Otro día complicado

Los Bombers piden comprensión porque hay fuegos que deben arder

Se han estabilizado los fuegos de Corbera d'Ebre y de Castellar de la Ribera, se concentran esfuerzos en vigilar el de Lladurs y se mantiene confinado y en llamas el flanco oeste del de Artesa de Segre

El incendio de Artesa de Segre afecta ya a 940 hectáreas

El incendio de Artesa de Segre afecta ya a 940 hectáreas / Ramon Gabriel

Guillem Sánchez

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David Borrell, el jefe de los Bombers de la Generalitat, ha pedido este viernes a la ciudadanía que se haga cargo que ante el panorama actual de simultaneidad de fuegos que persiste en Catalunya toca resignarse y dejar que ardan algunas zonas. "Debemos comprender que debe prevalecer una visión estratégica, que debe mirarse Catalunya desde un prisma global y que con los recursos de los que disponemos esta es la mejor manera de actuar. No yendo detrás de los fuegos. Sino considerando que podemos permitirnos que algunos puntos sigan activos", ha argumentado.

El máximo responsable del cuerpo de emergencias se refería así especialmente al flanco oeste del incendio de Artesa de Segre, donde el dispositivo de extinción diseñado ha apostado por "confinar" las llamas en el interior de un perímetro de unas 5.000 hectáreas aprovechando la orografía del terreno. Esto significa que nadie está tratando de apagar los frentes activos sinó que dejarán que se muevan a su antojo siempre que no salten el área delimitada. Es una forma de la que constan pocos precedentes en Catalunya, pero obligada por los nuevos tiempos marcados por el abandono del entorno rural y el cambio climático, entre otros factores.

También se ha optado por hacer algo parecido con cuatro puntos sobre los que cayeron rayos en las últimas horas y que podrían provocar fuegos a medio plazo, a medida que ganen calor y capacidad para propagarse. "Los estamos monitorizando", ha detallado.

Mejor que ayer

Para Borrell, la situación de este viernes ha sido "mejor que la de ayer (jueves)" pero la jornada que han afrontado de nuevo los bomberos ha vuelto a ser muy complicada, con numerosos nuevos focos comenzando a arder en muchos puntos distintos de la geografía catalana. Ante este escenario, que ha exigido otra vez priorizar dónde se colocaban más efectivos, el objetivo principal ha seguido concentrándose en el incendio de Lladurs (Solsonès), que se ha mantenido perimetrado sobre las 50 hectáreas pero mantiene su amenaza sobre un terreno de 50.000 hectáreas debido a llamas activas en diversos puntos.

Las mejores noticias que han dejado este viernes los fuegos procedían de Castellar de la Ribera (Solsonès) y también de Corbera d'Ebre (Terra Alta), que tal como estaba previsto desde ayer jueves a última hora del día, han podido ser estabilizados. El primero ha calcinado unas 350 hectáreas y el segundo, 404 hectáreas.

El de Artesa de Segre, el de más envergadura, ha quemado unas 1.500. Pero esta cifra ira aumentando porque la zona confinada que afecta a parte del Montsec seguirá ardiendo en las próximas horas, o días. No queda más remedio, según Borrell.

Agradecimientos a casi todos

El 'conseller' d'Interior, Joan Igansi Elena, ha pedido la colaboración ciudadana para afrontar otro día muy peliagudo. Ayer jueves se dieron a conocer siete incendios, ha explicado, pero fueron muchos más los que se declararon y pudieron ser extinguidos antes de que cogieran entidad. "Hoy sucederá lo mismo", avisaba. Y así ha ocurrido. Decenas de conatos apagados justo a tiempo, la jornada entera haciendo equilibrios en un territorio achicharrado por temperaturas que han vuelto a ser asfixiantes durante el día más delicado de la ola de calor.

Elena ha querido reconocer la tarea que durante estos días están llevando a cabo los bomberos profesionales y voluntarios. "No solo por su valentía sinó también por la inteligencia que están demostrando en la planificación ante la simultaneidad". También ha tenido palabras de afecto hacia los Agents Rurals, a cargo del estudio del estado del terreno para diseñar los mapas de riesgo y de la investigación de las causas que provocan los incendios. Ha habido también gestos de agradecimiento para los ADF, los campesinos que con su maquinaria agrícola se suman generosamente al combate de las llamas, segando o trayendo cubas de agua para que recarguen los bomberos.

No ha habido, sin embargo, ninguna palabra para la Unidad Militar de Emergencias (UME) que desde ayer jueves por la mañana participa de las tareas de extinción junto a los Bombers aportando 200 personas –más de cien de las cuales están sobre el terreno apagando fuego–, 30 vehículos, 13 de los cuales son camiones con autobomba.

Este viernes seguirán distribuidos por todo el territorio 400 bomberos profesionales y voluntarios, las dos secciones de la UME llegadas de Valencia y Zaragoza y 21 medios aéreos. El Govern mantiene la fase de activación M2 que significa que todos los bomberos que no trabajan deben acudir a sus parques.