Colectivos vulnerables

Sin ayudas para personas con discapacidad: tres años esperando una camilla para ducharse

El Govern mantiene congeladas desde 2020 las PUA, prestaciones para adquirir material que mejore la autonomía de los dependientes

Rocío Martín a su hijo Albert, con discapacidad severa, de la cama a la silla de ruedas

Rocío Martín a su hijo Albert, con discapacidad severa, de la cama a la silla de ruedas / ANNA MAS

Elisenda Colell

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"Estamos hablando de un tema de derechos humanos y de dignidad: del derecho que tiene mi hijo a tener su higiene, a moverse, a salir de casa.... Esperar tres años es un lujo que no nos podemos permitir". Este es el lamento de Rocío Martín, madre de tres hijos, uno de ellos con parálisis infantil desde el nacimiento. Albert tiene una discapacidad del 84% y el derecho a recibir las ayudas PUA (prestación de atención social a personas con discapacidad) que cada año otorga la Generalitat para financiar material y servicios que mejoren la autonomía de las personas con discapacidad en Catalunya. Albert necesita una camilla para ducharse, una cama articulada y una grúa para poderle mover. Pero hace tres años que el Govern ni ejecuta ni resuelve estas ayudas. Como él, centenares de familias y entidades se llevan las manos a la cabeza: "¿Cómo es posible que nos hagan esto?", se pregunta Martín.

La familia de Albert, un joven con parálisis cerebral y una discapacidad del 84%, necesitaría una cama articulada y una grúa

La Generalitat considera a Albert un gran discapacitado con una afectación muy importante. Durante el embarazo, su madre contrajo citomegalovirus, un virus que infectó al feto y le provocó parálisis cerebral, además de sordera bilateral profunda y tetraparesia espástica. "No tiene movilidad en las manos, ni en los pies. No puede sostener ni el tronco ni la cabeza", explica la madre. También tiene una importante afectación cognitiva. No habla ni se puede comunicar. "Estamos trabajando para que, con la ayuda de un ordenador, pueda decirnos si tiene hambre, si tiene sed... pero vamos a tardar años", asume la madre.

El 'conseller' Campuzano asegura que este año resolverán y pagarán las subvenciones de 2021, 2022 y de 2023

Ahora el chico tiene 14 años y necesidades importantes. "La silla de ruedas tuvimos que cambiarla y ahora nos cuesta pasar por la puerta. Necesitamos una camilla especial para bañarle, porque la hamaca que usábamos nos ha quedado pequeña. También nos sería muy útil una grúa y una cama articulada, ya no tenemos fuerza para moverle como antes", explica la madre. Pero todos objetos cuestan un dineral. La camilla para la ducha cuesta 1.800 euros.

Rocío Martín ducha a su hijo Albert, con discapacidad severa, en el salón de su casa.

Rocío Martín ducha a su hijo Albert, con discapacidad severa, en el salón de su casa. / ANNA MAS

Cientos de afectados

En 2021, la familia pidió una PUA para una rampa portátil. "Albert ya no cabía en el sillín para el coche, y no había forma de meterlo. Compramos una furgoneta y una rampa para que él entrara con la silla de ruedas... era la única forma que teníamos para llevarle en coche", cuenta la madre. La rampa costó 6.000 euros. Ella pidió la subvención en junio de 2021. No ha habido respuesta. "Pensé que podría recuperar 2.900 euros, pero aún no sé ni si me la han aceptado. Es un dineral que no podemos asumir", explica.

Como ella, centenares de familias están en la misma situación. "Yo me siento una privilegiada, pero hay muchas familias en apuros económicos que no pueden ni plantearse estos gastos", explica. Ella y su pareja son trabajadores por cuenta ajena que deben mantener a otros dos adolescentes más.

En 2022, la Generalitat no permitió ni tramitar las solicitudes. En octubre, el diputado del PSC Raúl Moreno trató este tema en el pleno del Parlament. "Se puede imaginar el desconcierto de las familias, estamos hablando de elementos de extrema necesidad", se quejó el socialista. La entonces 'consellera', Violant Cervera, asumió que en 2020 solo se aceptaron la mitad de las solicitudes tramitadas "por falta de presupuesto", pero se comprometió que a principios de 2023 las familias recibirían el dinero que les debía el Govern. "Pueden estar tranquilos", dijo Cervera. De momento, nadie ha visto ni un euro.

"Es muy grave", se queja el director de la federación Dincat, Víctor Galmés. La entidad, que hasta septiembre estuvo liderada por el actual 'conseller' de Drets Socials, Carles Campuzano, ya alertó de este problema. "Es un tema esencial para las personas con discapacidad, que, en la mayoría de casos, necesitan prótesis para poder moverse", añade Galmés. "Es que ni tan siquiera sabemos si se han admitido las peticiones que se hicieron. Estamos hablando de temas más que necesarios para la vida de muchísimas personas", se queja Albert Carbonell, presidente de la federación ECOM, de personas con discapacidad física.

El doble de presupuesto

El 'conseller' Carles Campuzano ha prometido a las entidades que este año resolverán (y pagarán) las subvenciones para el 2021, 2022 y 2023, con , además, más presupuesto que el que estaba previsto. Drets Socials duplicará el presupuesto, superando los 5 millones de euros, y espera atender 10.000 solicitudes, 6.000 más que en una convocatoria habitual.

Pero el trámite deberá hacerse de forma telemática y con petición de citas online. "En nuestro sector tenemos una brecha digital espectacular. ¿Quién les ayudará? Las entidades vamos sobresaturadas ayudando a hacer estos trámites", insiste Carbonell.

A día de hoy no hay ningún proceso abierto tampoco para 2023. Albert se ha quedado sin grúa, sin espacio donde ducharse en casa... "Le tengo que hacer la higiene en la cama porque no puedo hacerlo en la ducha", lamenta la madre.

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