promueven sentimientos de autoestima y seguridad, cosa que contribuye a reducir la vulnerabilidad a la presión grupal y también actúa como factor de protección. Otros estudios mencionados en el artículo recogen que el consumo de alcohol es menor cuando los padres basan la socialización en un estilo de alto afecto. Por último, un modelo familiar donde no se consume alcohol de manera habitual ni abusiva también tiene relación directa con la probabilidad de consumo abusivo de los jóvenes. 

Familias de riesgo

¿Y cómo es el perfil familiar que puede convertirse en factor de riesgo? El estudio de Pons señala que los jóvenes que hayan crecido en un clima familiar negativo buscarán una fuente satisfactoria de apoyo social en su grupo de pares, siendo más vulnerables  a las presiones externas. También un estilo de control ausente y de bajo afecto actúa como factor que eleva la probabilidad de un consumo abusivo. 

La baja comunicación, sentimientos de insatisfacción respecto a la vida familiar y bajos vínculos emocionales son factores de riesgo importantes. De la misma forma, también existe una mayor probabilidad de consumo abusivo conforme aumenta la frecuencia de consumo alcohólico en sus padres. 

Pons advierte, sin embargo, que un joven que provenga del primer tipo de familias no está inmunizado al riesgo del consumo abusivo de alcohol. Y lo mismo ocurre con el segundo tipo de familias.