ENTREVISTA

Ana Vázquez: "Sin sacrificio no hay recompensa"

La joven valenciana cursa el grado de Historia gracias a una de las 50 becas que concede la Fundación ‘la Caixa’ e estudiantes brillantes

Ana Vázquez, estudiante de grado de Historia en la Universitat de València gracias a una de las 50 becas de grado que concede Fundación La Caixa a estudiantes brillantes.

Ana Vázquez, estudiante de grado de Historia en la Universitat de València gracias a una de las 50 becas de grado que concede Fundación La Caixa a estudiantes brillantes. / Ana Vázquez estudia grado de Historia en la Universitat de València gracias a una de las 50 becas de grado que concede Fundación La Caixa a estudiantes brilantes.

Montserrat Baldomà

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Ana Vázquez está estudiando el grado de Historia en la Universitat de València gracias a una de las 50 becas que, con la finalidad de promover la igualdad de oportunidades, la Fundación ‘la Caixa’ concede a estudiantes brillantes con escasos recursos económicos. A base de esfuerzo y de arañarle horas al sueño, la joven compatibiliza los estudios universitarios con la práctica del taekwondo, deporte en el que acaba de conseguir la medalla de oro del décimo Open de la Comunitat Valenciana.

¿Por qué elegiste Historia?  

La Historia es el camino que más me gusta para llegar a ser profesora. Cuando acabe la carrera me gustaría hacer el máster de Educación y dar clases en un instituto. Y claro, también pesa la importancia que para mí tiene la historia. Conocerla permite entender muchas cosas que vivimos hoy en día.

Estás estudiando gracias a una de las becas de Fundación ‘la Caixa’ que facilitan el acceso a los estudios a jóvenes excelentes. ¿Qué ha supuesto para ti?

Sin beca habría supuesto un esfuerzo muy importante para mis padres. La beca es una gran oportunidad, da una cierta independencia y es un desahogo para mis padres.

Además de la matrícula, ¿qué otras cosas ofrece la beca?

Nos da la oportunidad de estudiar un idioma, con la exigencia de acabar la carrera con un cierto nivel. En mi caso, estudio inglés. También tenemos un orientador que nos ayuda, por ejemplo, a gestionar el estrés y la ansiedad; nos dan cursos sobre técnicas de estudio y habilidades transversales, como escritura o hablar en público; y tenemos un mentor, alguien mayor que ha estudiado lo mismo que nosotros y que, a partir de su experiencia, nos ayuda a decidir el camino a seguir. En mi caso es un profesor de historia de Barcelona.

¿Quién te puso sobre la pista de estas becas?

Mi madre, que lo vio en un periódico. Aunque pensaba que no me la iban a conceder porque solo daban a 50 becas, presenté mi expediente académico, cartas de recomendaciones de profesores y una carta de motivación.

¿Te acuerdas que decías en la carta de motivación?

Sí, fui muy sincera. Hablé de mí, de mi día a día, y de por qué quería estudiar historia. El titulo era El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. 

Estas son becas para estudiantes brillantes. No dudo de que lo seas, pero imagino que detrás habrá mucho esfuerzo.

Claro, en la ESO te puedes permitir aprobar sin estudiar; en bachillerato, ni en broma. Tuve que hacer un gran esfuerzo para sacar las notas que saqué, un 9,95 en bachillerato y un 12,728 en la selectividad. Quedaba menos con mis amigas, me perdía entrenamientos por estudiar... Sí, es un sacrificio, pero es que sin sacrificio no hay recompensa.

¿Quién te inculcó el valor del esfuerzo?

Mis padres. Ninguno de ellos ha estudiado más allá de la enseñanza obligatoria, que en su momento era EGB. Los dos se han esforzado mucho, han trabajo día y noche y de lo que fuese –mi madre, por ejemplo, trabaja en la limpieza-, para que mi hermano y yo tuviéramos más oportunidades de las que tuvieron ellos.

Practicas taekwondo desde los 5 años. ¿Qué te aporta el deporte?

Ha sido fundamental para entender lo que era el esfuerzo. Cada club en el que he estado, cada entrenador que he tenido y cada compañero me han enseñado el sacrificio. Los valores que tengo, además de por mis padres y por mi familia, vienen en gran parte por ese deporte. Valores como la disciplina, el respeto y el orden, que me son muy útiles en los estudios, los he aprendido también del taekwondo. Hoy es mi mayor fuente de distracción relajación y de focalización más allá de los estudios. Y aunque me tenga que matar a entrenar, que es lo que hago, me merece la pena.

Entre estudios y taekwondo ¿te queda tiempo para el ocio y otras aficiones?

Por supuesto, con mucha organización. Me gusta mucho bailar y los viernes, cuando acabo con los estudios y el taekwondo, voy a bailar salsa y bachata con una amiga. Y como cualquier joven de mi edad, me gusta salir de fiesta, viajar, leer, ver series y películas… ¿Mis preferidas? Las históricas, claro. Y soy monitora de tiempo libre los sábados. Pero siempre se sacrifica algo.

Pues en tu caso, sacrificarás el descanso.

Sí, y a mí que me gusta dormir, ya la siesta no la veo hasta verano, ja, ja, ja. Pero me merece la pena. De lo contrario, no lo haría. 

Un futuro de oportunidades

EL PERIÓDICO y Fundación ‘la Caixa’ dan voz a los perfiles sociales, culturales y científicos que con su esfuerzo están creando una sociedad con más oportunidades para todos.