El Gobierno destierra las mascarillas y declara el fin de la crisis sanitaria

Tal como se había anunciado, ya no hará falta llevar mascarillas en el bolso o la mochila por si es necesario entrar en una farmacia o en un centro sanitario. El Gobierno ha terminado este martes con la obligación de llevar tapabocas en los últimos lugares donde era preceptivo: las boticas, los hospitales y centros de salud y los geriátricos y residencias. El Ejecutivo ha tomado la decisión a la par que ha acordado decretar el fin de la crisis sanitaria.

No obstante, aún habrá que esperar uno o dos días para que la reforma legal entre en vigor. El ministro de Sanidad, José Miñones, no ha aclarado cuando llegará ese momento, tan solo ha precisado que la norma entrará en vigor cuando "se publique en el BOE"; algo que suele suceder al día siguiente o dos días después del Consejo de Ministros. No obstante, muchos ciudadanos y profesionales ya se han adelantado y es fácil encontrar boticas donde ya no la usan ni siquiera los farmaceúticos.

Aún así, el acuerdo del Consejo de Ministros insta a los ciudadanos a mantener la "cultura de la responsabilidad", por lo que las mascarillas dejarán de ser obligatorias pero son "altamente recomendables" para personas con síntomas de infección, para los profesionales que atiendan a sintomáticos y en aquellas zonas de los hospitales donde haya enfermos vulnerables, como las ucis, quirófanos o urgencias. En estos espacios, se vuelve a la normativa existente antes de 2020.

Y en las residencias el Ejecutivo recomienda tomar precauciones ante la aparición de síntomas en trabajadores, residentes o visitantes.

Incidencia a la baja

El Gobierno ha decidido declarar el fin de la crisis sanitaria y de todas las medidas extraordinarias teniendo en cuenta un informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), presidido por Fernando Simón, que se hace eco de la decisión de la OMS de decretar el fin de la emergencia sanitaria. El análisis de los expertos fue compartido y avalado por las autonomías en un Consejo Interterritorial celebrado el 23 de junio.

"1.207 días después [de la llegada del virus], la situación epidemilógica es distinta", ha subrayado el ministro, que ha puesto como ejemplo que desde noviembre de 2022 la incidencia presenta una situación "equilibrada, incluso con una tendencia descendente" tanto en contagios como en hospitalizaciones o muertes. Por ello, ha concluido, “más de tres años después, podemos, sin bajar la guardia, decir adiós a una pandemia que ha marcado nuestras vidas".

El virus sigue presente

Sin embargo, la propia OMS aclaró en mayo que la declaracion específica de "pandemia" se mantiene y no decae con el final de la emergencia. Y muchos expertos, como Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, inciden en la importancia de transmitir el mensaje de que el virus sigue entre nosotros y provocando muchas más infecciones que otras enfermedades transmisibles.

Según el último informe de incidencia, 6.000 casos durante 14 días en mayores de 65 años, 1.297 hospitalizaciones y 86 ingresos en UCI. "La pandemia continúa, no tiene la incidencia y la mortalidad que hace meses, pero sigue presente", añade. "Sigue habiendo virus, va a haber picos, pequeñas olas que afectarán a la población más frágil, que tiene más riesgo de hospitalización o morir", apunta a su vez Salvador Macip, catedrático de medicina molecular.

La siguiente fase

En la nueva fase, la vacunación será "la piedra angular", según ha destacado el ministro, que ha avanzado que el próximo otoño habrá una nueva campaña de inmunización. Además, para mantener la vigilancia de infecciones respiratorias agudas de una manera sostenible, se mantendrá un sistema centinela que integre el seguimiento tanto en atención primaria como en atención hospitalaria y que incluya al menos la gripe, el covid y el virus respiratorio sincitial.