Emsiones cero

Los embajadores de la UE aprueban el fin del motor de combustión en 2035

Alemania levanta su veto tras el acuerdo entre Bruselas y Berlín sobre la posibilidad de utilizar combustibles sintéticos

El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ayer, en Bruselas.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ayer, en Bruselas.

Silvia Martinez

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Tras semanas de tira y afloja, Alemania ha levantado finalmente este lunes su veto al reglamento sobre los estándares de CO2 de los coches que prohibirá, tal y como fue acordado a finales de octubre entre Consejo y Parlamento Europeo, la comercialización de vehículos nuevos de gasolina, diésel o híbridos a partir de 2035. La aprobación de la nueva legislación europea por parte de los Veintisiete embajadores de la UE ha sido posible tras el acuerdo cerrado el sábado entre Bruselas y Berlín para permitir la homologación de vehículos propulsados por combustibles sintéticos, tecnológicamente neutros, más allá de 2035.

“El Coreper I (embajadores permanentes) ha aprobado que el acuerdo sobre los estándares de CO2 para automóviles se incluya en la agenda del Consejo de energía para su aprobación final”, ha anunciado la presidencia sueca de la UE tras escuchar las explicaciones de la Comisión y constatar la existencia de una mayoría cualificada suficiente para sacar adelante la legislación, que será ratificada este martes como punto A, es decir, sin debate en una reunión ordinaria de ministros de energía de la UE.

Los Veintisiete tendrían que haber ratificado el texto el pasado 7 de marzo pero la decisión de última hora de Berlín de bloquear la tramitación en una fase extremadamente tardía del procedimiento, cuando el Parlamento Europeo ya había aprobado el acuerdo y solo quedaba el último visto bueno formal, hizo que la presidencia sueca se viera obligada a aplazar la votación sin fecha para enfado de muchas delegaciones ya que se trata una pieza clave del paquete 'Fit for 55' y el Pacto verde europeo.

Combustibles sintéticos

El motivo del bloqueo: la exigencia de Berlín de obtener garantías adicionales sobre la posibilidad de utilizar los combustibles sintéticos (e-fuels) en vehículos nuevos con motor de combustión más allá de las fecha límite de 2035. El acuerdo inicial de los Veintisiete ya incluía una cláusula de revisión en 2026 para reevaluar entonces la situación y si los e-fuels pudieran ser una opción para reducir las emisiones de CO2 de los vehículos pero a juicio del ministro de transportes alemán, el liberal Volker Wissing, la formulación y la fecha no ofrecía suficientes garantías de que se tendrán en cuenta como alternativa viable. El trato final incluye el compromiso de Bruselas, a través de una declaración escrita con los próximos pasos a dar y que incluye el compromiso a presentar una propuesta antes del otoño sobre la aplicación del considerando 11 del Reglamento que se refiere a la matriculación, después de 2035, de vehículos que funcionen exclusivamente con combustibles sintéticos.

"Habrá una propuesta sobre el empleo de combustibles sintéticos en determinados vehículos. Es lo que la Comisión ha ofrecido al Gobierno de Alemania. Y con ello ponemos punto y final a ese episodio de último minuto y seguimos avanzando con la credibilidad y el compromiso de siempre de Europa", celebraba este fin de semana la vicepresidente de transición ecológica, Teresa Ribera, sobre una solución que permitirá a su juicio que "el gobierno alemán e italiano se sientan cómodos".

Según han explicado fuentes diplomáticas Polonia votará en contra mientras que Italia, que en las últimas semanas también había mostrado su malestar con el texto y había reclamado excepciones para los biocombustibles, ha presentado una declaración solicitando el aplazamiento de la decisión, por razones formales y de fondo, que ha desestimado la presidencia sueca de la UE lo que augura un voto negativo este martes. Bulgaria y Rumanía, por su parte, han manifestado su intención de abstenerse. Según fuentes diplomáticas, el embajador italiano ha defendido durante la reunión el aplazamiento de la decisión porque la declaración escrita que presentará la Comisión -sobre el uso de combustibles sintéticos- "cambia sustancialmente las condiciones" de la aplicación del reglamento y porque "no es aceptable una interpretación restrictiva de los combustibles neutros en CO2 (es decir, que se incluya los combustibles sintéticos pero se excluya otros combustibles renovables como los biocombustibles) porque no se ajusta al principio de neutralidad tecnológica".