Educación

Barcelona inicia la expropiación del convento de Sant Felip Neri para convertirlo en instituto

El pasado mes de noviembre el Consorcio de Educación anunció el paso del colegio concertado a la red pública para el próximo curso, y quedaba pendiente saber qué pasaría con las aulas de la ESO que, tras la expropiación, se trasladará también a la plaza

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A1-140161704.jpg / Manu Mitru

Helena López

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El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este viernes la aprobación de un plan especial urbanístico para iniciar la expropiación del convento de la iglesia de Sant Felip Neri para convertirlo en las aulas de la ESO del instituto escuela con el mismo nombre, para alegría de un vecindario que lleva años defendiendo con uñas y dientes el colegio y la plaza (una cosa no se entiende sin la otra). Mochilas, patinetes y pelotas son un pulmón de cotidianidad que permite al Gòtic recordar y recordarse que, pese a todo, sigue y quiere seguir siendo un barrio.

Cuando el pasado mes de noviembre el Consorcio de Educación de Barcelona anunció el paso el próximo curso de la escuela concertada Sant Felip Neri a la red pública la alegría de las familias fue inmensa -era algo por lo que peleaban desde hacía mucho- pero quedaba un asunto por atar: ¿qué pasaría con las aulas de la ESO? El Sant Felip Neri tiene actualmente las aulas de la ESO en un maltrecho edificio en la calle de la Palla y el deseo de todos era unir las aulas de secundaria a las de primaria y hacerlo en la propia plaza, la esencia del colegio, pero la negativa de los Felipons -congregación propietaria del equipamiento- lo impedía.

La Comisión de Gobierno celebrada este jueves aprobó inicialmente un plan urbanístico que establece la titularidad pública de las parcelas de los números 3, 4 y 6 de la plaza de Sant Felip Neri, y del número 3 de la plaza de Frederic Marés. Este plan urbanístico incluye, una parte del convento de Sant Felip Neri, y el conjunto formado por la casa del Gremi dels Calderers y la Casa del Gremi dels Sabaters, y excluye la superficie que ocupa la Iglesia de Sant Felip Neri, y la parte de esta misma finca con calificación urbanística 12b (núcleo histórico). Este es el primer paso para la futura -y no muy lejana- expropiación del edificio para garantizar el futuro de la escuela, por un lado, y el traslado de la ESO a la misma plaza por el otro.

La última vía

En el primer acuerdo con la congregación religiosa propietaria del equipamiento anunciado el pasado mes de noviembre y que ponía las bases para el paso del colegio a la red pública el próximo curso se cerró el alquiler del espacio que actualmente ocupan las aulas de primaria, pero para el Consorcio de Educación era importante poder contar también con el edificio ahora prácticamente vacío que en su día ocupaban las viviendas de los religiosos. Ahí se encalló la negociación, la congregación se negaba a ofrecer también ese espacio para que el colegio creciera (y pudiera traer la ESO a la plaza) y empezó a abrirse la vía de la expropiación, aprobada de forma inicial en la comisión de gobierno de este jueves y explicada a la prensa por los concejales Jordi Martí y Pau Gonzàlez este viernes a primera hora de la mañana.

Desde la asociación de vecinos del Gòtic reciben la noticia como "una de las más importantes para el barrio de los últimos años". "Se suple la falta de instituto público y, además, en un espacio como la plaza, junto a la escuela, que le da un sentido de barrio a una zona tan maltratada por el turismo masivo. Permite arraigar, hacer comunidad y romper esas dinámicas", explica emocionado el activista vecinal y exalumno del colegio, Martí Cusó.

La congregación denuncia "mala fe" municipal

La Congregación del Oratorio de Sant Felip Neri denuncia que el Ayuntamiento "ha actuado con mala fe". En un comunicado, recogido por EFE, los religiosos aseguran que "el anuncio se ha hecho sin ninguna conversación previa con los afectados y de forma totalmente arbitraria" y "responde a la irresponsabilidad de la administración por no buscar espacios alternativos que hagan viable la continuidad del comedor de la escuela". Hace constar que "nunca" ha puesto "ningún impedimento para que, independientemente de la titularidad del centro" el edificio acoja la escuela ni para que se hagan obras de reforma. Detalla que el nuevo contrato entre la Congregación y el Consocio de Educación de Barcelona se firmó el pasado martes 7, después de hacer público el cambio de titularidad, "sin que en ningún momento se hubiera acordado el uso de los espacios del convento y menos aún su expropiación". Añaden que la cesión de espacios del interior del convento como comedor escolar era "provisional" y "debía finalizar el curso pasado" por ser incompatible con "los nuevos usos culturales y religiosos" en el inmueble a partir de 2023, e insisten que Ayuntamiento y Consorcio ya conocían esta limitación.