Animales

Un estudio predice qué especies de mamíferos se van a extinguir en el futuro

La investigación toma acción para identificar a los animales que están en peligro para anticiparnos antes de que suceda

El África subsahariana y el sureste de Australia son dos zonas en grave peligro

Koala con su cría

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Europa Press

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La mayoría de los esfuerzos de conservación son reactivos y normalmente una especie debe alcanzar la categoría de amenazada antes de que se tomen medidas para evitar su extinción, como el establecimiento de áreas protegidas. Ahora un nuevo estudio demuestra que se pueden utilizar los datos de conservación existentes para predecir qué especies actualmente no amenazadas podrían llegar a estarlo y tomar medidas proactivas para evitar su declive antes de que sea demasiado tarde.

"La financiación de la conservación es realmente limitada --alerta el autor principal, Marcel Cardillo, de la Universidad Nacional de Australia--. Idealmente, lo que necesitamos es alguna forma de anticiparnos a especies que pueden no estar amenazadas en este momento, pero que tienen muchas posibilidades de llegar a estarlo en el futuro. Más vale prevenir que curar".

Tres aspectos identificativos

Para predecir el riesgo de extinción "en el horizonte", Cardillo y sus compañeros analizaron tres aspectos del cambio global --el cambio climático, el crecimiento de la población humana y el ritmo de cambio en el uso del suelo-- junto con características biológicas intrínsecas que podrían hacer más vulnerables a algunas especies. El equipo prevé que hasta un 20% de los mamíferos terrestres presentarán una combinación de dos o más de estos factores de riesgo en el año 2100, según su estudio, que publican en la revista 'Current Biology'.

"Globalmente, el porcentaje de especies de mamíferos terrestres que nuestros modelos predicen que tendrán al menos uno de los cuatro factores de riesgo futuros en 2100 oscila entre el 40% en un escenario de emisiones intermedias con amplia dispersión de especies y el 58% en un escenario de desarrollo basado en combustibles fósiles sin dispersión", dicen los autores.

Dos zonas, en grave peligro

"Hay una congruencia de múltiples factores de riesgo futuros en el África subsahariana y el sureste de Australia: el cambio climático (que se prevé especialmente grave en África), el crecimiento de la población humana y los cambios en el uso del suelo --apunta Cardillo--. Y hay muchas especies de grandes mamíferos que probablemente sean más sensibles a estas cosas. Es más o menos la tormenta perfecta", asegura.

Los mamíferos de mayor tamaño, como elefantes, rinocerontes, jirafas y canguros, suelen ser más susceptibles al declive poblacional, ya que sus patrones reproductivos influyen en la rapidez con que sus poblaciones pueden recuperarse de las perturbaciones.

En comparación con los mamíferos más pequeños, como los roedores, que se reproducen rápidamente y en mayor número, los mamíferos más grandes, como los elefantes, tienen largos periodos de gestación y producen menos crías a la vez.

Convivencia con los animales salvajes

"Tradicionalmente, la conservación se ha basado en gran medida en la declaración de zonas protegidas --explica--. La idea básica es que eliminas o mitigas lo que está causando que la especie se vea amenazada".

"Pero cada vez se reconoce más que esa es una visión muy occidental de la conservación, porque dicta separar a las personas de la naturaleza --continúa--. Es una especie de visión de la naturaleza en la que los humanos no desempeñan ningún papel, y eso es algo que no encaja bien con muchas culturas de muchas partes del mundo".

A la hora de prevenir la extinción de animales, los investigadores afirman que también debemos ser conscientes de cómo afecta la conservación a las comunidades indígenas. En el África subsahariana viven muchas poblaciones indígenas, y las ideas occidentales de conservación, aunque bienintencionadas, pueden tener repercusiones negativas.

Australia ya ha empezado a abordar este problema con la creación de Áreas Indígenas Protegidas (AIP), que son propiedad de los pueblos indígenas y funcionan con la ayuda de guardas de las comunidades locales. En ellas pueden coexistir seres humanos y animales, según se ha establecido mediante la colaboración entre gobiernos y propietarios privados de tierras fuera de estas zonas protegidas.

"Los estudios de modelización a gran escala desempeñan un papel importante porque pueden proporcionar un marco y un contexto amplios para la planificación --afirma Cardillo--, pero la ciencia es sólo una parte muy pequeña de la mezcla. Esperamos que nuestro modelo actúe como catalizador para provocar algún tipo de cambio en las perspectivas de conservación".