Crisis climática

El Govern advierte de que la sequía ha venido para quedarse y urge a los ciudadanos a modificar hábitos de consumo

Catalunya aplicará a partir del viernes restricciones de agua en 513 municipios en los que residen 6,7 millones de personas

Unió de Pagesos vive las limitaciones con tranquilidad ya que coinciden con un momento de descenso del riego de los cultivos

Montse Baraza

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Un total de 514 municipios catalanes de 27 comarcas, incluida el área metropolitana de Barcelona, en los que viven 6,7 millones de personas y por tanto el 80% de la población catalana, están ya en situación de alerta por sequía, según ha informado este martes el Govern de la Generalitat. Las restricciones en el consumo de agua, que no afectarán el consumo de boca de los ciudadanos, entrarán en vigor este viernes, cuando la resolución firmada por el director de la Agencia Catalana del Agua, Samuel Reyes, se publique en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC).

La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha urgido a la población a cambiar de hábitos de consumo de agua, puesto que la sequía, en el actual contexto de emergencia climática, ha venido para quedarse. "Los periodos de sequía en Catalunya van a ser cada vez más habituales, más largos y más intensos. Vamos a tener episodios secos con más frecuencia y serán más persistentes", ha advertido Plaja. "Es urgente modificar los hábitos", ha insistido.

De hecho, las medidas actuales responden al estado de alerta, pero por encima de este nivel hay dos más: el de excepcionalidad y el de emergencia. Este último ya contempla restricciones en el uso doméstico del agua. Aquí sí que los ciudadanos notarían que no pueden consumir agua con normalidad.

La Comisión Interdepartamental de Sequía, presidida por el 'president' Pere Aragonès, ha acordado declarar el estado de alerta en la cuenta del Ter-Lobregat y en el embalse de Darnius Boadella ante el agravamiento de la situación hídrica tras varios meses sin lluvias abundantes y con los pantanos de las cuencas internas situados en un 34% de su capacidad, las más bajas desde 2007 y 2008, cuando se produjo la última gran crisis de sequía en Catalunya. Concretamente el sistema Ter-Llobregat, del que depende Barcelona y su área metropolitana, está al 34% de su capacidad (207 hectómetros cúbicos) y el de Darnius está al 33% (20 hectómetros cúbicos). Tras la reunión, el Govern ha facultado al director de la Agencia Catalana del Agua (ACA) para que firme la resolución declarando la alerta en estos puntos y detallando las restricciones en el consumo que eso supone.

Las restricciones no afectarán, ha subrayado la portavoz del Govern, al día a día de los ciudadanos en el consumo de agua. "A título individual o familiar no habrá límites, más allá de la prohibición de llenar piscinas y de la recomendación de reducir el riego de jardines a lo imprescindible. No supondrán incomodidades prácticas en los hábitos personales", ha señalado Plaja, que sí ha querido subrayar que este episodio de sequía deber servir a los catalanes para "tomar conciencia del problema de la falta de agua".

Tranquilidad en el campo

Las limitaciones en el consumo en esta fase de alerta serán en usos agrícolas (reducción del 25% del consumo), ganaderos (10%), industriales (5%), en usos recreativos que impliquen riego (30%), y en otros usos recreativos lúdicos (5%).

Desde el sindicato Unió de Pagesos están relativamente tranquilos. Su responsable de temas de agua, Josep Cuscó, ha explicado a EL PERIÓDICO que las restricciones llegan en un momento en que los agricultores no riegan tanto. "No se riegan los árboles frutales. El riego de esta época es de huerta y no planta todo el mundo. La reducción del consumo entra dentro de nuestros parámetros. Estamos tranquilos", ha apuntado. Otra cosa será si la falta de lluvias se alarga, aunque las previsiones de lluvia a medio plazo no son malas. "Confiamos en que este invierno lloverá. Esperamos que nieve en alta montaña y que llueva en la cabecera de los pantanos".

Cuscó, en línea con el aviso lanzado por Plaja, también subraya que los episodios de sequía "se van a ir repitiendo". "Hace ya dos, tres, cuatro años que no llueve como debería", recuerda. El campo está agradecido a las desalinizadoras, que han permitido contar con un extra importante de recursos hídricos. "Han sido la solución. Han salvado mucho", subraya.

Desalinizadoras y agua regenerada

Esta situación de sequía no es nueva. El Plan de Sequía de Catalunya, la herramienta para gestionar los episodios de escasez de agua, está activado desde el mes de octubre de 2021. Desde entonces, la ACA ha ido analizando las reservas y aplicando medidas. Así, en el ámbito del Ter Llobregat, que estaba en prealerta desde el pasado febrero, se estaban aplicando medidas como el incremento de producción de las desalinizadoras (del 20 al 90%), que han aportado al sistema más de 54 hm3. Según la ACA, esto ha evitado que los embalses estén siete puntos por debajo de su volumen actual (sin el agua desalinizada, hoy el sistema Ter Llobregat estaría cerca del umbral de excepcionalidad). Además de la desalinización, en la fase de prealerta se ha potenciado la producción de agua regenerada, lo que ha permitido aportar 2.000 litros por segundo en el tramo final del río Llobregat para garantizar el caudal ecológico.

En la fase de alerta, se prevé que parte de esta agua regenerada (900 litros por segundo) se destine al riego agrícola a través del canal de la derecha del Llobregat, mientras que los 1.100 litros restantes se destinen a garantizar el caudal ecológico.