Demanda sindical

Interior comprará 800 cámaras unipersonales para los Mossos este año

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Hasta el momento solo algunas unidades especiales o los jefes de turno que hacen uso de la Táser disponen de estos dispositivos

cámaras mossos

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Guillem Sánchez

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La Conselleria d'Interior ha reservado una partida de los presupuestos de 2023 para comprar 800 cámaras de vídeo unipersonales para los Mossos d'Esquadra. Los agentes de la policía catalana de la Unitat de Seguretat Ciutadana (USC) -las patrullas que intervienen en la vía pública y son los primeros en atender cualquier incidente- aún no disponen de estos dispositivos de grabación, una reclamación antigua por parte de los sindicatos, que las consideran una garantía tanto para la seguridad del ciudadano como del policía. Según las fuentes consultadas, una parte importante de estas 800 unidades serán para agentes de USC.

Los únicos policías de los Mossos que actualmente usan cámaras unipersonales –aparatos rectangulares que llevan adosados a la pechera del uniforme y que permiten registrar desde el punto de vista del policía una actuación– son los de unidades especiales -como los antidisturbios de ARRO y Brimo o miembros del GEI- o los jefes de turno de cada comisaría, que están obligados a usarla por protocolo cada vez que utilizan la pistola Táser, o 'pistola eléctrica', en una intervención.

Las 800 nuevas unidades serán para reemplazar dispositivos estropeados de los casos anteriores pero también para dotar por primera vez a las patrullas.

El Ayuntamiento de Barcelona comenzó en verano de 2022 a entregar 150 cámaras a sus agentes de la Guardia Urbana y, según fuentes municipales, está previsto adquirir próximamente 50 unidades más.

Petición antigua

Los sindicatos de los Mossos d'Esquadra no las reclaman desde hace años solo porque las cámaras tienen un elevado poder disuasorio, subraya el portavoz de SAP-Fepol, Toni Castejón, quien recuerda que los atentados contra agentes de la autoridad han descendido en los cuerpos que han equipado a sus funcionarios con cámaras de vídeo.

También las piden porque urge disponer de una grabación completa de la actuación en un escenario, como el actual, en el que los agentes casi siempre trabajan bajo los teléfonos móviles de ciudadanos que atestiguan la intervención y que, a veces, denuncian casos de mala praxis policial, pero, en otras muchas ocasiones, mantiene el colectivo, difunden por redes sociales fragmentos descontextualizados de una acción de forma engañosa. Lo más seguro, tanto para los policías como para los ciudadanos, afirman los sindicatos, es que la actuación esté grabada. Cuantas más cámaras, más transparencia, razona David Miquel, portavoz del Sindicat de Policies de Catalunya (SPC).

Problemas con la cámara de la Táser

Las cámaras de grabación unipersonales que usan los jefes de turno de cada comisaría para registrar cada intervención con Táser no se accionan automáticamente al desenfundar, tal como se concretó que debía suceder en las conclusiones parlamentarias. Por problemas de contratación, Interior tuvo que comprar unas cámaras que los jefes de turno deben accionar manualmente.

Albert Palacio, portavoz de USPAC, aclara que este funcionamiento ha provocado problemas debido a que, en situaciones de estrés –como las que siempre acompañan al uso de una Táser– no es tan infrecuente que el jefe de turno no pueda accionar correctamente la cámara. Así sucedió, recuerda Palacio, en un incidente reciente en el que unos agentes se enfrentaron a un hombre alterado que los atacó con una catana y la grabación de aquella intervención tuvo que hacerla por su cuenta uno de los agentes con el teléfono móvil. Esas imágenes, aclara Palacio, fueron aceptadas en sede judicial.

Grabar por su cuenta

La ausencia de cámaras, tal como avanzó EL PERIÓDICO, ha empujado a los agentes de los Mossos en los últimos tiempos a grabar por su cuenta actuaciones complicadas. Una decisión no exenta de polémica debido a que el uso de cámaras particulares por parte de los uniformados autonómicos no está todavía recogido en un protocolo, como debe ocurrir con cada herramienta de uso policial.

Sin embargo, hay funcionarios que, ante la disyuntiva de poder ser reprendidos internamente o contar con imágenes que pueden demostrar su actuación en caso de que sean denunciados penalmente, optan por lo segundo. "Compran cámaras GoPro y se buscan un poco la vida como pueden", avanzó este diario de fuentes policiales. "O usan el teléfono móvil y se lo colocan de forma discreta en el bolsillo del uniforme". Remedios caseros que, aunque minoritarios según subraya Miquel, muestran la necesarias que las consideran buena parte de los policías.

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