Este es el tope diario de tiempo de pantallas para los menores de 12 años

"Viendo cómo estamos nosotros de enganchados,que haciendo una cola, tardamos una media de nueve segundos en mirar el móvil, ¿qué reciben nuestros niños? Para empezar, reciben una atención fragmentada. Si ya muchas veces tenemos la cabeza en otros mil lugares, a eso hay que añadir una interferencia real, que es el teléfono móvil. El niño necesita presencialidad, y necesita sentir cuándo come, sentir qué come, y si le ponemos una pantalla delante no lo siente. No siente la dificultad de ponerse un calcetín. El niño necesita vivir la vida, no verla a través de una pantalla". Con estas palabras nos ponían este miércoles frente al espejo en el Palau de la Generalitat -espacio acorde a la importancia que se quería dar al acto- los expertos que han participado en la elaboración y la presentación de la guía 'Las tecnologías digitales en la Infancia, la Adolescencia y la Juventud'; documento que quiere ser "una herramienta de acompañamiento a las familias, a los docentes, a los educadores y a los propios niños, adolescentes y jóvenes en el difícil camino de la convivencia y la relación con las tecnologías digitales".

La guía -cuya elaboración se ha alargado en el tiempo por la irrupción de la pandemia- empezó enfocada en la adolescencia, pero, durante su producción se dieron cuenta de la importancia de empezar a trabajar el asunto desde la pequeña infancia, ya que el abuso de las pantallas provoca problemas a nivel visual, a nivel de lenguaje, de obesidad... "Cuando lo ponemos delante de una pantalla no se entera de las cosas. Los niños necesitan el juego simbólico en el crecimiento. Representar roles, imaginar. No es lo mismo un cuento que una pantalla; en una pantalla está todo dicho. Dos tercios de los vídeos que dicen que son educativos no lo son", prosiguen los expertos en el impacto de las TIC en la pequeña infancia.

Los expertos recomiendan que los niños entre los 7 y los 12 años estén expuestos a las pantallas por ocio un máximo de una hora diaria. "Un cerebro sobreexpuesto a las pantallas pierde la capacidad de atención y concentración", añaden.

El 'ritual' de paso a la ESO

El ritual de paso de primaria a la ESO va acompañado de darle al niño o niña un móvil. "Tú, con esfuerzo, puedes aguantar a comprarle el móvil hasta que llegue a la ESO, pero cuando llega a la ESO ya es imposible, algo que, además coincide con el paso a la adolescencia, una etapa de especial vulnerabilidad.

En esta edad, los profesionales recomiendan tener en cuenta tres cosas: problemas para acceder a actividades de ocio saludables, problemas relacionados con los contenidos a los que tienen acceso, y un uso problemático. "No se trata solo de limitarles el tiempo, se trata de acompañarles. Es muy importante la mirada preventiva", señalan. En los adolescentes, se considera que 20 horas a la semana es el máximo que se considera "razonable". Más es alarmante.

Proyecto trasversal

El documento, presentado por la ‘consellera’ de la Presidència, Laura Vilagrà Pons, se ha elaborado con la colaboración de los departamentos de Salud, Derechos Sociales y Educación. La coordinación e implementación de la publicación ha corrido a cargo del Pacto Nacional de Salud Mental.

Según los resultados de la segunda Enquesta de Benestar Subjectiu de la Infància a Barcelona, presentados a finales de agosto, la mitad de los niños de 10 y 11 años de Barcelona ya tienen móvil propio (47,5%) y habitualmente hacen "un uso problemático de internet", ya que aseguran que les resulta difícil dejarlo de utilizar, pese a que reconocen que deberían utilizarlo menos.

En paralelo, aunque muy relacionado, el 12,5% de los niños entre 10 y 11 años de la capital catalana se sienten -según la misma encuesta, impulsada por el consorcio- solos habitualmente (unos 3.000 de los 25.000 barceloneses de 10 i 11 años), y un 54,5% se conectan a internet cuando se sienten solos y tristes.