Atención a la infancia

Cien menores de 14 años, inimputables, fueron acusados por agresiones sexuales en Catalunya en 2022

La DGAIA abrió expediente a 1.023 niños con menos de 14 años a los que no se les puede imputar la comisión de un delito por su edad

Según los Mossos, 40 menores de 12 años fueron denunciados por agresión sexual el año pasado

Agresiones sexuales niños

Agresiones sexuales niños / Anna Mas

Elisenda Colell

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La Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia de la Generalitat (DGAIA) atendió el año pasado a un centenar de menores de 14 años acusados de cometer delitos relacionados con la violencia sexual y que, por su corta edad, como es el caso de tres de los presuntos agresores de Badalona, no pueden ser imputados. Se trata de niños y adolescentes que pueden haber cometido desde tocamientos hasta violaciones o delitos relacionados con la pornografía infantil. Según fuentes de Justicia Juvenil, la mayoría de delitos graves que cometen los menores están relacionados con la violencia sexual y la violencia contra los padres.

En total, este 2022 la Conselleria de Drets Socials abrió expediente a 1.023 menores de 14 años a los que, por ley, no se les puede imputar aún la comisión de un delito al considerar que no pueden tener responsabilidad penal por no poder comprender la ilicitud del hecho y considerarse que es más pertinente una intervención educativa que una corrección penal.

Un equipo especializado se encarga de evaluar a adolescentes como los presuntos agresores de Badalona, acusados de haber violado a una niña de 11 años en el lavabo del Centro Comercial Magic. El trabajo de este servicio, que cuenta con más de una década de experiencia, se basa en detectar si estos menores sufren desamparo por parte de sus familiares y comprender qué les ha llevado a cometer este acto delictivo. "Se trata de un equipo formado por psicólogos y educadores que contactan con la familia de los menores, la escuela y su entorno. En algunos casos detectamos temas de salud mental, problemas en la crianza o que la familia necesita apoyo porque va desbordada", ha explicado la directora general de la DGAIA, Ester Cabanes.

Fuentes del sistema de Justicia Juvenil explican que el gran grueso delitos graves cometidos por menores y que necesitan atención psicológica son, o bien agresiones sexuales o bien violencia ejercida contra los padres. "Esta intervención es clave para cambiar sus conductas en el futuro", explican.

Los datos, avanzados por la Cadena Ser, que ha podido confirmar este diario muestran lo que los profesionales también están detectando: que el gran grueso delitos graves cometidos por menores y que necesitan atención psicológica son, o bien agresiones sexuales o bien violencia ejercida contra los padres. La secretaría de Infància del Govern reconoce que las agresiones sexuales entre menores va al alza porque los menores explican más casos y, por tanto, afloran más denuncias. Especialmente ocurre en la provincia de Tarragona, donde hace dos años se implementa un sistema pionero, 'Barnahus', que detecta tres veces más casos de abusos sexuales y maltrato en la infancia que en el resto de Catalunya.

El programa que atiende a los menores inimputables recibe el nombre de 'Educando en la responsabilidad'. Sus principales líneas de acción consisten en abordar los factores de riesgo de estas conductas disociales, responsabilizar al infractor, reparar el daño producido en la víctima y restaurar las relaciones sociales rotas por la comisión del delito. En esta línea, los trabajadores valoran cada caso y estudian la situación de los niños y niñas, así como su entorno, para abordar los factores de riesgo. Entre otras medidas, se cita a los padres y al menor para descubrir si existe desprotección, se inicia un acompañamiento educativo terapéutico que de media dura un año y se activan otros recursos como la red de atención a la salud mental.

"A diferencia de los adutos, con los menores sí hay capacidad de intervención y cambio, se pueden paralizar a tiempo conductas para que no se conviertan en potenciales violadores y un peligro público en la sociedad. Si pensamos que encerrándoles y tirando la llave al mar resolvemos el problema, estamos muy equivocados", justifican fuentes de intervención en el medio abierto de la Justicia Juvenil catalana, que insisten en señalar la necesidad de estos programas de atención. Precisamente hoy el alcalde de Badalona ha opinado en la dirección contraria: pidiendo una reforma legal que obligue a estos agresores menores de edad a ingresar en un centro penitenciario.

Agresores de corta edad

El caso de Badalona ha vuelto a activar las alarmas sobre el ascenso de los delitos sexuales cometidos por menores de edad. En este sentido, los Mossos d'Esquadra han informado de que en Catalunya hay 280 menores denunciados por cometer agresiones sexuales. De ellos, una cuarentena cuentan con menos de 12 años. En total, los menores suponen el 12,7% de los agresores sexuales registrados en 2022, según apunta la policía catalana. Entre las víctimas, la cifra de menores es mucho mayor y asciende hasta el 38,2% del total de casos denunciados.

Víctimas con menos de 12 años

En este sentido, tanto los expertos como los datos con los que se cuentan confirman el aumento de las denuncias de violaciones grupales y agresiones sexuales cometidas por menores de edad. Las cifras policiales de 2022 en Catalunya apuntan en la misma dirección. Cada vez hay más menores implicados como agresores sexuales. Cuarenta de ellos (1,8% del total) son niños menores de 12 años, y el 10,8% (238) son adolescentes entre 13 y 17 años.

Igualmente alarmantes son las edades de las víctimas de este tipo de agresiones. Durante el año pasado, 3.064 mujeres denunciaron haber sufrido un delito de violencia sexual. De estas, el 15,4% son menores de 12 años (471) y el 22,8% cuentan entre 13 y 17 años (698). Los expertos insisten en señalar que la exposición al porno violento desde edades muy tempranas, así como la ausencia de la educación afectivo-sexual en la escuela, tienen una gran parte de responsabilidad en el aumento de los delitos sexuales, especialmente los múltiples, entre los menores de edad.

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