abusos sexuales en la infancia

El nuevo programa contra la pederastia en Tarragona triplica la detección de casos

El proyecto piloto 'Barnahus' permite detectar 4,7 casos por cada 10.000 niños, frente a los 1,7 de media del resto de Catalunya

La Generalitat empieza los trámites para poner en marcha cuatro unidades más en Manresa, Lleida, Mataró y la Seu d'Urgell

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A1-120133799.jpg / JOAN REVILLAS

Elisenda Colell

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El plan piloto de la Generalitat para acompañar a las víctimas de la pederastia empieza a dar sus frutos. Los datos son apabullantes: este nuevo sistema de atención a los niños que sufren violencia sexual detecta hasta tres veces más casos que en el resto de Catalunya. Así, se han detectado 4,7 casos por cada 10.000 niños, frente a los 1,7 de media del resto de Catalunya. Los datos los ha dado a conocer este viernes la oenegé Save The Children, la entidad que propuso aplicar el modelo escandinavo de las 'Barnahus' en Catalunya y que está acompañando en la implementación del proyecto.

Los buenos resultados del plan piloto, ubicado en las comarcas de Tarragona, han empujado a la Conselleria de Drets Socials a expandir el modelo al resto del territorio, y ya se han puesto en marcha los procedimientos para crear cuatro centros más el año que viene en la Seu d'Urgell (Alt Urgell), Lleida (Segrià), Manresa (Bages) y Mataró (Maresme). También el Gobierno central quiere impulsar un plan similar. La oenegé valora muy positivamente los resultados, pero insiste en un tema clave: la formación de los profesionales.

Desde una enfermería provisional, y durante dos años, una unidad multidisciplinar, coordinada con las escuelas, los centros sanitarios, clubes deportivos y órganos judiciales ya ha atendido a 526 niños y adolescentes que han sido víctimas de violencia sexual en Tarragona. Es la 'Barnahus', el primer centro de toda España que replica el modelo escandinavo contra la pederastia y que obliga a que los distintos profesionales se tengan que coordinar y trabajar conjuntamente ante un caso de violencia sexual, en vez de que el menor y su familia se tengan que desplazar y repetir su trauma una y otra vez. De este modo, se detecta el triple de casos que en el resto de Catalunya, y desde que este diario visitó este centro pionero, han más que duplicado los niños atendidos: en un año han crecido un 165%. "Necesitamos un traslado de sede porque nos faltan metros y manos para atender a las familias y a los niños en condiciones. Estamos adaptándonos", explica la jefa del servicio de Atención a la Infancia y la Adolescencia en Tarragona, Isabel Carrasco.

Reabrir casos archivados

El centro va a tener un espacio propio y acondicionado para finales de enero de 2023. Carrasco explica este aumento espectacular de casos debido a la implicación del personal que trabaja con menores en las comarcas del Camp de Tarragona. "La gente está más sensible ante cualquier revelación y manifestación de un niño: saben dónde hay que notificar y comunicar los casos. Antes, el proceso se dilataba en el tiempo y no sabían qué hacer con esa información" cuenta Carrasco.

La unidad ha logrado reabrir casos que habían quedado archivados por falta de pruebas y ya ha conseguido las primeras sentencias favorables. Del total de niños atendidos, el 10% estaban en edad preescolar, el 27% en edad escolar y el 63% eran adolescentes. Más de la mitad de los casos ocurren en el entorno familiar (54%) y en la práctica mayoría las víctimas son de sexo femenino (83%).

"Se han hecho muchos avances y esto es un súper resultado", dice Emilie Rivas, responsable de Políticas de Infancia de Save The Children en Catalunya. Esta oenegé no tan solo propuso este proyecto, sino que está asesorando a la Administración catalana en su implementación. Este viernes, por ejemplo, clausuraron un proyecto de formación a 1.200 profesionales (psicólogos, forenses y pediatras) en abordaje de la violencia sexual infantil que empezó antes de la pandemia del coronavirus. "Estos proyectos no pueden funcionar si los profesionales no están bien formados, y aquí tenemos una de las mayores lagunas: en Catalunya no existen estas formaciones y los que las hacen tienen mucha rotación", asume Rivas.

Efecto contagio

Los buenos resultados del plan piloto catalán dan aliento para que este proyecto se implante en toda la geografía catalana. El Govern ya ha empezado a licitar cuatro 'Barnahus' más, ubicadas en Lleida, Mataró, Manresa y la Seu d'Urgell, que deberán ponerse en marcha a lo largo del año que viene. "La idea es empezar por los territorios, que es donde hay menos servicios especializados", cuenta Rivas, que remarca que la Generalitat tiene un fuerte compromiso político con este proyecto.

A su vez, este nuevo modelo de atención se está expendiendo en el resto de España, aunque va a un ritmo menor. Save The Children ya trabaja con Cantabria, Ibiza, el País Vasco y Navarra, y a su vez el Ministerio de Inclusión ya ha recibido fondos europeos para financiar este proyecto en otras comunidades, como en el caso de Extremadura. "Al final, se trata de poner la persona en el centro. Empezamos con los menores víctimas de violencia sexual pero esto puede, y debe, expandirse a otros colectivos como son las mujeres o las personas con discapacidad", pide Rivas.