Los cazadores catalanes cuelgan la escopeta en contra de la geolocalización de sus batidas

Los más de 33.000 cazadores con licencia de Catalunya han dejado colgadas sus escopetas este domingo, día en que comienza la temporada de caza mayor, en protesta por la normativa que, entre otros asuntos, obliga al uso de una metodología tecnológica para comunicar los puntos de batida, texto que han recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

La acción de los cazadores conlleva que los fin de semana no se harán batidas contra los jabalíes, lo que implica que se dejarán de matar semanalmente unos 4.000 de los 200.000 existentes, lo que ha llevado esta semana a la Unió de Pagesos a pedir al Govern que adopte medidas para luchar contra la superpoblación de esa especie si se mantiene la protesta. Llamados a la protesta por la Federació Catalana de Caça (FCC), promotora del recurso judicial, los cazadores tienen la intención de mantener su actitud si no se modifica el texto del punto 8.3 de la resolución de vedas de abril del Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural hasta el final de la temporada, el 26 de marzo. Este colectivo también dejó de cazar en la temporada de caza menor por la misma norma.

Mal antecedente

La FCC considera que el texto del Govern genera "inseguridad jurídica" y problemas de procedimiento a los cazadores y recuerda el caso registrado el pasado año en el municipio de Argentona (Barcelona), donde un ciclista se saltó el límite de una batida y resultó alcanzado por los disparos de un cazador, accidente por el que quedó parapléjico y por el que ahora reclama en los tribunales una indemnización de 2,5 millones de euros. "Así no podemos poner en riesgo nuestro patrimonio", afirma en un mensaje lanzado en las redes el presidente de la Federación, Sergi Sánchez.

El citado punto de la normativa obliga a los cazadores a comunicar usando coordenadas UMT el lugar de una batida, un procedimiento tecnológico, asegura la FCC, que resulta muy complicado, especialmente para las personas mayores. Los cazadores, afirma la Federació, están a favor de comunicar los puntos de batida pero con un sistema más sencillo. La Federació pide también a la Generalitat que defina las sanciones a las que se exponen quienes no respeten el perímetro de una batida y que se clarifique la responsabilidad en cuanto a su señalización de los propietarios de las zonas en las que tiene lugar la caza. Recuerda, en este sentido, que el 80% del suelo rural y forestal de Catalunya es de propiedad privada.

Evitar más daños

Los responsables del Departamento de Acción Climática y de la Federació han celebrado diversas reuniones en los últimos meses sobre estos asuntos, sin que se haya alcanzado un acuerdo. Por ello, la FCC ha llamado a los cazadores a "colgar las armas" hasta que se clarifiquen esos asuntos al tiempo que expresa su voluntad de seguir trabajando para el control poblacional de diversas especies, especialmente el jabalí. "Queremos ayudar a evitar los daños en la agricultura y la ganadería, queremos evitar accidentes en nuestras carreteras", dice la Federació Catalana de Caça.

La FCC, sin embargo, se lamenta de que no podrán hacerlo "ante una administración que nos desprecia, que no nos oye, que nos genera inseguridad jurídica, que no cumple sus promesas, que solo establece sanciones para nuestro colectivo pero que no hace lo mismo con las personas que irrumpen en nuestras batidas y nos impiden practicar una actividad perfectamente regulada y controlada".