Día Mundial de las Personas con Discapacidad

La exitosa inserción de Oriol Prats: empleo, piso y novia

"Hemos de dejar el proteccionismo y hacernos visibles", reivindican las familias

Solo una de cada cinco personas con discapacidad intelectual tiene actualmente empleo

Oriol

Oriol / FERRAN NADEU

Montse Baraza

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Oriol Prats tiene 50 años muy bien llevados. Tiene un empleo, un proyecto para irse a vivir por su cuenta y una novia (Eva) con la que tiene planes. Y es feliz. Lo corrobora su hermana Genisa, que reconoce que la familia está tranquila al ver que Oriol vive su vida de forma autónoma a pesar del síndrome de Down. Él es el menor de ocho hermanos. El pasado agosto murió su madre y eso ha acelerado los planes para que el pequeño de los Prats emprenda el vuelo fuera de la casa familiar.

Su caso es un ejemplo del éxito de la inserción laboral de las personas con discapacidad, algo que a día de hoy no está todavía al alcance de muchas personas como él y, por ende, de sus familias, que viven con angustia pensando en el futuro que les espera a sus hijos. Actualmente solo uno de cada cinco personas con discapacidad intelectual en edad activa tiene trabajo. Coincidiendo con el Día Mundial de las Personas con Discapacidad, que se celebra este sábado 3 de diciembre, entidades como Fundación Aura o Dincat han reivindicado a las administraciones y a las empresas que faciliten a este colectivo el acceso a un empleo, factor clave para su plena inserción social.

Los padres de Oriol, ya fallecidos, tuvieron hace 30 años la "valentía", en palabras de Genisa Prats, de huir de la comprensible tendencia al proteccionismo y, en su lugar, empujar a su hijo hacia una vida laboral lo más normalizada posible, lejos de los centros ocupacionales especiales. Por eso acudieron en 1990 a la Fundación Aura, que trabaja con empresas ordinarias --ordinarias en el sentido de que no son específicas para este colectivo, pero extraordinarias porque apostando por gente como Oriol evidencian sus valores- para integrar laboralmente a personas con discapacidad. Lo hacen con la metodología 'Trabajo con apoyo', que suponer tener el acompañamiento de un preparador laboral, que se asegura de que la inserción funcione y que ejerce de mediador en caso de necesidad. En el caso de Oriol, esta figura la desempeña actualmente Emili Rodríguez. "Muy pesado", dice Oriol divertido ante la mirada cómplice de Emili.

"Soy auxiliar de mantenimiento de las pistas en el Servicio de Deportes de la Universitat de Barcelona desde 1992. Tengo contrato indefinido", cuenta con orgullo. "Lo disfruto mucho", dice. Y ejerce de trabajador responsable."Para eso me pagan", suelta. El buen ambiente con los compañeros y la flexibilidad de la empresa le han ayudado a lo largo de estos años de vida laboral. Un ejemplo, subraya Rodríguez, de que "pueden trabajar perfectamente en cualquier empresa".

Agenda social y cultural

No solo el tener un empleo prueba la plena integración de Oriol, un hombre dicharachero y empático. Su intensa agenda vespertina da vértigo: participa en un taller de formación sobre economía, en uno de lectura y en otro de estimulación cognitiva. Además, practica yoga, colabora en el boletín de Aura y hace teatro, una de sus pasiones, desde hace 15 años en el Mas Guinardó.

"Y tengo novia", apunta. "Nos conocimos en Palma de Mallorca. Le gusta el teatro y el arte y juntos salimos a pasear, a tomar algo o a mirar las estrellas", explica con naturalidad.

Pero el proyecto más inmediato que tiene sobre la mesa es lanzarse a la vida independiente. Se está entrenando para ello y en febrero será cuando definitivamente se vaya a vivir solo a un piso que ha heredado. "Solo no, con David", aclara. David es el compañero con el que vive en un piso de aprendizaje; una vivienda que Aura les facilita y que comparten con dos estudiantes universitarios para aprender lo que es vivir por su cuenta.

Creerse la inclusión

La vida autónoma que lleva Oriol, el "mimadísimo y queridísimo hermano pequeño", es una tranquilidad para su familia, explica Genisa. "Lo vemos feliz, con iniciativa, entusiasmado con su vida. Esa es la pretensión de la familia", cuenta antes de reconocer la "valentía" que tuvieron sus padres al optar por "una vía normalizada, de inclusión real". Genisa pone en valor el trabajo de "entidades y familias que se han creído la inclusión". "Hemos de dejar el proteccionismo y estar en la ciudad, trabajando, haciendo cosas normalizadas, ya sea en el trabajo, en la escuela, o en la vida social. Nos tenemos que hacer visibles", reivindica Genisa usando el plural inclusivo y recordando que antiguamente los centros para discapacitados estaban a las afueras de las ciudades.

Aura, entidad sin ánimo de lucro fundada en 1989, colabora con más de 400 empresas, que han incorporado con éxito a sus plantillas a personas con discapacidad intelectural. El 85% de las personas tienen contratos indefinidos. "Lo que demuestra que la inclusión laboral es un éxito si se ofrecen los recursos y los apoyos apropiados", subrayan.

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