Violencia machista

El novio de la mujer asesinada en Manresa fingió que esta se había caído por las escaleras

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La magistrada, en un auto elocuente, ordena que el investigado ingrese en prisión preventivamente

El edificio de Manresa donde un hombre ha matado a su pareja, embarazada

El edificio de Manresa donde un hombre ha matado a su pareja, embarazada / NIA ESCOLÀ / ACN

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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El juzgado de Violencia sobre la mujer número 1 de Manresa ha ordenado el ingreso en prisión preventiva del hombre arrestado por los Mossos d’Esquadra este lunes por el asesinato de su novia, Arantxa, una vecina de El Prat de Lluçanès, que además estaba embarazada. 

El auto de la magistrada Paula Ramon Vidal es elocuente y considera que el investigado "es una persona agresiva, que agredía de manera habitual a la víctima, que incluso había llegado a tenerla retenida en ocasiones para evitar que la gente viera las marcas de violencia que él le había provocado, y que tenía además también una actitud celosa, controladora y posesiva". La jueza cree que otro episodio de celos fue el desencadenante del crimen en la madrugada del pasado viernes. 

De entrada, el detenido, un hombre de origen extranjero y sin arraigo que se encuentra en situación irregular en España, motivo por el cual la jueza considera que existe un riesgo de fuga que también hace necesario el encierro cautelar, fingió que se trataba de una muerte accidental. Por ese motivo no fue arrestado el sábado a las ocho de la mañana, cuando los Mossos acudieron a su casa y hallaron sin vida a Arantxa. 

La jueza considera que el hombre es "una persona agresiva, que agredía de manera habitual a la víctima"

Según recoge el auto, el sospechoso trató de convencer a los policías de que la mujer se había caído de madrugada, después de consumir alcohol y cocaína. La caída, según refirió el hombre, se había producido por unas escaleras interiores, de solo tres escalones, y la víctima se había golpeado la cabeza.

La autopsia señala como causa probable de la muerte una asfixia, no una caída

La autopsia y el médico forense, según recoge el auto, lo desmintieron: "Presentaba dos traumatismos evidentes, uno en la zona de la cara y otro en el abdomen. El médico forense de guardia también apreció que la causa probable de la muerte no era una caída por las escaleras, sino una asfixia mecánica, puesto que había marcas alrededor del cuello de la finada y además esta tenía restos de espuma en la boca, síntoma típico de las muertes por asfixia".

Discusión por celos

De la investigación de los Mossos, que tomaron declaración a testigos que se encontraban con la pareja antes y después del homicidio, Arantxa y su novio estuvieron aquella noche en casa del ex de ella. El novio se puso celoso y dijo en árabe en varias ocasiones que esa noche iba a acabar durmiendo "en la cárcel" Después, ordenó a Arantxa regresar a casa. Los dos se fueron discutiendo

A las tres de la madrugada, Arantxa habló con su prima para decirle que no estaba bien con su novio. Poco antes había escrito a su expareja para decirle que lo amaba. La jueza sospecha que el novio pudo ver ese whatsapp y cree que la golpeó y estranguló por ese motivo. Los hechos, según los restos de sangre hallados por la policía científica, sucedieron en la cocina y el novio tuvo que trasladar el cuerpo hasta las escaleras para fingir la caída. 

Después del supuesto asesinato, el sospechoso regresó al domicilio del ex de la víctima y siguió bebiendo y esnifando cocaína. Por la mañana, obligó a un amigo a acompañarlo a casa y, después, a llamar al 112 para explicar que la mujer había sufrido un accidente.