Los Mossos frustran un intento de secuestro en la calle Amigó de Barcelona

Los Mossos d'Esquadra han frustrado esta noche un intento de secuestro al liberar a dos personas que permanecían retenidas contra su voluntad en un domicilio de la calle de Amigó de Barcelona. El Grupo Especial de Intervención (GEI) ha tenido que irrumpir en el piso para poder rescatarlas. En el operativo han resultado detenidas tres personas.

Desde la calle se han podido oír detonaciones que, según fuentes policiales, se corresponden con granadas aturdidoras que se han utilizado en la intervención. El episodio ha finalizado sin heridos.

Una hora

El despliegue ha durado más de una hora y ha obligado a cortar la calle de Amigó, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Fuentes policiales apuntan a este diario que los tres detenidos y los dos rehenes son de nacionalidad china.

Sobre las cinco de la tarde, los Mossos d'Esquadra han recibido un aviso al 112 alertando de que una persona presuntamente tendría retenida a otra en un domicilio en la calle Amigó. Los efectivos policiales se han dirigido al lugar para realizar las primeras comprobaciones.

Una vez dada fiabilidad a la llamada, se han dirigido varias patrullas, tanto de seguridad ciudadana como de orden público e investigación. Allí han contactado con distintos testigos que han dado veracidad al aviso.

Negociación sin éxito

Ante estas informaciones se ha activado el GEI y los negociadores de la Unidad de Secuestros y Extorsiones, y se ha establecido el dispositivo. Sobre las ocho de la tarde se han iniciado, sin éxito, las negociaciones con las personas que se encontraban en el domicilio.

Pasadas las ocho de la tarde, en una operación coordinada, se ha accedido al domicilio y se han liberado a las dos personas retenidas contra su voluntad, un hombre y una mujer, y se han practicado las tres detenciones. La División de Investigación Criminal se ocupa del caso. Los primeros indicios señalan que los agresores estarían reclamando dinero a las víctimas.

El director de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, ha explicado en declaraciones a los hechos tras la liberación que Ferrer que en el piso había "herramientas y armas", y que en estos momentos el domicilio está vacío. Además, ha destacado que no se sabe tampoco "si hay relación de parentesco con los secuestradores".

Según los vecinos, en el piso residían tres hombres de nacionalidad china. Y de vez en cuando, acudía una mujer. Llevaban medio año residiendo en el piso y no hablaban español. 

Horas después el suceso, Anna, que vive en el mismo rellano, explicó cómo había escuchado fortísimo ruidos. "Imagino que serían disparos, no lo sé muy bien". Madre de dos niños de 3 y 5 años, se asustó por ellos, por si la violencia que intuía desde su casa iba a más, pero al sentir que llegaban tantos agentes se tranquilizó un poco. "Era imposible que pasara nada. Había muchísima gente", explicó. De hecho, llegó a abrir la puerta para ver qué estaba ocurriendo y los policías le gritaron que la cerrara. A través de la puerta, Anna escuchó los gritos de los detenidos. Comentó que apenas tenía relación con las personas que vivían frente a su casa. Uno de los pocos encuentros que mantuvo fue para criticarles que tiraran colillas de tabaco en el rellano.