Medio ambiente

El plan del Govern para el Delta del Llobregat enfrenta a agricultores y ecologistas

Uno de los puntos de fricción es la ampliación de las zonas de protección para las aves

La Generalitat plantea una gestión unitaria de los espacios naturales y agrícolas

la ricarda

la ricarda / Ferran Nadeu

Guillem Costa

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La Generalitat está obligada a abordar el futuro del Delta del Llobregat para dar respuesta a las exigencias de la Comisión Europea y a la advertencia de la fiscalía sobre la "grave" degradación de la zona que avanzó EL PERIÓDICO. Para hacerlo, el Departament d'Acció Climàtica propone una gestión conjunta que agrupe espacios agrarios y espacios naturales. Es una opción que satisface a los ecologistas pero que no es del agrado de los agricultores.

La 'consellera' Teresa Jordà destaca que agricultores y ecologistas "se han discutido siempre". "O esto cambia y se empiezan a mirar cara a cara o la crisis ambiental no se resolverá", advierte el director de Políticas Ambientales, Marc Vilahur. Sin embargo, en la mesa que ha organizado el Govern con los colectivos implicados para sentar las bases del nuevo modelo de gestión se ha evidenciado que este entendimiento está muy lejos de ser una realidad. A la cita han acudido, además de agricultores y ecologistas, representantes de AENA y del Puerto de Barcelona.

Jordà planteaba la jornada como un punto de partida, como una gran "oportunidad" para "empezar a hacer las cosas bien". Aseguran desde el Govern que no pretenden imponer nada, solo fomentar un debate para que se planteen distintas visiones de cómo se tiene que gestionar este espacio.

Cientos de alegaciones

Los agricultores del Baix Llobregat han aprovechado el acto para hacer visible su enojo: no están de acuerdo con la ampliación de las zonas de especial protección para las aves (ZEPA) que prepara la Generalitat. Según su punto de vista, puede perjudicarles: "Si 1.400 hectáreas de campos pasan a tener este blindaje específico, ¿podremos utilizar productos fitosanitarios o construir infraestructuras para nuestro trabajo?", cuestiona Ferran Berenguer, miembro de Unió de Pagesos.

"Cuando cultivamos acelgas se las comen los pájaros. Solo nos queda la alcachofa y el hecho de no poder plantar casi nada más la está matando", lamenta Mauri Bosch, de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC).

"¿Ampliar la ZEPA? Si los productos que plantamos se los comen los pájaros"

— Mauri Bosch, agricultor de JARC

El redactado del Govern sobre este aumento de espacios naturales legalmente blindados acumula ya más de 300 recursos, según ha podido saber EL PERIÓDICO. Ecologistas, ayuntamientos del Baix Llobregat, la patronal Foment del Treball o sindicatos de agricultores son algunas de las entidades que proponen cambios. Cada una de ellas, a favor de sus intereses.

En la 'conselleria' asumen que puede haber incertidumbres y dudas, pero Vilahur defiende una visión compartida: "La carta de emplazamiento de la Comisión Europea obliga a hacer modificaciones a la hora de proteger a la fauna". Grupos en defensa del medio ambiente como DEPANA o Ecologistes en Acció no lo ven mal y reconocen la importancia de los agricultores como parte del ecosistema deltaico. Pero exigen rapidez, porque critican que ya se ha perdido demasiado tiempo.

"Es muy fácil decir que defiendes el Amazonas, el reto es hacerlo al lado de Barcelona"

— Lluís Toldrà, portavoz de DEPANA

El portavoz ecologista Jaume Grau advierte: "Parte del delta ya está bajo el cemento, no podemos seguir perdiendo especies". Lluís Toldrà, desde DEPANA, opina que el espacio está menospreciado: "Puede alimentar a gran cantidad de personas, pero la Generalitat tiene que dar respuestas. Es muy fácil decir que defiendes el Amazonas, el reto es hacerlo al lado de Barcelona". La gerente de los espacios naturales, María José Albadalejo, aboga por el diálogo: "No nos podemos enfrentar con los agricultores, los espacios agrícolas son parte del ecosistema".

Más controversia

En los ayuntamientos que forman parte del delta tampoco hay consenso. Todos coinciden en la degradación del espacio natural, pero discrepan a la hora de buscar soluciones. El consistorio de El Prat ha presentado un informe que reivindica esta zona como "una infraestructura verde de primer orden". El alcalde Lluís Mijoler pide que se preserve la singularidad del delta y que se amplíe la ZEPA: "La protección ambiental tiene que ir acompañada de la protección agrícola".

"Si la 'consellera' Jordà quiere incendiar el Baix Llobregat, ella sabrá"

— Carles Ruiz, alcalde de Viladecans

En cambio, los ayuntamientos de Gavà, Sant Boi y Viladecans —no han acudido a la jornada— lo ven de otra forma. Han constituido un 'hub agroalimentario' para mejorar las infraestructuras agrícolas. Carles Ruiz, alcalde de Viladecans, se muestra decepcionado con el Govern: "Todavía esperamos una reunión de trabajo. Antes de ampliar la ZEPA lo que hay que hacer es tratar bien los espacios naturales que ya están protegidos".

Defiende que no se pueden ir trazando líneas sobre campos agrícolas que tampoco sirven para fomentar el bienestar de la fauna. "Si la 'consellera' Jordà quiere incendiar el Baix Llobregat con su plan, ella sabrá", vaticina.

Por su parte, el Puerto de Barcelona y AENA se muestran dispuestos a colaborar para mantener el delta en estado óptimo en el delta. El gestor aeroportuario ha aprovechado para reivindicar la renaturalización que ha puesto en marcha en uno de sus antiguos aparcamientos.