Denuncia

Los Mossos investigan una posible agresión de vigilantes del Poble Espanyol a una clienta

La denunciante, que presenta varios hematomas en brazos, afirma que fue golpeada por tres empleados que la sacaron a rastras del recinto

Responsables de seguridad del lugar aseguran que se trató de un desalojo "normal" al que se vieron obligados por la actitud de la mujer

Denunciante de Poble Espanyol muestra lesiones causadas por miembros de seguridad

Denunciante de Poble Espanyol muestra lesiones causadas por miembros de seguridad

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para aclarar lo sucedido en el interior del Poble Espanyol de Montjuïc, en Barcelona, en la madrugada del domingo 11 de septiembre. Según una mujer que se ha puesto en contacto con EL PERIÓDICO, fue agredida por tres vigilantes del recinto lúdico –dos hombres y una mujer– que la sacaron a rastras hasta el exterior. Responsables de seguridad del recinto, sin embargo, afirman que se trató de un desalojo "normal" que debieron efectuar a causa de la actitud de la mujer y que, además, se llevó a cabo mientras esta se revolvía para tratar de impedirlo.

La policía catalana, que recogió su denuncia apenas unas horas después –el mismo domingo al mediodía–, acudió al recinto de ocio nocturno del Poble Espanyol la semana pasada e identificó a las tres personas acusadas por la clienta. Según las fuentes policiales consultadas, la denuncia y la identificación fueron enviadas a un juzgado de instrucción de Barcelona.

Según los responsables de seguridad existen imágenes que sustentarán su versión de los hechos. Según la denunciante, se trató de una agresión injustificada ante la que se deben depurar responsabilidades.

La versión de la clienta

"Aquella noche compré cuatro entradas para cuatro amigos de una de las discotecas del Poble Espanyol. No compré entrada para mí porque estaba en la lista de invitados. En otra de las discotecas había una fiesta gay a la que habían asistido otros conocidos. Salí de la primera discoteca para acudir a la segunda a saludarlos. Al regresar de nuevo a la primera, para reunirme con mis amigos, el trabajador de la entrada había cambiado y ya no me dejaba entrar". Esto ocurrió pasadas las cinco de la madrugada del domingo 11 de septiembre.

"Traté de explicar que si hacía falta comprar una nueva entrada estaba dispuesta a hacerlo", prosigue en su relato. "Pero tampoco me dejaron", afirma. La denunciante asegura a este diario que en ningún momento de la discusión se mostró agresiva. Aunque sí admite que no aceptó la negativa del trabajador porque necesitaba reunirse con sus amigos y, por lo menos, quería entrar a avisar de que le estaban impidiendo regresar. Afirma que mientras duraba esta negociación se acercó una mujer, trabajadora de seguridad, que la golpeó sorpresivamente por la espalda. A partir de ese instante, otros dos hombres la agarraron uno por cada brazo y la arrastraron mientras recibía más golpes por la espalda por parte de la trabajadora.

"Me dejaron en la calle, pedí que llamaran a la policía pero no me hicieron caso. Los únicos que se acercaron a ayudarme fueron vendedores ambulantes que me regalaron una botella de agua. Perdí una sandalia de un par de zapatos valorados en 800 euros y tres pulseras que me costaron casi 3.000 euros", explica, aportando recibos de joyerías como Rabat en las que adquirió una de las sortijas. Además de una copia de la denuncia que presentó a los Mossos, también trae un informe médico en el que constan "varios hematomas redondeadas de entre 1 y 2 centímetros de diámetro en ambas extremidades". No existen hematomas en la espalda en el momento de la exploración médica aunque si se refiere que en la parte lumbar la palpación le resulta dolorosa.

Esta mujer es de origen alemán y lleva cinco años residiendo en España, un país en el que asegura sentirse segura y en el que nunca le había ocurrido nada parecido. "Esto es lo que más me duele, que quien me ha agredido ha sido personal que está ahí para protegernos", razona.

La versión de los responsables de seguridad

Este diario ha contactado con dos responsables de seguridad del Poble Espanyol, que cuenta con diversos servicios de controladores de accesos, vigilancia y seguridad. Según han explicado, esta actuación fue un desalojo normal que procedía porque la mujer se negaba a atender de forma reiterada las explicaciones que le hicieron llegar los trabajadores, que le pedían que se marchara y se apartara de la entrada. Al final, insisten, no tuvieron más remedio que avisar a una trabajadora para llevársela. Remarcan también que durante el desalojo, que implicó recorrer un buen puñado de metros hasta el exterior del Poble Espanyol, la mujer se revolvió complicando la actuación.

El juzgado al que los Mossos han trasladado la información debe decidir ahora cuál es el siguiente paso. Es un recinto que cuenta con diversas cámaras de seguridad, también de los accesos a los locales, y lo más probable es que los investigadores de la policía catalana acudan con una orden judicial para revisarlas.

Suscríbete para seguir leyendo