En la Barceloneta

A juicio cuatro acusados de intentar quemar vivo a un conocido para convertir su casa en un narcopiso

Detenidos por el intento de asesinato en la Barceloneta

Los Mossos desmantelan siete narcopisos en un mes

Los cuatro acusados del presunto intento de asesinato y la mujer a la que se le atribuye tráfico de drogas, en primera fila, con un traductor (el hombre que está en el tercer asiento por la izquierda).

Los cuatro acusados del presunto intento de asesinato y la mujer a la que se le atribuye tráfico de drogas, en primera fila, con un traductor (el hombre que está en el tercer asiento por la izquierda). / MANU MITRU

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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Intentaron quemarle vivo los supuestos integrantes de una trama de traficantes de droga porque se negaba a que la vivienda donde residía, en la Barceloneta y que estaba ocupado irregularmente, se convirtiera en un narcopiso. Cuatro hombres de nacionalidad paquistaní se sentaron este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona acusados de ser autores, en febrero de 2020, de un delito de tentativa de asesinato y otro de tráfico drogas. En tres narcopisos que supuestamente regentaban en el Raval, Gòtic i Barceloneta (Ciutat Vella) se hallaron estupefacientes. La fiscala reclama para ellos un total de 22 años de prisión. 

En la primera sesión de la vista, que durará varios días, se explicó que la víctima, también paquistaní y del entorno de los acusados, fue amenazada y brutalmente agredida, con golpes hasta en la cabeza, el pasado 28 de mayo en la plaza de Duc de Medinaceli por dos personas supuestamente vinculadas a los acusados, que le amedrentaron para que se fuera de España y no declarara en el juicio que se inició este martes con las cuestiones previas planteadas por la fiscal Alejandra García y las defensas.

Los cuatros acusados de tentativa de asesinato -más una mujer a la que únicamente le atribuyen presunto tráfico de drogas- declararán los últimos, tras la práctica de las pruebas. Un sexto encausado se encuentra en rebeldía (no ha comparecido). En su momento, la declaración de la víctima permitió, tras el incendio de su residencia, desarticular los tres narcopisos que funcionaban en Ciutat Vella. Por ello y por el ataque sufrido el día 28, los magistrados han aceptado aplicarle la ley de testigos protegidos y será interrogado este miércoles a través de videoconferencia.

Alrededor de las dos de la madrugada del 7 de febrero del 2020, los procesados se personaron en la finca de la calle de los Magatzems, en el barrio de la Barceloneta. Subieron al rellano donde estaba el piso en el que vivía la víctima le conminaron a que lo abandonara para destinarlo a la venta de drogas, tal como supuestamente hacían los acusados en otros narcopisos. El testigo se negó a abrir la puerta y dio aviso a la policía, por lo que los atacantes huyeron. Pero horas más tarde, a las 5.30 horas, siempre según la fiscalía, los acusados regresaron y accedieron a la vivienda. Uno de ellos trepó desde la calle al balcón de la misma, a una distancia de tres metros de altura. Así, logró acceder al comedor- cocina y abrir la puerta del piso a sus acompañantes.

Incendio provocado

“Con el fin de anular toda la posibilidad de defensa” y sabiendo que su “conjunta” acción “podrían en riesgo” la vida de la víctima, los procesados lo inmovilizaron. Lo sentaron contra una de las paredes del comedor-cocina, le amordazaron y le ataron los pies y manos con trozos de tela y de una sábana que allí mismo rasgaron, según la acusación. Tras ello, repartieron prendas de ropa y tejidos por el suelo de la vivienda, las rociaron con un bote de gas líquido y le prendieron fuego, que se extendió rápidamente merced al producto acelerante de la combustión que los acusados, que están en la cárcel, habían utilizado.

Después de comprobar que los diferentes focos del incendio que habían provocado no se apagaban y las llamas se propagaban por todas las estancias de la casa, los procesados, según la fiscalía, salieron del piso, dejando en su interior a la víctima maniatado y amordazado. Para poder salvar su vida y ya que las ventanas de las habitaciones tenían rejas fijas, esta persona se vio obligada a rodar hasta la puerta del balcón, donde fue alcanzado por el fuego. Como pudo, se encaramó a la barandilla y se dejó caer a la vía pública, donde fue auxiliado por los vecinos del edificio de enfrente. Como consecuencia de ellos, sufrió quemaduras. Según ha detallado la fiscal este martes, el afectado padece secuelas, no sólo físicas, sino también psicológicas, por lo que la acusación reclama una indemnización total de más de 300.000 euros. 

Al día siguiente del incendio, la víctima declaró ante los Mossos, que pudieron desarticular tres narcopisos en Ciutat Vella y la Barceloneta, donde se halló droga. Los abogados defensores de los acusados han solicitado al tribunal de la Sección 9 que anule las entradas y registros. La fiscal se ha opuesto al considerar que había indicios previos de que allí se traficaba con estupefacientes. Los magistrados, sin embargo, resolverán esta cuestión en la sentencia.