Estudio internacional

La compresión lectora de los estudiantes baja siete puntos debido a la pandemia (y el cierre de coles)

La baja comprensión lectora se dispara al 30% en los coles con alumnado más vulnerable

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El informe PIRLS 2021 otorga 521 puntos a los niños y niñas de 4º de primaria frente a los 528 del año 2016

Una alumna de primaria, revisa sus deberes antes de entrar en clase.

Una alumna de primaria, revisa sus deberes antes de entrar en clase. / Ricard Cugat

Olga Pereda

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La primera evaluación internacional a gran escala que se ha llevado a cabo a los alumnos y alumnas tras la pandemia por coronavirus no invita, precisamente, al entusiasmo. El estudio internacional para el Progreso de la Comprensión Lectora (PIRLS, Progress in International Reading Literacy Study) de 2021 confirma una bajada generalizada de la comprensión lectora respecto al anterior estudio, de 2016. Se rompe así la tendencia al alza que se venía registrando desde 2006, primer año en el que España participó en el PIRLS, un estudio que se realiza entre niños y niñas de 4º de primaria de 57 países.

Elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación y FP con los datos publicados por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), el informe otorga 521 puntos a la comprensión lectora -leer y entender lo que se lee- de niños y niñas en España. En la edición anterior (2016) la puntuación fue de 528. En la de 2011 se otorgaron 513 puntos, los mismos que en 2006. La escala de PIRLS varía entre los 400 puntos (el nivel más bajo) y los 600 (el más alto).

 El estudio halla una correlación entre el tiempo del cierre escolar y la caída del rendimiento

Los alumnos que mejor entienden lo que leen son los de Irlanda (que sobrepasa los 580 puntos), seguidos de los de Irlanda del norte e Inglaterra. Mientras que los territorios peor parados son Bélgica (494 puntos) y Turquía (496).

10.000 estudiantes de España

De los 140.000 'examinados' en el PIRLS, 10.000 están matriculados en escuelas de España, que se sometieron a las pruebas tanto en formato digital como en papel. El PIRLS define la comprensión lectora como "la habilidad para comprender y utilizar las formas lingüísticas escritas requeridas por la sociedad y/o valoradas por el individuo". "Los lectores -continúa- son capaces de construir significado a partir de una variedad de textos. Leen para aprender, para participar en las comunidades de lectores del ámbito escolar y de la vida cotidiana, y para su disfrute personal”.

La comprensión lectora del alumnado español (521 puntos) está por debajo del total de la Unión Europea (528). También está por debajo de los 533 que obtienen, de promedio, los países que pertenecen a la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE).

En España, solo el 6% de alumnos están en “nivel avanzado”, por debajo del promedio de la OCDE (11%) 

El informe corrobora que a mayor gusto personal por la lectura mejores resultados en comprensión lectora. Los chavales y chavalas de Irlanda, de hecho, son a los que más les gusta leer. En el caso de España, el 54% afirma que les "gusta mucho" y un 35% confiesa que "solo un poco".

La caída de siete puntos que han experimentado los estudiantes españoles en comprensión lectora desde 2016 es muy similar a las registradas en otros países, como Eslovaquia (seis puntos menos) o Portugal (ocho puntos menos), un país que ha registrado, sin embargo, un gran notoriedad educativa. Pocos países europeos han tenido tanto éxito en la reducción de la tasa de abandono escolar como nuestro país vecino en las últimas décadas.

El PIRLS constata que hay estados que han caído bastante más. Por ejemplo, uno de los más idolatrados desde el punto de vista educativo: Finlandia (17 puntos menos). La potencia económica de Europa, Alemania, tampoco sale bien parada (13 puntos menos). Israel y Letonia van, incluso, mucho peor. El primero ha perdido 20 puntos y el segundo, 30.

En España, solo el 6% de los alumnos están dentro de la categoría de “nivel avanzado”, un porcentaje por debajo del promedio de la OCDE (11%) y de la UE (8%). Mientras, el 5% de los niños y las niñas de 4º de primaria están catalogados como “nivel muy bajo”, un porcentaje ligeramente inferior al de la media de la OCDE e idéntico al de la UE (5%).

El estudio confirma lo que muchos expertos han venido advirtiendo desde hace tiempo: existe una correlación entre el tiempo en el que permanecieron cerrados los centros escolares a consecuencia de la pandemia y la caída del rendimiento, con una disminución de 0,11 puntos por día lectivo de cierre. En el caso de España, de los casi 7 puntos que cae el rendimiento global, cerca de 5 puntos se explicarían por el cierre de los centros escolares durante 45 días lectivos. Y eso que España fue de los países de la OCDE que menos días cerraron las puertas físicas de los centros. Letonia, por ejemplo, los cerró durante 221 días lectivos.

Los autores del PIRLS, no obstante, aseguran que la bajada de nivel académico "podría ser consecuencia del impacto que la pandemia ha tenido sobre el normal funcionamiento de los centros escolares y, en consecuencia, sobre el proceso de aprendizaje. Pero son necesarios análisis más profundos para corroborar esta hipótesis y extraer conclusiones consistentes".

Contexto económico y social

Además del análisis del rendimiento, PIRLS proporciona información sobre los contextos educativos. El rendimiento escolar se ve, en parte, condicionado por el contexto social, económico y cultural del alumnado. A mayor nivel, mejores puntuaciones en todos los países. España, sin embargo, se perfila como uno de los territorios con más equidad dado que los 62 puntos de diferencia entre los niños con más nivel y con menos está por debajo de los 67 de Finlandia, los 69 de Noruega o los 80 de Francia. Entre los países con mayores desigualdades se encuentran Turquía (117 puntos) y Bulgaria (122 puntos).

En España, al contrario de lo que ocurre en la mayoría de países, apenas hay diferencia de rendimiento entre chicas y chicos. Ellas obtienen dos puntos más (522 frente a 520). En el total de la UE, sin embargo, hay 11 puntos más en la media de puntuación de las alumnas, 13 en el caso del promedio en la OCDE.