Crisis climática

La contaminación por microplásticos amenaza las lagunas costeras del planeta

Algunas de las más afectadas son las que se encuentran en Lagos (Nigeria), Sakumo (Ghana) o Bizerta (Túnez)

El estudio también alerta de la situación del Mar Menor y de la Pletera, en Girona

La Manga del Mar Menor

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Las lagunas costeras de todo el planeta están en peligro por la presencia de microplásticos, según ha alertado este lunes un estudio que ha dirigido el catedrático Miquel Canals, director del Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona (UB) y ha publicado la revista 'Environmental Pollution'. El trabajo revisa el progreso de los conocimientos sobre la contaminación y avisa de la abundancia de fibras y fragmentos de polietileno, poliéster y polipropileno en varios ecosistemas.

El estudio revisa la situación de 50 lagunas de 20 países. El 32% están en Europa, el 20% en Asia, el 18% en América Latina y Caribe, el 12% en África, el 10% en América del Norte y el 8% en Ocenía. Se da la circunstancia que las lagunas costeras están afectadas por la contaminación a pesar de que el 58% son sistemas protegidos.

Algunas de las lagunas más afectadas son las que se encuentran en Lagos (Nigeria), Sakumo (Ghana) o Bizerta (Túnez), cerca de grandes núcleos urbanos y sin sistemas de tratamiento de la basura ni de las aguas residuales. Sin embargo, las mayores concentraciones de micropartículas se han detectado en Barnes Sound, en el sur de Florida (EEUU) y en otras pequeñas lagunas de un área protegida del norte de la bahía de Florida. Este es un caso particular que se explica por los huracanes, que transportan microplásticos de otras áreas contaminadas.

En el caso de la Península Ibérica, las lagunas costeras son relativamente poco numerosas y pequeñas en comparación con otros sistemas del mundo. La mayoría se asocian a los cursos más bajos de los ríos y a sus antiguas desembocaduras, así como a la deriva litoral de sedimentos. Sería el caso de los aiguamolls del Empordà, el delta del Ebro, la albufera de València o el sistema lacunar del Algarve portugués. El estudio también revela la presencia de microplásticos en la columna de agua, los sedimentos y los peces en las lagunas costeras del Mar Menor (Murcia), la Pletera (Catalunya) y en Ría Formosa y Aveiro (Portugal).

Plásticos en las doradas del Mar Menor

"El estado ambiental de estas lagunas es variable. Algunas sufren los efectos de la contaminación de origen urbano, industrial y agrícola, como la albufera de València o el Mar Menor, en Múrcia, donde se han producido muertes masivas de peces por episodios de anoxia", manifiesta el catedrático Miquel Canals. "El Mar Menor, que es la laguna costera más extensa de España, tiene unas características únicas entre las lagunas costeras ibéricas, dada la alta salinidad de sus aguas como resultados de la comunicación permanente con el mar abierto y con la presencia de islotes volcánicos. Los episodios de sequía pueden tener efectos notables en algunos de estos sistemas, como ya está pasando en los aiguamolls del Empordà o en Doñana", apunta Canals.

"En las lagunas españolas, se ha constatado una media de 20,1 ± 2,9 microplásticos por kilogramo del tracto digestivo en doradas (Sparus aurata) del Mar Menor, y hasta 2,5 microplásticos por individuo en la gambusia (Gambusia holbrooki) de la laguna restaurada de la Pletera, en Girona", detalla. "En el Mar Menor --continúa-- la presencia media sería de 43,5 a 53,1 microplásticos por kilogramo de sedimento, un valor sensiblemente inferior al que se encuentra en las lagunas de Venecia y en Sacca di Goro (Itàlia), Anzali (Irán), Bizerta (Túnez) y Lagos (Nigèria), pero superior al que se ha detectado en Ria Formosa (Portugal)", añade.

Los factores clave

Entre los factores que explican la contaminación, el estudio cita "el tiempo de permanencia y la tasa de renovación del agua de las lagunas, la presencia de grandes centros urbanos e industriales con una gestión inadecuada de los residuos, las descargas de ríos, las fluctuaciones climáticas estacionales, los fenómenos naturales como huracanes o tifones y la tipología de los microplásticos", enumera el investigador Ostin Garcés-Ordóñez, primer autor del artículo.

Así, las lagunas con tasas lentas o muy lentas de renovación del agua son las más susceptibles de presentar contaminación elevada por microplásticos. Es el caso de la laguna Mosquito, en Florida, donde la renovación del 50% del agua requiere entre 200 y 300 días, por tanto los microplásticos permanecen en este ecosistema durante periodos de tiempo considerables.

En la laguna de Río Lagarto (México) o en la Ciénaga Grande de Santa Marta (Colombia), se ha observado que en la época de lluvias, "la concentración de microplásticos también aumenta en el agua superficial en comparación con la estación seco", apunta Garcés-Ordóñez.

El estudio revisa también los efectos de la contaminación sobre 96 especies. El impacto más alto se ha detectado en peces de las lagunas de Bizerta y Ghar El Melh (Túnez), en especial las especies Liza aurata y Sarpa salpa, con ingestas de hasta 65 microplásticos por individuo. Los moluscos, con niveles de hasta 17 microplásticos por individuo, son otro grupo de los más afectados. Los valores más altos se han detectado en la ostra de Virginia de la laguna Mosquito. El estudio advierte de que los microplásticos pueden acabar en el mar agravando todavía más el problema de la contaminación de los océanos.