Conflicto abierto

Animalistas y agricultores, a la greña por la recuperación del lobo en Catalunya

Nueve organizaciones animalistas reclaman a la Generalitat un plan para reintroducir la especie

El sindicato Unió de Pagesos carga contra la propuesta: "No han pisado el territorio en su vida"

Lobo

Lobo

EFE

EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nueve organizaciones animalistas han creado una plataforma que se presenta este martes de forma oficial en la que reclaman a la Generalitat medidas para lograr la recuperación del lobo en Catalunya. A este proyecto se opone abiertamente el sindicato agrario Unió de Pagesos, que ha alertado de los problemas que eso supondría para su labor en el campo. También el sindicato JARC (Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Catalunya) se ha mostrado reticente a la propuesta de reintroducir dicha especie.

Las organizaciones animalistas que componen la plataforma en cuestión son Libera!, Signatus, Depana, Galanthus, Adda, WWF de Barcelona, Llobu, Ecologistas en Acción y Greenpeace. Su objetivo es favorecer no sólo la recuperación de las poblaciones de la especie, sino también velar por su conservación. En un manifiesto conjunto, reclaman a la Generalitat un programa de seguimiento y apoyo para recuperar la especie y que se desarrolle un programa de comunicación social y educación ambiental para difundir el papel ecológico del lobo y "los beneficios que aporta también a la sociedad". Una petición, esta última, con la que se busca corregir "el desconocimiento y el rechazo social a la especie".

Favorecer la coexistencia del lobo con la ganadería tradicional extensiva, elaborar un estudio sobre los beneficios que generaría la presencia del lobo y mecanismos de carácter normativo, económico y técnico para el apoyo a las actividades primarias afectadas por la presencia del animal son otras medidas que piden los animalistas.

El pasado febrero, la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural (CEPN) acordó incluir al lobo dentro de la lista de especies silvestres en régimen de protección especial. En Catalunya, esta especie se añadió el pasado septiembre al catálogo de fauna salvaje autóctona amenazada.

Desde el año 2000 hasta ahora se han visto varios ejemplares de lobo --al menos cuatro, todos machos, según datos de la Generalitat-- en Catalunya, llegados a través de los Pirineos desde poblaciones italo-francesas, que han creado algunos problemas, el último hace una semana en el parque natural de l'Albera, en Girona, con el supuesto ataque a un rebaño de cabras, una de las cuales resultó muerta.

El factor rural

"Somos conscientes de que el retorno del lobo no puede llegar sin tener en cuenta a la población rural y sus modelos de vida", indican los impulsores de la plataforma en el manifiesto. "El despoblamiento del medio rural y la desaparición de la payesía -añaden- es una situación grave que genera desequilibrios territoriales, pérdida de paisajes agroforestales altamente biodiversos, masificación en las áreas urbanas y una mayor dependencia de los combustibles fósiles para las importaciones de todos los bienes de consumo a las áreas metropolitanas".

Ha de ser la Administración la que articule, según los impulsores de la plataforma animalista, los mecanismos que permitan prevenir conflictos entre la conservación de la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático y el mantenimiento y recuperación de la economía rural.

Los argumentos de los animalistas los rechazan firmemente desde Unió de Pagesos. Su coordinador territorial en el Alt Pirineu, Joan Guitart, asegura que quienes pretenden la reintroducción del lobo "no han pisado el territorio en su vida ni tampoco se ganan la vida con la ganadería". "Si queremos osos y lobos, al final no tendremos payeses", ha considerado Guitart, para añadir que en las comunidades donde están establecidas poblaciones de lobo los daños a la ganadería extensiva son importantes.

Por su parte, Lluís Viladrich, jefe sectorial de fauna de JARC se ha mostrad "reticente" con la propuesta de reintroducir el lobo, si bien estima que "el problema no son los animales, sino las medidas de protección que la Administración articule a su alrededor, que no hace viables las explotaciones agrícolas y ganaderas". "Si nos llenamos la boca de que es vital que el territorio no quede deshabitado, los payeses deben permanecer en el mismo y han de poder ganarse la vida con la agricultura y la ganadería", ha opinado.